Sánchez se embarca en un plan millonario de gasto en Defensa con el rechazo de sus socios

España alcanzará este año el 2% del PIB comprometido con la OTAN después de que el Consejo de Ministros dé luz verde a un incremento de 10.500 millones de euros que rechaza Sumar y que no necesitarán ser validados por el CongresoSánchez anuncia un aumento de 10.500 millones de gasto en Defensa para cumplir los compromisos de la OTAN El compromiso estaba fechado en 2029, pero se cumplirá ya este año porque España pisa a fondo el acelerador para alcanzar en 2025 la frontera del 2% de su Producto Interior Bruto en gasto en Defensa. En medio del nuevo contexto internacional y de la presión tanto de los socios europeos como de la propia Alianza Atlántica y de Estados Unidos, el Ejecutivo aprobó este martes en el Consejo de Ministros un plan millonario que contó con el rechazo explícito de los cinco miembros de Sumar, el socio de coalición del PSOE. En total, antes de que acabe el año, se destinarán casi 10.500 millones de euros procedentes de reajustes presupuestarios. “Si me hubieran preguntado hace unos años por mis planes de gasto e inversión en Defensa, mi respuesta hubiera sido diferente. Pero no es que nosotros hayamos cambiado, es el mundo el que lo ha hecho”, justificó su rumbo el presidente para insistir en que, en cualquier caso, esa nueva hoja de ruta no resulta incompatible con una agenda reformista de fortalecimiento del Estado del bienestar. “El 2% del PIB para gasto en Defensa es un compromiso adquirido por la administración anterior, que lo dejó en el 0,9%. Nosotros hemos aumentado ese esfuerzo hasta el 1,4% y no ha sido óbice para incrementar en 120.000 millones el gasto social o en 30.000 millones la lucha contra el cambio climático”, defendió. El plan, que será remitido ahora a la OTAN, ha sido coordinado por el equipo más cercano del presidente en la Moncloa y ha contado con los trabajos de hasta media docena de ministerios. Y ha sido fruto también, según explicó el propio Sánchez durante su comparecencia, de una interlocución permanente con las instituciones comunitarias, con otros países europeos y con la propia OTAN. La semana pasada, además, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, también pidió durante su encuentro en Washington con el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, que España aumente el gasto que dedica a Defensa. Reajustes presupuestarios sin pasar por el Congreso Durante su intervención, el presidente del Gobierno dibujó “un cambio de era”, en referencia al auge de liderazgos como el de Donald Trump, que pone en jaque las reglas geopolíticas globales de las últimas décadas, o de amenazas como la de Vladimir Putin, que se aseguró que se ciñen sobre el conjunto de Europa. “Es hora de tomar las riendas de nuestro propio destino”, sostuvo para destacar tres objetivos principales: “Reforzar nuestra seguridad y nuestra defensa, reindustrializar y dar un nuevo impulso tecnológico a nuestra economía y consolidar a España como un actor central en la Unión Europea”. Y detalló hasta cinco puntos diferentes de ese plan. El primero, una partida equivalente al 35% del montante total de los 10.471 millones destinada a “mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, mejorar sus condiciones de preparación y también modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas”. En el segundo punto, el Plan Industrial y Tecnológico para el fortalecimiento de la Seguridad y la Defensa incluye un 31% de la inversión “a elaborar, fabricar y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y de ciberseguridad” porque, según explicó, “España es objeto cada año de mil ciberataques a servicios esenciales e infraestructuras, que afectan a la operatividad de hospitales y aeropuertos”. La tercera partida es la que hace referencia a inversión estrictamente militar y la que supone una discrepancia total entre socios en el Consejo de Ministros celebrado este martes. En concreto se trata de una inversión del 19% del total de gasto a “la fabricación y compra de nuevos equipos de defensa y de disuasión” y a que los que hay sean “más eficientes y más seguros”. Es decir, a armas y equipos de combate. “No lo hacemos para atacar a nadie. España es un país pacifista que cree en la diplomacia, que cree en las relaciones internacionales, que cree en el multilateralismo. Lo hacemos para disuadir a aquellos que puedan estar pensando en atacarnos o en atacar a Europa”, defendió Sánchez. Los puntos cuarto y quinto del plan aprobado generan menos roces en el seno de la coalición, según las fuentes consultadas en la Moncloa que, en cualquier caso, restan trascendencia política a una discrepancia “gestionada con respeto por ambas partes”. Esas partidas incluyen 2.750 millones de euros para “reforzar las capacidades de nuestras fuerzas armadas en la gestión de emergencias y desastres naturales como inundaciones o incendios” con la ampliación de la flota de helicóptero

