Se graduó de Harvard, pero factura millones vendiendo jabones: como comenzó un éxito con solo 300 dólares

Con la compra de una batidora y el apoyo de su padre, fundó una empresa que hoy factura millones gracias a su enfoque sostenible y a la estrategia que adoptaron en redes sociales

Mar 10, 2025 - 12:03
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Se graduó de Harvard, pero factura millones vendiendo jabones: como comenzó un éxito con solo 300 dólares

Cuando Andrew Nicol se graduó en Derecho en la Universidad de Harvard en el año 2008, su destino parecía estar marcado por una carrera estable y lucrativa en uno de los bufetes más importantes de Nueva York. Sin embargo, menos de una década después, el abogado maneja la logística de Element Brooklyn, una existosa compañía de fragancias. Hoy en día, factura millones de dólares gracias a un modelo de negocio basado en jabones, velas y productos de cuidado personal con un enfoque sostenible.

Dejó un estudio de abogados para emprender

De acuerdo a CNBC, el camino hacia el éxito de Nicol fue tan inesperado como arriesgado. Luego de algunos años en los que ejerció como abogado, con un salario de US$180 mil anuales más bonificaciones, el abogado comenzó a cuestionar su futuro: “Lo que más me interesó siempre fue la estrategia empresarial”. Abandonar una carrera tan prometedora para iniciar un negocio con apenas US$300 parecía una locura, pero para él era la oportunidad de acercarse a su pasión: emprender.Con una inversión inicial de US$300 destinada a la compra de una batidora KitchenAid, produjeron los primeros lotes de jabón (Instagram: @Element.Brooklyn)

La primera incursión de Nicol en el mundo empresarial había sido TripExpert, una plataforma dedicada a recopilar reseñas de viajes profesionales. Aunque la iniciativa funcionó, la pandemia de COVID-19 afectó gravemente al sector turístico, lo que lo llevó a explorar nuevas oportunidades.

Fue allí cuando detectó la ausencia de sistemas de recarga sostenibles en el mercado de las fragancias de alta gama: “Podías ir a un Target o a un Walmart y encontrar opciones de recarga sostenibles para tus jabones y cremas”. Además, agregó: “Pero si querías un producto de muy alta calidad y con una fragancia lujosa de una especie de marca de diseñador, básicamente no tenías opciones de recarga”.

Como surgió Element Brooklyn

Junto a su padre, un ingeniero químico, Nicol comenzó a experimentar. Con una inversión inicial de US$300 destinada a la compra de una batidora KitchenAid, produjeron los primeros lotes de jabón. El primer artículo de Element Brooklyn fue un jabón de manos llamado Mandarin Crush que se vendía por US$19 y se agotó rápidamente luego de hacerse viral en TikTok e Instagram.Nicol comentó que la clave del éxito radica principalmente en ofrecer productos de alta calidad a precios razonables (Instagram: @Element.Brooklyn)

Luego de incursionar con los jabones, siguieron con las velas y cremas, siempre manteniendo el enfoque en las recargas sostenibles, al mismo tiempo que asegura un costo asequible. Una vela de la marca se vende por unos US$25, mientras que las recargas cuestan menos de US$20. Esta estrategia resultó ser efectiva, ya que en 2024, Element Brooklyn superó los US$2 millones en ingresos y tiene proyectado alcanzar los US$8 millones para el 2025.

El éxito de Nicol

Nicol comentó que la clave del éxito radica principalmente en ofrecer productos de alta calidad a precios razonables, además de aprovechar el poder de las redes sociales para llegar a un público más amplio. Al mismo tiempo, la apuesta por la sostenibilidad no solo le permitió retener a los clientes, sino que también le abrió las puertas del mundo corporativo al conseguir asociaciones con clubes de salud y spas que buscan experiencias premium para sus clientes.

A pesar de los desafíos que atraviesa en su actual trabajo, Nicol no extraña la vida de abogado: “Era un trabajo muy adulto. Me vestía con traje y corbata todos los días y entraba en mi oficina con paredes de madera y una secretaria en la entrada”. En la actualidad, entre el despacho de envíos y las distintas fragancias de su deposito, disfruta de una rutina mucho más dinámica y, sobre todo, más gratificante para él.