Resurge una centenaria marca de los 80' con un fuerte plan de expansión en el país

Pampero, icónica marca local de indumentaria de trabajo, abrirá 30 nuevas tiendas en el país en 2025 y totalizará 200 locales el año que viene. Cómo será de ahora en más el negocio de la tradicional etiqueta argentina, actualmente en manos de los fundadores de Cardón

Abr 22, 2025 - 16:17
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Resurge una centenaria marca de los 80' con un fuerte plan de expansión en el país

Pampero, histórica marca nacional de indumentaria de trabajo, encaró un fuerte plan de expansión que contempla la apertura de tiendas tanto en la Argentina como en la región. En manos de Gabo Nazar, dueño y fundador de Cardón, desde 2012, la tradicional etiqueta abrirá 30 nuevos locales este año y proyecta cerrar 2026 con un total de 200 tiendas alrededor del país.

"A pesar de las enormes dificultades de la economía argentina en cuanto a provisión de insumos, importaciones de materia prima, maquinarias y productos terminados, pudimos armar un andamiaje fuerte para poder encarar un plan de expansión de esta magnitud", dijo Nazar.

Si bien la proyección de la empresa era llegar a las 200 tiendas físicas para comienzos de 2024, los vaivenes de la economía local retrasaron los planes de Pampero, que durante el próximo mes abrirá tres nuevos locales, con una diferencia de no más de dos semanas entre las diferentes inauguraciones. Estos estarán en las localidades de Azul, Pergamino y Junín. 

Los planes de expansión de Pampero incluyen tanto al interior, como a la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, ya está en obra una nueva sucursal en Microcentro, mientras que hace menos de un año se inauguró una sucursal de 400 metros cuadrados en la emblemática esquina porteña de Santa Fe y Callao, en el barrio porteño de Recoleta.

Actualmente, Pampero tiene alrededor de 120 locales, a los que se sumarán unos 30 este año y otros 50 el próximo. La expansión se realizará mediante el modelo de franquicias, que Nazar ya había utilizado con Cardón y con la marca de empanadas El Noble, de la que se desprendió en 2016. El monto de inversión mínimo es de u$s 100.000 por sucursal.

En cuanto a sus planes de expansión en el exterior, Nazar adelantó que también se concretarán nuevas aperturas en los dos mercados de la región donde Pampero ya está presente: Paraguay y Uruguay.

A pesar de que la compañía tiene alrededor de 47 licenciatarias en el país para producir los más de 5000 productos que forman parte de su cartera, actualmente, con la liberación de las importaciones, Pampero decidió empezar a importar desde China algunos productos, sobre todo, descartables.

"Importamos elementos de protección descartables, como guantes, protectores oculares y auditivos, entre otros. Esos productos se fabrican indefectiblemente en el exterior porque la Argentina no tiene capacidad de producción masiva para estas líneas", aseguró el empresario.

En cambio, la producción de indumentaria, calzado de seguridad y botas de goma, permanecerá en el país. Pampero fabrica alrededor de 400.000 unidades de calzado por año.

"Ante la nueva realidad económica, tuvimos que retomar viejos contactos con el exterior. Si bien la apertura de las importaciones es una buena noticia, también es un desafío nuestra inclusión en el mundo", comentó, a la vez que insistió en que, en la medida que se mantenga la competitividad de la producción local, la empresa optará por proteger la industria nacional.

Nazar inició un proceso de reconversión del tradicional sello asociado con la ropa de trabajo y, en especial, de campo, a principios de 2024. El objetivo era acercarla al público aventurero y urbano.

"Cuando se la compramos a Alpargatas, de las múltiples líneas que había tenido a lo largo de su historia, solo estaba activa en el segmento de ropa de trabajo. Pero en sus más de 100 años de historia había pasado por distintas categorías que nos propusimos recuperar", señaló Nazar.

Nazar adquirió la marca en diciembre de 2012, anteriormente en manos de Camargo Correa. Pampero pertenecía a la nacional Alpargatas, que, luego de un periodo crítico, entró en concurso preventivo a fines de los '90. Durante ese proceso, la manejaron los fondos de inversión acreedores de la compañía, que ajustaron sus números hasta su venta al grupo brasileño, en 2007.

Sin embargo, la aprobación de la adquisición tardó poco más de tres años, ya que, para que se le aprobara esa compra, Camargo debía vender Pampero, ya que la brasileña controlaba también, a través de Santista Textil, Ombú, con fuerte presencia en el mercado de ropa laboral.

El Grupo Cardón fue elegido entre otros oferentes mediante una licitación pública a fines de 2010, pero el proceso terminó recién en diciembre de 2012. En ese entonces, Nazar reconoció que el proceso costó más del doble de lo que había ofertado la compañía en una primera instancia. El Grupo local pagó $ 30 millones a Camargo Correa por la marca y la propiedad industrial, que incluía la matricería.