Según la NASA, la única construcción visible desde el espacio está en España

No es la Gran Muralla China ni las Pirámides de Egipto: la única obra humana que se distingue desde la órbita está en AlmeríaLa Gran Muralla china es más antigua de lo que se creía: nuevos hallazgos sitúan su construcción 300 años antes Durante años se ha repetido una idea casi mítica: que la Gran Muralla China es la única construcción hecha por el ser humano visible desde el espacio. Sin embargo, la realidad es otra. Lo ha confirmado la propia NASA, y el lugar protagonista de esta afirmación no está en Asia ni en ninguna civilización milenaria, sino en el sureste español. Concretamente, en El Ejido, Almería, donde miles de hectáreas de invernaderos forman un inmenso tapiz blanco que destaca con claridad desde la órbita terrestre. Un mar blanco artificial que contrasta con el desierto Se le conoce como el mar de plástico y no es un apodo exagerado. Esta extensión agrícola supera las 12.700 hectáreas y está formada por un entramado de invernaderos de plástico blanco, utilizados para cultivar frutas y hortalizas durante todo el año. Desde el cielo, su reflejo destaca con fuerza frente a los tonos ocres y áridos del desierto almeriense que lo rodea. Este contraste, unido a la uniformidad de su forma, hace que sea la única construcción humana claramente visible desde el espacio sin necesidad de zoom ni herramientas ópticas, según han explicado desde la NASA. Y aunque pueda parecer una casualidad, el color blanco de los plásticos es clave: refleja la luz solar de forma intensa, algo que no ocurre con otras infraestructuras como murallas, edificios o carreteras que se mimetizan con el entorno. La Muralla China y otros mitos desmontados La Gran Muralla China, con más de 21.000 kilómetros de longitud, ha sido durante mucho tiempo la gran candidata al título de construcción visible desde el espacio. Pero sus materiales, el desgaste del tiempo y su integración en el paisaje hacen que, desde órbita, sea prácticamente imposible distinguirla a simple vista. Tampoco las pirámides de Egipto ni rascacielos como el Burj Khalifa en Dubái logran destacar con claridad sin la ayuda de tecnología avanzada. En cambio, la planicie blanca y continua de los invernaderos de El Ejido se impone como una de las pocas huellas humanas que el planeta ofrece al espacio sin necesidad de artificios. El Ejido: de desierto improductivo a potencia agrícola mundial Lo que hoy se conoce como el mar de plástico comenzó a gestarse en los años 60 como una estrategia para convertir un terreno árido y pobre en uno fértil, gracias a la agricultura intensiva. Con el paso de las décadas, El Ejido se ha convertido en uno de los motores hortofrutícolas de Europa, con una producción que abastece a gran parte del continente, sobre todo en los meses de invierno. El modelo ha recibido críticas por su alto consumo de agua y por sus implicaciones sociales y laborales, pero también ha sido elogiado como un ejemplo de ingeniería agronómica y aprovechamiento de recursos en condiciones difíciles. Una huella blanca que pone a España en el mapa espacial No es un monumento, ni un rascacielos, ni una antigua civilización. Es una infraestructura agrícola contemporánea lo que ha colocado a España en el radar de la NASA. El mar de plástico de Almería no solo alimenta a Europa, sino que también se ha convertido en un símbolo visible desde el espacio de hasta dónde puede llegar la acción humana sobre el territorio. Una imagen que genera debate, admiración y también reflexión sobre cómo usamos los recursos del planeta. Pero, al fin y al cabo, una huella inequívoca del ser humano, reconocida incluso más allá de nuestras fronteras… y de nuestra atmósfera.

Abr 21, 2025 - 10:00
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Según la NASA, la única construcción visible desde el espacio está en España

Según la NASA, la única construcción visible desde el espacio está en España

No es la Gran Muralla China ni las Pirámides de Egipto: la única obra humana que se distingue desde la órbita está en Almería

La Gran Muralla china es más antigua de lo que se creía: nuevos hallazgos sitúan su construcción 300 años antes

Durante años se ha repetido una idea casi mítica: que la Gran Muralla China es la única construcción hecha por el ser humano visible desde el espacio. Sin embargo, la realidad es otra.

Lo ha confirmado la propia NASA, y el lugar protagonista de esta afirmación no está en Asia ni en ninguna civilización milenaria, sino en el sureste español. Concretamente, en El Ejido, Almería, donde miles de hectáreas de invernaderos forman un inmenso tapiz blanco que destaca con claridad desde la órbita terrestre.

Un mar blanco artificial que contrasta con el desierto

Se le conoce como el mar de plástico y no es un apodo exagerado. Esta extensión agrícola supera las 12.700 hectáreas y está formada por un entramado de invernaderos de plástico blanco, utilizados para cultivar frutas y hortalizas durante todo el año. Desde el cielo, su reflejo destaca con fuerza frente a los tonos ocres y áridos del desierto almeriense que lo rodea.

Este contraste, unido a la uniformidad de su forma, hace que sea la única construcción humana claramente visible desde el espacio sin necesidad de zoom ni herramientas ópticas, según han explicado desde la NASA.

Y aunque pueda parecer una casualidad, el color blanco de los plásticos es clave: refleja la luz solar de forma intensa, algo que no ocurre con otras infraestructuras como murallas, edificios o carreteras que se mimetizan con el entorno.

La Muralla China y otros mitos desmontados

La Gran Muralla China, con más de 21.000 kilómetros de longitud, ha sido durante mucho tiempo la gran candidata al título de construcción visible desde el espacio. Pero sus materiales, el desgaste del tiempo y su integración en el paisaje hacen que, desde órbita, sea prácticamente imposible distinguirla a simple vista.

Tampoco las pirámides de Egipto ni rascacielos como el Burj Khalifa en Dubái logran destacar con claridad sin la ayuda de tecnología avanzada. En cambio, la planicie blanca y continua de los invernaderos de El Ejido se impone como una de las pocas huellas humanas que el planeta ofrece al espacio sin necesidad de artificios.

El Ejido: de desierto improductivo a potencia agrícola mundial

Lo que hoy se conoce como el mar de plástico comenzó a gestarse en los años 60 como una estrategia para convertir un terreno árido y pobre en uno fértil, gracias a la agricultura intensiva.

Con el paso de las décadas, El Ejido se ha convertido en uno de los motores hortofrutícolas de Europa, con una producción que abastece a gran parte del continente, sobre todo en los meses de invierno.

El modelo ha recibido críticas por su alto consumo de agua y por sus implicaciones sociales y laborales, pero también ha sido elogiado como un ejemplo de ingeniería agronómica y aprovechamiento de recursos en condiciones difíciles.

Una huella blanca que pone a España en el mapa espacial

No es un monumento, ni un rascacielos, ni una antigua civilización. Es una infraestructura agrícola contemporánea lo que ha colocado a España en el radar de la NASA.

El mar de plástico de Almería no solo alimenta a Europa, sino que también se ha convertido en un símbolo visible desde el espacio de hasta dónde puede llegar la acción humana sobre el territorio.

Una imagen que genera debate, admiración y también reflexión sobre cómo usamos los recursos del planeta. Pero, al fin y al cabo, una huella inequívoca del ser humano, reconocida incluso más allá de nuestras fronteras… y de nuestra atmósfera.

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