Ramos acapara reflectores en empate de Cruz Azul y Rayados
Cada vez que el español Sergio Ramos visita un estadio en México provoca entusiasmo y desconfian-za, primero por su condición de leyenda y luego por el peligro de enfrentarlo en el área rival. Los meses de inactividad del español, comparado con lo que ocurre en jugadores más jóvenes, no parecen tener efecto en los grandes escenarios. Ramos es un capitán distinto, exigente, de jerarquía, capaz de congregar a un mayor número de aficionados en las gradas sólo por verlo jugar con el Monterrey. Cruz Azul resistió ayer los efectos de su popularidad, pero tuvo que exigirse al doble para empatar 1-1 en el Olímpico de Ciudad Universitaria.
Cada vez que el español Sergio Ramos visita un estadio en México provoca entusiasmo y desconfian-za, primero por su condición de leyenda y luego por el peligro de enfrentarlo en el área rival. Los meses de inactividad del español, comparado con lo que ocurre en jugadores más jóvenes, no parecen tener efecto en los grandes escenarios. Ramos es un capitán distinto, exigente, de jerarquía, capaz de congregar a un mayor número de aficionados en las gradas sólo por verlo jugar con el Monterrey. Cruz Azul resistió ayer los efectos de su popularidad, pero tuvo que exigirse al doble para empatar 1-1 en el Olímpico de Ciudad Universitaria.
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