"Sé mía", la última gran aventura de Richard Ford
Con la publicación de Sé mía, Richard Ford parece cerrar la era del personaje de Frank Bascombe, que supo inaugurar en 1986 con El periodista deportivo y que siguió a lo largo de los años con Día de la independencia, Acción de gracias y los relatos de Francamente, Frank. Cada diez años y ahora no es la excepción, llega puntual una entrega de este hombre medio, insatisfecho pero también sabio y reflexivo que no es el alter ego de Ford pero sí su creación. En esta última aventura de Sé mía, tan significativa como terminal, Frank acompañará a su hijo enfermo de esclerosis múltiple en un viaje donde padre e hijo quizás puedan romper el aislamiento y la soledad.
Con la publicación de Sé mía, Richard Ford parece cerrar la era del personaje de Frank Bascombe, que supo inaugurar en 1986 con El periodista deportivo y que siguió a lo largo de los años con Día de la independencia, Acción de gracias y los relatos de Francamente, Frank. Cada diez años y ahora no es la excepción, llega puntual una entrega de este hombre medio, insatisfecho pero también sabio y reflexivo que no es el alter ego de Ford pero sí su creación. En esta última aventura de Sé mía, tan significativa como terminal, Frank acompañará a su hijo enfermo de esclerosis múltiple en un viaje donde padre e hijo quizás puedan romper el aislamiento y la soledad.
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