Se acabó la fiesta: el partido de Alvise se rompe en tiempo recórd con acusaciones cruzadas y amenazas de demandas

Los dos eurodiputados que fueron en la lista de SALF estudian acciones legales contra el agitador ultra después de que sugiriera que les compró el lobby armamentístico. Diego Solier y Nora Junco forman parte del grupo ECR, que rechazó a Alvise, y la ruptura es también palpable en las votacionesAlvise está dentro de la treintena de eurodiputados que más falta: se ha perdido el 42% de las jornadas de votación 'Se acabó la fiesta' se acabó. El grupúsculo liderado por el agitador ultra Luis 'Alvise' Pérez que irrumpió en el Parlamento Europeo con tres escaños tras obtener más de 800.000 votos se ha resquebrajado en tiempo récord. La brecha se ha evidenciado esta semana, cuando Alvise sugirió en una entrevista que los otros dos eurodiputados que formaron parte de la candidatura, Diego Solier y Nora Junco, fueron comprados por el lobby armamentístico para apoyar las iniciativas relacionadas con el plan de rearme de Ursula von der Leyen. La respuesta de sus compañeros fue una amenaza de demanda. Pero la ruptura es quizás la crónica de una muerte anunciada desde que Solier y Junco fueron aceptados en diciembre en el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) que lideran los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni. Los tres eurodiputados de SALF llamaron a la puerta de ese grupo de extrema derecha a finales de julio, después de que Alvise estuviera en negociaciones con los partidos más ultras de la Eurocámara, como los herederos del nazismo de Alternativa por Alemania, pero finalmente se quedara fuera de ese nuevo grupo, y también después de que Vox abandonara ECR para irse con el Fidesz de Viktor Orbán y la Agrupación Nacional de Marine Le Pen. A pesar de que el agitador ultra Vito Quiles dio entonces por hecho la entrada de SALF en ECR cuando solicitó la incorporación en julio, el grupo se lo tomó con mucha calma. Las deliberaciones previstas para septiembre se prolongaron hasta mediados de diciembre, cuando la dirección decidió aceptar en sus filas a Solier y Junco, pero no a Alvise. Fuentes de la dirección argumentaron entonces que eran conscientes de los problemas judiciales de Alvise, que para entonces ya tenía abierta una investigación por haber recibido 100.000 euros en metálico durante la campaña electoral. Ahora acumula media docena de causas en el Tribunal Supremo. ECR dejó claro que Solier y Junco se incorporaban como “miembros individuales”, es decir, que la decisión en ningún caso suponía integrar a SALF dentro del grupo. Y ellos figuran ahora en la web del Parlamento Europeo como “independientes”, es decir, que también han soltado amarras respecto a la agrupación electoral con la que lograron, siendo unos absolutos desconocidos, su asiento en Estrasburgo gracias a más de 800.000 votos (un 4,58%) cosechados por el discurso anti-inmigración, anti-feminista y contra la supuesta “partitocracia” de Alvise articulado en una campaña plagada de bulos y fundamentada en las redes sociales. Distancia en la mitad de las votaciones El distanciamiento también ha quedado plasmado en las votaciones del Parlamento Europeo. Desde el inicio de la legislatura en julio hasta que ingresaron en ECR en diciembre, Junco y Solier se mantuvieron alineados con el líder de SALF, según el análisis de los sufragios realizado por elDiario.es. En la primera parte de la legislatura, apenas hubo un desvío en el sentido de los votos. El salto se vislumbra en los plenos de marzo y abril, dado que en enero y febrero Alvise se ausentó. Así, la disciplina de voto de Solier y Junco respecto de Alvise se ha roto en casi la mitad de las ocasiones desde que forman parte de ECR (entre el 33% y el 49% de las veces). Más allá de la reelección de Ursula von der Leyen y de la designación del Colegio de Comisarios –en la que Alvise estuvo ausente y los otros dos parlamentarios votaron en contra–, las votaciones que ha habido hasta ahora en la Eurocámara no han tenido una especial relevancia dado que la legislatura está echando a andar. Pero el análisis del sentido de voto permite ubicar a Junco y Solier más cerca de las posiciones de ECR que de las de Alvise en los últimos meses, si bien en la Eurocámara no suele haber posiciones del todo homogéneas dentro de los grupos. Así se rompió el consenso en 'Se Acabó la Fiesta' Sentido del voto de los tres eurodiputados de la candidatura de 'Se Acabó la Fiesta' en las principales votaciones desde el inicio de la legislatura. No se incluyen votaciones a enmiendas Fuente: Parlamento Europeo ECR es un partido ultraconservador –con posiciones anti-inmigración–, ultraliberal, otanista y, en términos generales, apoya a Ucrania frente a Rusia en buena medida por el peso de los polacos de Ley y Justicia dentro del grupo y el partido, que está presidido ahora por ellos tras años de mandato de Meloni. También es un grupo más europeísta que el resto de fuerz