Abr 23, 2025 - 06:13
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Sánchez se embarca en un plan millonario de gasto en Defensa con el rechazo de sus socios

Sánchez se embarca en un plan millonario de gasto en Defensa con el rechazo de sus socios

España alcanzará este año el 2% del PIB comprometido con la OTAN después de que el Consejo de Ministros dé luz verde a un incremento de 10.500 millones de euros que rechaza Sumar y que no necesitarán ser validados por el Congreso

Sánchez anuncia un aumento de 10.500 millones de gasto en Defensa para cumplir los compromisos de la OTAN

El compromiso estaba fechado en 2029, pero se cumplirá ya este año porque España pisa a fondo el acelerador para alcanzar en 2025 la frontera del 2% de su Producto Interior Bruto en gasto en Defensa. En medio del nuevo contexto internacional y de la presión tanto de los socios europeos como de la propia Alianza Atlántica y de Estados Unidos, el Ejecutivo aprobó este martes en el Consejo de Ministros un plan millonario que contó con el rechazo explícito de los cinco miembros de Sumar, el socio de coalición del PSOE. En total, antes de que acabe el año, se destinarán casi 10.500 millones de euros procedentes de reajustes presupuestarios.

“Si me hubieran preguntado hace unos años por mis planes de gasto e inversión en Defensa, mi respuesta hubiera sido diferente. Pero no es que nosotros hayamos cambiado, es el mundo el que lo ha hecho”, justificó su rumbo el presidente para insistir en que, en cualquier caso, esa nueva hoja de ruta no resulta incompatible con una agenda reformista de fortalecimiento del Estado del bienestar.

“El 2% del PIB para gasto en Defensa es un compromiso adquirido por la administración anterior, que lo dejó en el 0,9%. Nosotros hemos aumentado ese esfuerzo hasta el 1,4% y no ha sido óbice para incrementar en 120.000 millones el gasto social o en 30.000 millones la lucha contra el cambio climático”, defendió.

El plan, que será remitido ahora a la OTAN, ha sido coordinado por el equipo más cercano del presidente en la Moncloa y ha contado con los trabajos de hasta media docena de ministerios. Y ha sido fruto también, según explicó el propio Sánchez durante su comparecencia, de una interlocución permanente con las instituciones comunitarias, con otros países europeos y con la propia OTAN. La semana pasada, además, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, también pidió durante su encuentro en Washington con el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, que España aumente el gasto que dedica a Defensa.

Reajustes presupuestarios sin pasar por el Congreso

Durante su intervención, el presidente del Gobierno dibujó “un cambio de era”, en referencia al auge de liderazgos como el de Donald Trump, que pone en jaque las reglas geopolíticas globales de las últimas décadas, o de amenazas como la de Vladimir Putin, que se aseguró que se ciñen sobre el conjunto de Europa. “Es hora de tomar las riendas de nuestro propio destino”, sostuvo para destacar tres objetivos principales: “Reforzar nuestra seguridad y nuestra defensa, reindustrializar y dar un nuevo impulso tecnológico a nuestra economía y consolidar a España como un actor central en la Unión Europea”. Y detalló hasta cinco puntos diferentes de ese plan.

El primero, una partida equivalente al 35% del montante total de los 10.471 millones destinada a “mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, mejorar sus condiciones de preparación y también modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas”. En el segundo punto, el Plan Industrial y Tecnológico para el fortalecimiento de la Seguridad y la Defensa incluye un 31% de la inversión “a elaborar, fabricar y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y de ciberseguridad” porque, según explicó, “España es objeto cada año de mil ciberataques a servicios esenciales e infraestructuras, que afectan a la operatividad de hospitales y aeropuertos”.



