Primer día de caos por las obras del intercambiador de Conde de Casal: "La gente no sabía dónde tenía que ir"
Este lunes los viajeros con destino-origen Conde de Casal han visto alteradas sus rutas de autobús. Las marquesinas de la zona han sido reubicadas en cinco puntos con motivo de la construcción de un nuevo intercambiador en la glorieta. Según las previsiones, esta situación se mantendrá al menos dos años y los viajeros deberán adaptarse a este nuevo orden. Para dirigir a los viajeros, la Empresa Municipal de Transporte (EMT) ha colocado a trabajadores en cada lateral de la Avenida del Mediterráneo. Los empleados de la EMT han informado a los viajeros de los nuevos itinerarios de los autobuses y han empapelado las marquesinas informando de que ya no estaban operativas. Según avanza el diario 20Minutos, muchos usuarios aseguran haberse "llevado una sorpresa desagradable" ante el desorden generado por las obras. Aunque algunos de los desplazamientos de cabeceras se han realizado en lugares cercanos a los originales, otros han sido desplazados de barrio. Los viajeros más afectados por las obras son los que se desplazaban desde Rivas-Vaciamadrid y Arganda, que ahora deberán finalizar su trayecto en Méndez Álvaro, la calle Ombú, Pavones, Sierra de Guadalupe o Atocha. Para facilitar su llegada a la Avenida del Mediterráneo, fin del trayecto de los autobuses interurbanos previamente, se han habilitado tres líneas de la EMT, la 20, 30 y 140. Los empleados de la EMT han podido registrar "un crecimiento notable del flujo de personas que no sabían a dónde tenían que ir". A su vez, han contado que los usuarios no se encuentran muy contentos con el cambio en los itinerarios. "La mayoría dice que es una faena... y lo entendemos. No es lo mismo llegar a Pavones y coger la L9 que a Conde y directamente enganchar con la circular" ha explicado uno de los trabajadores. Muchos de los afectados cuentan que el tiempo de sus desplazamientos ha aumentado hasta un 50% por lo que han tenido que modificar sus rutinas y salidas al trabajo. Servicios reforzados Desde el lunes, los servicios de las líneas 1 y 9 de Metro de Madrid y de la EMT se han visto reforzados con un incremento en las frecuencias para evitar problemas de movilidad. Las modificaciones que se han producido en la zona son el resultado de los cortes necesarios para las obras. El 18 de febrero a las 6.00 de la mañana se ha cortado uno de los dos carriles de entrada a Madrid, concretamente el carril contiguo a las paradas de autobús en la Avenida del Mediterráneo. El Gobierno de la Comunidad de Madrid y de la capital no han dado declaraciones directas sobre el caos producido el lunes y han recomendado a los ciudadanos que "planifiquen sus rutas previamente". Han informado que durante los primeros días de los cambios un equipo de 100 personas estará a disposición de los viajeros para resolver sus dudas. El caos producido en las obras de Conde de Casal se ha visto a principios de año con las obras de soterramiento de la A-5 en las...
Este lunes los viajeros con destino-origen Conde de Casal han visto alteradas sus rutas de autobús. Las marquesinas de la zona han sido reubicadas en cinco puntos con motivo de la construcción de un nuevo intercambiador en la glorieta. Según las previsiones, esta situación se mantendrá al menos dos años y los viajeros deberán adaptarse a este nuevo orden. Para dirigir a los viajeros, la Empresa Municipal de Transporte (EMT) ha colocado a trabajadores en cada lateral de la Avenida del Mediterráneo. Los empleados de la EMT han informado a los viajeros de los nuevos itinerarios de los autobuses y han empapelado las marquesinas informando de que ya no estaban operativas. Según avanza el diario 20Minutos, muchos usuarios aseguran haberse "llevado una sorpresa desagradable" ante el desorden generado por las obras. Aunque algunos de los desplazamientos de cabeceras se han realizado en lugares cercanos a los originales, otros han sido desplazados de barrio. Los viajeros más afectados por las obras son los que se desplazaban desde Rivas-Vaciamadrid y Arganda, que ahora deberán finalizar su trayecto en Méndez Álvaro, la calle Ombú, Pavones, Sierra de Guadalupe o Atocha. Para facilitar su llegada a la Avenida del Mediterráneo, fin del trayecto de los autobuses interurbanos previamente, se han habilitado tres líneas de la EMT, la 20, 30 y 140. Los empleados de la EMT han podido registrar "un crecimiento notable del flujo de personas que no sabían a dónde tenían que ir". A su vez, han contado que los usuarios no se encuentran muy contentos con el cambio en los itinerarios. "La mayoría dice que es una faena... y lo entendemos. No es lo mismo llegar a Pavones y coger la L9 que a Conde y directamente enganchar con la circular" ha explicado uno de los trabajadores. Muchos de los afectados cuentan que el tiempo de sus desplazamientos ha aumentado hasta un 50% por lo que han tenido que modificar sus rutinas y salidas al trabajo. Servicios reforzados Desde el lunes, los servicios de las líneas 1 y 9 de Metro de Madrid y de la EMT se han visto reforzados con un incremento en las frecuencias para evitar problemas de movilidad. Las modificaciones que se han producido en la zona son el resultado de los cortes necesarios para las obras. El 18 de febrero a las 6.00 de la mañana se ha cortado uno de los dos carriles de entrada a Madrid, concretamente el carril contiguo a las paradas de autobús en la Avenida del Mediterráneo. El Gobierno de la Comunidad de Madrid y de la capital no han dado declaraciones directas sobre el caos producido el lunes y han recomendado a los ciudadanos que "planifiquen sus rutas previamente". Han informado que durante los primeros días de los cambios un equipo de 100 personas estará a disposición de los viajeros para resolver sus dudas. El caos producido en las obras de Conde de Casal se ha visto a principios de año con las obras de soterramiento de la A-5 en las...
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