Abr 28, 2025 - 05:47
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Se acabó la fiesta: el partido de Alvise se rompe en tiempo recórd con acusaciones cruzadas y amenazas de demandas

Se acabó la fiesta: el partido de Alvise se rompe en tiempo recórd con acusaciones cruzadas y amenazas de demandas

Los dos eurodiputados que fueron en la lista de SALF estudian acciones legales contra el agitador ultra después de que sugiriera que les compró el lobby armamentístico. Diego Solier y Nora Junco forman parte del grupo ECR, que rechazó a Alvise, y la ruptura es también palpable en las votaciones

Alvise está dentro de la treintena de eurodiputados que más falta: se ha perdido el 42% de las jornadas de votación

'Se acabó la fiesta' se acabó. El grupúsculo liderado por el agitador ultra Luis 'Alvise' Pérez que irrumpió en el Parlamento Europeo con tres escaños tras obtener más de 800.000 votos se ha resquebrajado en tiempo récord. La brecha se ha evidenciado esta semana, cuando Alvise sugirió en una entrevista que los otros dos eurodiputados que formaron parte de la candidatura, Diego Solier y Nora Junco, fueron comprados por el lobby armamentístico para apoyar las iniciativas relacionadas con el plan de rearme de Ursula von der Leyen. La respuesta de sus compañeros fue una amenaza de demanda.

Pero la ruptura es quizás la crónica de una muerte anunciada desde que Solier y Junco fueron aceptados en diciembre en el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) que lideran los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni. Los tres eurodiputados de SALF llamaron a la puerta de ese grupo de extrema derecha a finales de julio, después de que Alvise estuviera en negociaciones con los partidos más ultras de la Eurocámara, como los herederos del nazismo de Alternativa por Alemania, pero finalmente se quedara fuera de ese nuevo grupo, y también después de que Vox abandonara ECR para irse con el Fidesz de Viktor Orbán y la Agrupación Nacional de Marine Le Pen.

A pesar de que el agitador ultra Vito Quiles dio entonces por hecho la entrada de SALF en ECR cuando solicitó la incorporación en julio, el grupo se lo tomó con mucha calma. Las deliberaciones previstas para septiembre se prolongaron hasta mediados de diciembre, cuando la dirección decidió aceptar en sus filas a Solier y Junco, pero no a Alvise. Fuentes de la dirección argumentaron entonces que eran conscientes de los problemas judiciales de Alvise, que para entonces ya tenía abierta una investigación por haber recibido 100.000 euros en metálico durante la campaña electoral. Ahora acumula media docena de causas en el Tribunal Supremo.

ECR dejó claro que Solier y Junco se incorporaban como “miembros individuales”, es decir, que la decisión en ningún caso suponía integrar a SALF dentro del grupo. Y ellos figuran ahora en la web del Parlamento Europeo como “independientes”, es decir, que también han soltado amarras respecto a la agrupación electoral con la que lograron, siendo unos absolutos desconocidos, su asiento en Estrasburgo gracias a más de 800.000 votos (un 4,58%) cosechados por el discurso anti-inmigración, anti-feminista y contra la supuesta “partitocracia” de Alvise articulado en una campaña plagada de bulos y fundamentada en las redes sociales.

Distancia en la mitad de las votaciones

El distanciamiento también ha quedado plasmado en las votaciones del Parlamento Europeo. Desde el inicio de la legislatura en julio hasta que ingresaron en ECR en diciembre, Junco y Solier se mantuvieron alineados con el líder de SALF, según el análisis de los sufragios realizado por elDiario.es. En la primera parte de la legislatura, apenas hubo un desvío en el sentido de los votos.



El salto se vislumbra en los plenos de marzo y abril, dado que en enero y febrero Alvise se ausentó. Así, la disciplina de voto de Solier y Junco respecto de Alvise se ha roto en casi la mitad de las ocasiones desde que forman parte de ECR (entre el 33% y el 49% de las veces).

Más allá de la reelección de Ursula von der Leyen y de la designación del Colegio de Comisarios –en la que Alvise estuvo ausente y los otros dos parlamentarios votaron en contra–, las votaciones que ha habido hasta ahora en la Eurocámara no han tenido una especial relevancia dado que la legislatura está echando a andar. Pero el análisis del sentido de voto permite ubicar a Junco y Solier más cerca de las posiciones de ECR que de las de Alvise en los últimos meses, si bien en la Eurocámara no suele haber posiciones del todo homogéneas dentro de los grupos.


