Secretos de productividad: una incomodidad valiosa
Ampliar la red de relaciones y contactos con personas diferentes es clave en un momento en que es cada vez más necesario innovar

Pensá en cómo se conforma tu red de personas más cercanas. ¿Dirías que es muy homogénea o que hay lugar para la divergencia y las conversaciones constructivas? Y si lo extendieras a tus redes sociales ¿Son un eco solo de tus valores o creencias o hay personas distintas que aportan miradas alternativas o paradigmas complementarios? Tener una red de personas cercanas desafiante es clave en momentos como este en el que todos necesitamos innovar. Estas personas distintas, a veces “difíciles”, son las que fomentan el conflicto constructivo y a menudo hablan, cuando la mayoría calla. Nos dan una mirada crítica que tal vez nos cuesta escuchar, pero que necesitamos para avanzar y evolucionar. ¿Te vienen nombres a la cabeza? ¿Una pareja, un amigo, un jefe, un compañero del trabajo?
A diferencia de una red de apoyo, que está formada por personas que nos alientan y apoyan incondicionalmente, en una red desafiante están personas en las que confiamos para que nos señalan nuestros puntos ciegos y nos ayudan a enfrentarnos con nuestras debilidades. Cuando no están de acuerdo con nosotros, son críticas y escépticas y no tienen miedo de cuestionar la forma en que siempre se han hecho las cosas, haciéndonos responsables de replantearnos nuestras creencias. Adam Grant, psicólogo best seller de The New York Times se refiere a estas personas como “dadores de desacuerdo”. En su libro Repensar Grant los describe como personas que dicen lo que no queremos o nos cuesta oír, incluso pueden herirnos un poco con sus palabras, pero todo tiene como objetivo fortalecernos. Por supuesto que también necesitamos a quienes nos apoyan constantemente, pero con ellos corremos el riesgo de que se transformen, en palabras de Grant, en “aplaudidores” condescendientes. Ofrecen cumplidos y siempre son positivos, algo que nos es placentero y cómodo, pero que no nos obliga a repensar otras maneras o soluciones alternativas. Como Grant lo expresa: la honestidad es la forma más alta de lealtad. Por supuesto que no nos referimos a quienes agreden y bastardean nuestras ideas desde la crítica destructiva que hoy abunda tanto en el discurso público como el mundo digital. La clave de los “dadores de desacuerdo” es que buscan mejorarnos.
Podemos empezar por observar y valorar a nuestras redes cercanas, tanto en el plano real como en el virtual, e intentar discernir si tiene la heterogeneidad suficiente como para mantenernos humildes y abiertos para cambiar de opinión y mejorar siempre que sea posible. No podremos aportar novedad si seguimos acudiendo siempre a un entorno homogéneo. Un segundo paso, puede ser ampliar intencionalmente nuestras relaciones y contactos con personas diferentes a nosotros, complementarios y opuestos que nos expandan de maneras que ni siquiera imaginamos. Por eso, la próxima vez que conozcas a alguien que desafíe tus ideas o creencias, pensalo dos veces antes de desestimarlo.