Prada es la resistencia: ni los fondos árabes ni los grandes grupos de lujo logran conquistar a Miuccia

Versace está en venta. El grupo americano Capri, que compró la firma de Gianni Versace en 2018 por 1.800 millones de euros, ya no quiere a la marca de la Medusa en su conglomerado. Prada, controlada por la familia Prada – Bertelli en un 80%, quiere comprar Versace, una operación cifrada por fuentes del sector … Continuar leyendo "Prada es la resistencia: ni los fondos árabes ni los grandes grupos de lujo logran conquistar a Miuccia"

Mar 23, 2025 - 07:37
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Prada es la resistencia: ni los fondos árabes ni los grandes grupos de lujo logran conquistar a Miuccia

Versace está en venta. El grupo americano Capri, que compró la firma de Gianni Versace en 2018 por 1.800 millones de euros, ya no quiere a la marca de la Medusa en su conglomerado. Prada, controlada por la familia Prada – Bertelli en un 80%, quiere comprar Versace, una operación cifrada por fuentes del sector en 1.500 millones de euros y que sería cerrada con músculo financiero propio, sin fondos árabes detrás ni grandes conglomerados del lujo, de acuerdo con el modelo francés LVMH o Kering. Prada es –de momento– la resistencia. 

Pretendientes no faltan, es verdad, pero la caída de las ventas de Versace un 15% en el tercer trimestre de 2024 no reman a favor de Capri, que probablemente deba conformarse con recuperar lo invertido inicialmente, e incluso una cifra menor. Il sole 24 Ore, periódico económico italiano, señala que la transacción, de cerrarse, podría anunciarse en el mes de abril. Capri le ha dado a Prada una espera exclusiva que expiraría el próximo 10 de abril.

A ello debemos sumar la salida de Donatella Versace de la dirección creativa durante las últimas semanas, quien únicamente se queda como embajadora de la marca, según ha informado la compañía. Capri y la ex creativa han hablado de una salida amigable, aunque los mentideros se refieren más bien a relaciones complicadas entre la hermana del desaparecido Gianni y el CEO de Capri, John D. Idol. Lejos de rumores, lo cierto es que Donatella se queda sólo como embajadora en Versace, que es lo mismo que tener una bella pistola en el cinturón, pero con balas de fogueo.

1.500 millones de euros

Prada quiere comprar Versace y lanzar un salvavidas a su compatriota, añadiendo la marca de la Medusa a la compañía controlada por el matrimonio de Miuccia Prada y Patrizio Bertelli. De cerrarse la operación con éxito, Versace se sumaría a la propia marca Prada, a Miu Miu –segunda marca de la familia, que vive un momento de esplendor en cuanto a números– y a las pastelerías gourmet Marchesi 1824. 

Un movimiento que daría a Prada la opción de crear un grupo multimarca de lujo íntegramente italiano y reforzar su posición frente a las grandes plataformas de EEUU y Francia.

Luis Lara, socio de Retalent y profesor de ISEM Fashion Business School (Universidad de Navarra), señala que, efectivamente, la adquisición de Versace va a permitir a Prada competir en el mercado internacional del lujo. «Prada compite principalmente con su marca y Miu Miu, mientras que rivales como Kering, LVMH o Richemont, tienen múltiples marcas como Gucci, Dior, Louis Vuitton, etc. Por ello, incorporar Versace otorgaría a Prada un mayor volumen, presencia global y capacidad para diversificar riesgos y públicos, acercándose más a la estructura multimarca de sus competidores. Además, Prada refuerza su posición frente a las plataformas estadounidenses tras la fragmentación de Tapestry y Capri​», apunta, quienes intentaron fusionarse en el mes de noviembre.

Pone el foco el experto, además, en la estrategia-país lanzada por el Gobierno de Giorgia Meloni, que ha elegido una serie de sectores clave de la economía italiana para destacar. En concreto: la moda, la gastronomía y el mueble. «Desde el Ejecutivo italiano seguro que ven con buenos ojos operaciones de este tipo, las cuales pueden configurar un sector mucho más fuerte y, a la vez, hacer frente a los grupos de lujos franceses», expone el profesor Lara.

