Rancho Izaguirre o la 'escuelita del terror' del narco mexicano: el centro de entrenamiento con peleas a muerte y canibalismo
Según testimonios, en "la escuelita del terror" han podido morir centenares de personas.

El cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) es considerado uno de los grupos delictivos más peligrosos de México y Estados Unidos lo tiene señalado como terrorista. Fue el principal rival del cártel de Sinaloa por el control del tráfico de droga por el país y por el mundo. Aquello acabó en una guerra entre ambas organizaciones que ganaron los de Jalisco, a los que hoy se les considera el cártel más atroz en la historia de México.
El CJNG tenía en la localidad de Teuchitlán una importante instalación y no para el tratamiento o almacenaniento de droga. Se llama rancho Izaguirre y ahora se ha sabido que el cártel lo había transformado en un centro de entrenamiento y exterminio con crematorio, conocido como "la escuelita del terror". Lo descubrieron el pasado 6 de marzo, miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, una organización dedicada a la búsqueda de desaparecidos en México, en compañía de agentes de la Guardia Nacional.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó el descubrimiento como "terrible". El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, anunció el inicio de una investigación formal sobre el caso para esclarecer los antecedentes de lo que calificó como una situación "crítica".
Todo resulta propio de la más atroz de las pesadillas. Víctimas de esta organización fueron allí sometidas a torturas y desapariciones sistemáticas. Por eso también disponían de un crematorio clandestino. Se han encontrado más de 400 zapatos, ropa, maletas, mochilas y restos humanos.
Los crematorios fueron hallados en una zona de Teuchitlán que ya había sido peinada por las autoridades en septiembre pasado. Entonces, descubrieron que el lugar era un centro de adiestramiento del crimen organizado, detuvieron a diez personas armadas y liberaron a dos secuestrados.
Cómo se llegaba al infierno Izaguirre
Indira Navarro, representante de Guerreros Buscadores de Jalisco, asegura que llegaron a ser reclutados cientos de jóvenes. Todos llegaban al rancho Izaguirre atraídos por ofertas laborales apetecibles que luego resultaban ser mentira.
"Llegábamos a la central de autobuses y nos ofrecían trabajos bien pagados, pero nada era como decían", ha contado uno de estos jóvenes, que logró escapar, según recoge el periódico La Verdad.
Cuenta el diario que el entrenamiento que los reclutas recibían en el rancho se dividía en tres fases:
- Fase inicial: los reclutas eran sometidos a peleas entre ellos para demostrar su fuerza. Aquellos que no resistían eran asesinados o morían por las condiciones extremas.
- Campo de batalla: los que superaban la primera fase eran enviados a zonas de conflicto, como Zacatecas y Michoacán, para participar en enfrentamientos reales.
- Entrenamiento avanzado: los sobrevivientes recibían formación especializada de exmilitares colombianos y "kaibiles" (soldados de élite del Ejército de Guatemala).
"Si la librabas ahí, te mandaban a la guerrilla… si llegabas a salir de ahí, ya pasabas al segundo nivel", relató el superviviente. Los que aguantaban eran obligados a cavar fosas, colocar una base de piedras y ladrillos, y luego incinerar con gasolina los cuerpos de los asesinados. Estas fosas se utilizaban varias veces antes de ser selladas.
Navarro compartió con la periodista Carmen Aristegui, en su canal de YouTube, las declaraciones de una superviviente del rancho, una mujer que identificó por temas de seguridad como María. "Un aproximado de 1.500 personas", fue la respuesta de esta persona cuando se le preguntó por la cantidad de personas que pudieron morir durante el tiempo que estuvo en las instalaciones, aproximadamente tres años.
Entre los métodos de tortura descritos destaca uno en el que se utilizaban animales. Si los prisioneros eran descubiertos llorando, se les arrojaba a un corral de cerdos hambrientos. "Te tenías que hacer bolita, porque si no los cerdos te comían", contó un sobreviviente.
Según el relato de algunos, en "la escuelita del terror" también hubo niños. Algunos de ellos fueron utilizados para experimentos médicos a cargo de doctores del CJNG. Y escapar era imposible. "Yo buscaba la manera de matarme, pero no podía, porque no nos daban armas. Si decíamos que nos queríamos ir, nos mataban", aseguró María.
Entre las pertenencias halladas en rancho Izaguirre llama la atención una carta. En la breve misiva se lee: "Mi amor si algún día ya no regreso, sólo te pido que recuerdes lo mucho que te amo. Y digas se me fue mi enojón, berrinchón y celoso. JGL. Eduardo Lerma Nito, 2 de mayo del 2003, Cortázar, Guanajuato".
Canibalismo en las pruebas de iniciación
Lo de este rancho sea seguramente lo peor, pero el rastro del CJNG por Jalisco es extenso y atroz. "Sólo este año, se han descubierto fosas masivas, centro de exterminio clandestino, campamento de trabajo forzado, y se ha evidenciado la infiltración del crimen organizado en las policías municipales", detalla Anna Karolina Chimiak, codirectora del CEPAD, organismo civil para la defensa de los derechos humanos.
En agosto de 2023, tras la desaparición de cinco jóvenes, se difundió un video en el que presuntos sicarios los obligaban a atacarse entre sí. Otras prácticas que se les atribuyen incluyen el canibalismo durante las pruebas de iniciación.
Jalisco es el estado mexicano con más desaparecidos, con casi 15.000, según la Comisión Nacional de Búsqueda. El fenómeno se atribuye principalmente a la presencia del cartel CJNG. México contabiliza unos 110.000 desaparecidos, la mayoría desde 2006, cuando el Gobierno declaró la guerra al narcotráfico con participación militar.