La tercera partida es la que hace referencia a inversión estrictamente militar y la que supone una discrepancia total entre socios en el Consejo de Ministros celebrado este martes. En concreto se trata de una inversión del 19% del total de gasto a “la fabricación y compra de nuevos equipos de defensa y de disuasión” y a que los que hay sean “más eficientes y más seguros”. Es decir, a armas y equipos de combate. “No lo hacemos para atacar a nadie. España es un país pacifista que cree en la diplomacia, que cree en las relaciones internacionales, que cree en el multilateralismo. Lo hacemos para disuadir a aquellos que puedan estar pensando en atacarnos o en atacar a Europa”, defendió Sánchez.

Los puntos cuarto y quinto del plan aprobado generan menos roces en el seno de la coalición, según las fuentes consultadas en la Moncloa que, en cualquier caso, restan trascendencia política a una discrepancia “gestionada con respeto por ambas partes”. Esas partidas incluyen 2.750 millones de euros para “reforzar las capacidades de nuestras fuerzas armadas en la gestión de emergencias y desastres naturales como inundaciones o incendios” con la ampliación de la flota de helicópteros de rescate, la adquisición de nuevos vehículos, aviones cisterna o un nuevo buque hidrográfico. Y también la mejora de las condiciones de seguridad de los casi 3.000 efectivos que integran las 16 misiones de paz que actualmente España realiza en el exterior bajo la bandera de Naciones Unidas, de la Unión Europea o también de la Alianza Atlántica.

Cuestionado por el origen de los fondos que se destinarán ahora a Seguridad y Defensa, y teniendo en cuenta que el Ejecutivo ha rechazado presentar un proyecto de Presupuestos para este año ante la falta de apoyos parlamentarios, el presidente explicó que el dinero procederá de tres frentes: de la reorientación de parte de los fondos europeos, de los ahorros generados “por la gestión de este gobierno y que en 2024 supuso un crecimiento que superó las previsiones de todos los organismos internacionales”, y por último “del margen que nos dan ciertas partidas que se incluyeron en los Presupuestos de 2023”.

“Con todos estos mecanismos y remanentes, el Gobierno cumplirá su compromiso sin afectar al gasto social”, insistió el presidente, que explicó que, precisamente por tratarse de esas fórmulas, el Plan no requerirá de su validación en las Cortes Generales. “Desde un punto de vista material y legal, no es necesario pasar esta asignación presupuestaria por las Cortes porque no exige ningún esfuerzo adicional”, dijo tras hacer referencia a los artículos 97 y 104 de la Constitución que abordan la separación de poderes y explicitan “cuáles son las funciones legislativas y cuáles las ejecutivas”.

Sumar y los socios se oponen al incremento del gasto

La respuesta de Sumar al ingente plan no ha tardado en llegar. Al conocer que el Consejo de Ministros aprobaría una partida de ese tamaño, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, como hace desde que asumió el cargo, preparó una hoja con observaciones a una medida que asegura no compartir ninguno de los cinco ministros del socio minoritario de la coalición.

Aunque el Gobierno ha aprobado varias partidas para incrementar el gasto militar en las dos últimas legislaturas, lo comprometido por Sánchez este martes implica alcanzar este mismo año el 2% del PIB que exige la OTAN. Por eso las observaciones de Sumar han sido especialmente duras: califican el incremento de “exorbitado” y piden a Sánchez retirarlo. 

En el texto de esas observaciones, al que ha tenido acceso elDiario.es, la Vicepresidencia Segunda asegura que “no se considera oportuna ni conveniente una inversión en Defensa de este calado por parte del Gobierno de España, por no estar motivada ni ajustarse a un análisis exhaustivo de necesidades”. 

Fuentes del departamento que lidera Yolanda Díaz consultadas por este diario señalan algunos puntos positivos. Por ejemplo, defienden haber conseguido que este incremento no suponga ningún recorte del gasto social. Y que más del 80% del total del dinero invertido irá destinado a mejorar los sueldos de las tropas o a infraestructuras relacionadas con la ciberseguridad. 