Así se rompió el consenso en 'Se Acabó la Fiesta'

Sentido del voto de los tres eurodiputados de la candidatura de 'Se Acabó la Fiesta' en las principales votaciones desde el inicio de la legislatura. No se incluyen votaciones a enmiendas

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Fuente: Parlamento Europeo

ECR es un partido ultraconservador –con posiciones anti-inmigración–, ultraliberal, otanista y, en términos generales, apoya a Ucrania frente a Rusia en buena medida por el peso de los polacos de Ley y Justicia dentro del grupo y el partido, que está presidido ahora por ellos tras años de mandato de Meloni. También es un grupo más europeísta que el resto de fuerzas de la extrema derecha y el único al que el PP europeo no le aplica el cordón sanitario. De hecho, Von der Leyen negoció su reelección con algunas delegaciones que lo conforman y les mira como socios para ampliar la coalición de socialistas y liberales con las que 'gobierna' la UE mientras que sus aliados prefieren gravitar hacia los verdes.

Alvise falta a 16 de 38 jornadas de votación

Entre las iniciativas que Junco y Solier han apoyado frente al rechazo de Alvise están el informe del Parlamento sobre el Semestre Europeo para la coordinación de políticas económicas 2025 o la ayuda macrofinanciera para Egipto. Se abstuvieron en una resolución de apoyo a Ucrania que el eurodiputado de SALF rechazó o en el informe anual de la política de seguridad y defensa común.



No obstante, Alvise ha faltado a la mitad de las votaciones en la Eurocámara desde que sus compañeros de candidatura pasaron a ECR (ocho de 16 jornadas de pleno). Desde que comenzó la legislatura, Alvise ha faltado a 16 de los 38 días de votación.

Alvise está, de hecho, dentro de la treintena de eurodiputados que menos acude a los plenos al haber faltado al 42% de las jornadas de votación. Empata con el parlamentario de Vox Jorge Martín Frías. Por delante se encuentra la socialista Alicia Homs, que tuvo un hijo en agosto, y el Parlamento Europeo no prevé procedimientos para el voto telemático para los periodos de maternidad.

Sin duda, la votación que más ha dolido al agitador ultra ha sido una resolución sobre el Libro de la Defensa Europea, por la que ha señalado a sus excompañeros de haber podido ser comprados. “Yo no puedo controlar, no sé si han venido lobbies por detrás y me han comprado un eurodiputado mío, yo sé lo que voto yo. Te viene un lobby armamentístico a cenar contigo y te deja un maletín al lado y se levanta y se va”, dijo en una entrevista en el canal 'Eclécticos Worldwide'.

Alvise afeó a Junco y Solier que votaran a favor del “plan de rearme”, aunque la propuesta de Von der Leyen para que los países disparen el gasto en defensa no pasará por la Eurocámara. “No es una votación del rearme, son decenas y decenas de votaciones sobre el rearme. En absolutamente todas yo he votado en contra. Mis eurodiputados, que son Diego y Nora, han votado en contra en casi todas salvo la última. Les he pedido explicaciones”, agregó Alvise sobre la votación en la que él inicialmente se posicionó a favor y luego cambió el sentido del voto al 'no'.


Alvise Pérez, uno de los diputados que menos ha ido a votar

% de días de votación en los que cada diputado del Parlamento Europeo no ha tenido ninguna participación. Solo se incluyen los eurodiputados que llevan la legislatura completa

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Fuente: Parlamento Europeo

La resolución, que salió adelante con 419 votos a favor, 204 en contra y 46 abstenciones, instaba a la UE a actuar “urgentemente para garantizar su propia seguridad autónoma, reforzar sus asociaciones con socios afines y reducir significativamente su dependencia de terceros países”. Entre otras cosas, también apostaba por la necesidad de incrementar el gasto militar y daba la bienvenida al plan de rearme presentado por Von der Leyen.

“Me parece que el rearme es criminal, porque si nos tenemos que rearmar que sea como gobiernos nacionales (...). Tenemos que modernizar el ejército español, pero desde los Presupuestos Generales del Estado, no porque rearmemos a la Comisión Europea con 800.000 millones y luego ellos digan quién tiene qué ejército, expresó Alvise. No obstante, el plan de Von der Leyen deja precisamente en manos de los gobiernos el gasto en defensa a través de una flexibilización de las reglas fiscales para que el incremento no compute a la hora de evaluar el déficit y la deuda y de una herramienta de préstamos para compras conjuntas. La defensa es una competencia estrictamente nacional.

Ha sido, por tanto, esa votación sobre el plan de rearme la que ha hecho saltar por los aires lo que quedaba del grupúsculo de SALF. “No es cierto lo que dice el señor Pérez. La señora Junco y yo rechazamos totalmente sus afirmaciones y estamos estudiando acciones legales”, fue la respuesta de Solier a través del grupo ECR. Y es que las palabras de Alvise han evidenciado una ruptura en tiempo récord, que lleva tiempo en marcha y de la que está por ver si acaba con un nuevo procedimiento judicial contra el agitador que defendió la limpieza de sus candidatos y ahora sugiere que han sido comprados.

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