¿Recesión en la eurozona? Los aranceles "plantean riesgos para la frágil recuperación"

Los aranceles impuestos por parte de la Administración Trump y la elevada incertidumbre asociada a los actuales giros geopolíticos "plantean riesgos para la frágil recuperación de la eurozona", aseguran los expertos de Rabobank, donde creen que la guerra comercial hará mella en el crecimiento los próximos años. De hecho, ven que en los últimos trimestres de este año podría producirse un modesto descenso del Producto Interior Bruto (PIB).

Abr 23, 2025 - 06:19
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¿Recesión en la eurozona? Los aranceles "plantean riesgos para la frágil recuperación"

¿Planea entonces sobre la región del euro la sombra de una recesión? "Se trata más de una recesión técnica (o estancamiento) que de una recesión profunda, que no alimentará una crisis financiera o de deuda", responden. Aunque, como matizan, "el resultado de la guerra comercial es extremadamente difícil de predecir".

Esperan que las economías de EEUU y China sean las más afectadas en los próximos años, "pero la Unión Europea (UE) también sufrirá las consecuencias", dicen.

Y es que los riesgos a la baja para el crecimiento derivados de la guerra comercial se manifiestan justo cuando la economía aparentemente estaba a punto de entrar en aguas más tranquilas tras las grandes crisis pandémicas y energéticas de los últimos años.

"Los retos estructurales no han remitido, pero la economía de la eurozona se estaba preparando para un mayor crecimiento. El poder adquisitivo real de los hogares de la eurozona se ha recuperado con creces de la caída sufrida durante la crisis energética, el desempleo se mantiene en mínimos históricos y el sustancial descenso de la inflación en los dos últimos años ha permitido al Banco Central Europeo (BCE) bajar los tipos de interés", señalan.

En circunstancias normales, todo ello contribuiría a apoyar el crecimiento en el futuro. A esto hay que sumar que los hogares han ahorrado en los últimos trimestres y su posición de riqueza financiera neta sigue estando en mejor situación que hace dos años. "Pero, por supuesto, las recientes turbulencias del mercado, la volatilidad de los mercados de renta variable y las noticias sobre la guerra comercial podrían pesar sobre el sentimiento, limitando la disposición de los hogares a gastar", añaden.

En conjunto, prevén que la guerra comercial y la incertidumbre que la acompaña restarán aproximadamente 1,5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB durante este año. "Creemos que los riesgos a corto plazo para el crecimiento se inclinan a la baja, también dada la posibilidad de que la guerra comercial y la incertidumbre relacionada se intensifiquen. A más largo plazo, el impulso de la defensa y la inversión plantea riesgos al alza para nuestras perspectivas de crecimiento", afirman.

En este contexto, calculan que el crecimiento del PIB se reducirá al 0,6% este año y al 0,5% el próximo. No obstante, su modelo de probabilidad de recesión muestra que el riesgo a corto plazo está actualmente en su punto más bajo desde marzo de 2022, justo antes de que la guerra de Ucrania y la crisis energética afectaran a la economía.

"Los componentes prospectivos muestran una tendencia al alza para los próximos meses, pero aún dentro de un rango bajo. Así que si -milagrosamente- la versión más benigna de nuestro escenario de guerra comercial se cumple, todavía hay una muy buena oportunidad de que el crecimiento se recupere", indican.

Consideran que el impacto de la guerra comercial se dejará sentir principalmente a través de una menor demanda de sus exportaciones. Y no sólo en EEUU, sino en todo el mundo. También con una mayor incertidumbre que retrasará las decisiones de inversión y el impacto inflacionista de la interrupción de las cadenas de suministro y las medidas de represalia de la UE.

"El impacto inflacionista se verá suavizado, sin embargo, por la fuerte caída reciente de los precios de la energía, la apreciación del euro, que suaviza la demanda mundial, y el hecho de que tanto los productores chinos como los europeos intenten vender más en Europa", explican.

Han ajustado un poco a la baja sus previsiones de inflación "a pesar de un escenario más severo para la guerra comercial". Así, prevén que se sitúe en el 2,4% este año y el 2,2% el próximo. Dicho esto, opinan que la inflación subyacente debería volver a acelerarse en el transcurso de 2025 como consecuencia de la guerra comercial, antes de volver a bajar en el transcurso de 2026 debido al debilitamiento de la demanda.

Con estas nuevas proyecciones, ven que los riesgos para las perspectivas de crecimiento e inflación están bastante equilibrados, lo que ofrece cierto margen para que el BCE baje los tipos de interés una vez más en junio.