El problema se encuentra sobre todo en la tercera partida del plan aprobado. Un total del 18,75% de los más de 10.500 millones (unos 2.000 millones aproximadamente), que irán destinados a “fabricación o compra de nuevos instrumentos de defensa y disuasión”. “No se conoce con la necesaria precisión el destino que se va a dar a los gastos cuya aprobación se pretende, ni si estos se ajusten a las necesidades identificadas en términos de capacidades a reforzar y de garantía de la autonomía estratégica”, advierten las observaciones de Sumar. 

La coalición de Yolanda Díaz alerta del “evidente riesgo” de que el gasto “comprometa los principios y objetivos de nuestra política exterior”. “En particular, resultaría inadmisible la compra de cualquier material bélico a Israel, no solo por su actividad de genocidio del pueblo palestino, sino también atendiendo a la propiedad de las patentes de este tipo de material bélico”, señalan las observaciones. Es la decimotercera vez entre las dos últimas legislaturas que el socio minoritario presenta este tipo de objeciones ante el aumento del gasto militar. 

Izquierda Unida, que tiene un ministerio dentro del Gobierno, también se ha desmarcado del incremento del gasto. El líder de la formación, Antonio Maíllo, ha criticado al Partido Socialista por impulsar esta nueva partida “sin deliberación” en el seno del Gobierno. “No está en el acuerdo de investidura y no está en el espíritu del 23J”, ha dicho. La cuestión del incremento del gasto militar es especialmente sensible para esta organización, que nació en los años 80 precisamente al calor de las manifestaciones ciudadanas contra la entrada de España en la OTAN. 

Otras formaciones del grupo parlamentario plurinacional, como Compromís, han denunciado que mientras se aumentan partidas destinadas a comprar material bélico el Gobierno ha vuelto a recortar el personal diplomático, como ha denunciado el diputado Alberto Ibáñez. 

Podemos, contra el “Gobierno de la guerra”

El incremento del gasto militar no reúne en absoluto el consenso de los socios parlamentarios. El Partido Socialista es consciente porque así quedó patente en la última comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso. Y la grieta en este asunto entre Sánchez y el bloque que le facilitó la investidura ha vuelto a quedar expuesta este martes tras el anuncio. El primero y más contundente en salir a criticar la medida ha sido Podemos, que desde hace meses ha iniciado una senda de desconexión con el Ejecutivo, al que ya ha acusado en sucesivas ocasiones de ser el “Gobierno de la guerra”.

La secretaria general del partido, Ione Belarra, llamó este martes a una movilización ciudadana para cambiar el rumbo del rearme. La líder de Podemos apeló a quienes se manifestaron hace 20 años con el ‘No a la guerra’, en una forma de equiparar las decisiones que está tomando este Gobierno en materia de política exterior con la decisión del expresidente José María Aznar de meter al país en la guerra de Irak. 

También EH Bildu e incluso ERC, que en las últimas semanas había contemporizado más en el asunto del incremento del gasto, han criticado los últimos movimientos del Gobierno. El portavoz republicano, Gabriel Rufián, acusó al presidente de aprovechar la muerte del papa Francisco para anunciar la medida. “Sánchez en estado puro. Buen homenaje al primer aniversario de sus 5 días de reflexión”, escribió en un mensaje en redes sociales. 

Aunque EH Bildu pide esperar a fijar una posición definitiva cuando se conozcan más detalles del plan, fuentes del grupo parlamentario dejan claro que no comparten el aumento del gasto en defensa, como ya avanzaron hace semanas en el Congreso. “Nos reafirmamos en que no vamos a apoyar el gasto en la aceleración militar. En absoluto. Si alguien cree que el futuro pasa por reducir el gasto social y fabricar armas, esa no es la Europa por la que apuesta EH Bildu”, defienden esas fuentes.

“Lo que está haciendo el Gobierno del Estado, tal y como hace el conjunto de la Unión Europea, es cumplir lo que está pidiendo Trump que hagan: gastar más en defensa y comprar más armas a empresas norteamericanas”, ha trasladado por su parte el diputado del BNG, Néstor Rego.

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