Sara Lozano: Refinería y movilidad
El plan contra la refinería y los Impuestos Verdes del 2021 no han mejorado la calidad del aire en Monterrey, ni la renovación del transporte público, ni los autos eléctricos ni las consistentes denuncias de la sociedad civil.

Duele respirar, me arde la nariz, los ojos me pican y tuve que dejar de hacer ejercicio son las quejas más comunes por la intensa contaminación en Monterrey. Las más graves están hospitalizadas o en la morgue.
Cientos de personas se manifestaron el fin de semana largo para reclamarle al gobierno estatal las políticas de aire limpio. El gobernador viene “pateando el bote” desde que asumió el cargo –hace 4 años–.
En noviembre 2021 anunció un plan contra la refinería y anunció, en ese tono estruendoso que le caracteriza, la baja del 90% de las emisiones contaminantes de la planta. En diciembre fueron los Impuestos Verdes un gravamen que se convirtieron en la segunda fuente de ingresos para el Estado.
Y después, silencio…
En 2022 el problema se evaneció, el discurso público lo invisibilizó entre la detención del Bronco, el triste caso de Debanhi, el montón de vetos al Congreso, el apoyo de AMLO contra el juicio político por no presentar presupuesto al congreso, la reforma a la Constitución del Estado, las tres líneas del metro adjudicadas.
Además, la sequía, aunque se volvía inevitable el tema de la contaminación la agenda pública se diversificó en múltiples notas entre la compra del avión – que resolvería todo–, la construcción de un acueducto que no funcionó durante la inauguración y por supuesto, las muchas muertes violentas del año.
2023 – Anuncio la espectacular llegada de Tesla, como si fuera La Solución a la contaminación, la inversión, el desarrollo económico regional. El Estado compró un helicóptero de guerra y cerró con la debacle preelectoral con la controvertida –y luego cancelada– designación del gobernador interino.
En el 2024 fue la campaña de Mariana y los múltiples casos legales que, como abogado de la candidata, tuvo que atender.
En estos cuatro años la contaminación se ha agravado, no se ven los beneficios de los Impuestos Verdes, La Solución no llegó y la refinería sigue emitiendo los mismos contaminantes. La calidad del aire ha empeorado por las múltiples obras detenidas gracias a los presupuestos no presentados/aprobados.
No fueron los ventarrones de marzo los que generaron las contingencias ambientales, fue la gravedad de éstas lo que las puso en 8 columnas, porque desde hace dos años sabemos que vivimos en contingencia sin que se declaren ni se tome en serio el problema.
En este recorrido mediático la refinería y la movilidad se perfilan como el 80/20 de los agentes generadores del aire sucio.
La sociedad civil lo sigue denunciando, ni encerrándose en casa es posible evitar aspirar las partículas sólidas que nos rodean. La nariz pica, los ojos arden, la piel está reseca y hay horas en que cuesta trabajo respirar, por supuesto es un riesgo hacer actividades al aire libre.