Y no sólo eso, cree que «Prada podrá diversificar aún más su portafolio de marcas. Ya que, a pesar de estar en momentos bajos, Versace cuenta con una red de 230 boutiques y más de 400 puntos de venta en todo el mundo, y tiene desde moda hasta hoteles; y a nivel internacional le dará la oportunidad de potenciar la presencia en mercados clave para el lujo como EEUU y Asia».

Frente a los fondos árabes o la hegemonía de los grupos galos

Debemos destacar también que Prada tiene un elemento diferenciador con respecto a otras firmas de lujo de su entorno, como pueden ser Gucci, Louis Vuitton o Valentino, y es que no tiene detrás a ningún fondo de inversión árabe o a un megagrupo de lujo para llevar a cabo la compra de Versace.

Prada es, junto a Armani, la resistencia frente a los grupos de lujo o marcas del sector. El 80% está en manos de Prada-Bertelli, y el resto cotiza en la Bolsa de Hong Kong.

«Es un modelo basado en la gestión familiar del matrimonio, quienes llevan muchos años reforzando la profesionalización del grupo. Siempre han manifestado, además, su voluntad de ser independientes, rechazando el modelo francés de adquisiciones para formar conglomerados o realizar inversiones en otras marcas. En una palabra, diciendo ‘no’ a lo que hacen LVMH, Kering, Richemont o los fondos soberanos árabes», explica el profesor Lara.

No obstante, y a pesar de tener una gestión independiente, los últimos números presentados por Prada avalan la capacidad de la casa con sede en Milán para absorber Versace. Prada elevó sus ventas hasta los 3.344 millones de euros en los primeros nueve meses del pasado ejercicio, unos resultados impulsados, sobre todo, por el desempeño «explosivo» de Miu Miu, que disparó sus ventas un 93%.

En este sentido, afirma el socio de Retalent y profesor de ISEM Fashion Business School, que «aunque es obvio que Prada no cuenta con la misma potencia financiera de los gigantes franceses, sus recientes resultados —crecimiento del 17% del grupo en 2023 y una clara mejora de la rentabilidad— indican que puede tener la suficiente solidez para afrontar una operación de esta envergadura con el respaldo de los bancos si es necesario, sin recurrir a socios financieros externos». Los rumores apuntan a grandes bancos europeos, como Intesa Sanpaolo o BNP Paribas.

Versace y Prada

Por otro lado, a ambas casas italianas les une el lugar geográfico de origen, el sector del lujo y la gestión familiar inicial; pero les diferencia, sin duda, el estilo. Por lo que cabe pensar en si es o no es lógico este tándem Versace y Prada, a pesar de ser dos marcas con estéticas antagónicas.

Sobre ello, el experto subraya que «aunque, a primera vista, parecen casas con estilos muy distintos: Prada es conocida por su minimalismo y menor gama cromática y Versace por su maximalismo y exuberancia, etc. Lo cierto es que Versace tiene una identidad consolidada, así que manteniendo autonomía creativa –como se hace siempre en el mundo del lujo–, no tendría que haber canibalización, sino complementariedad».

Lujo italiano

En definitiva, concluye el profesor Lara, la posible unión de Prada y Versace «no es sólo una operación corporativa, sino movimiento estratégico que podría marcar un ‘antes y un después’ para el lujo italiano». Ya que, en un escenario dominado durante décadas por la hegemonía gala de LVMH o Kering, «esta alianza tiene el potencial de devolver a Italia un papel protagonista, capaz de crear su propio conglomerado, sin renunciar a la esencia del modelo familiar y monomarca que tanto ha definido a firmas como Prada».

Considera, y así lo señala, que el binomio Versace – Prada, «más que una simple adquisición, sería un gesto de resistencia y, al mismo tiempo, de reinvención. Un detonante que podría abrir la puerta a nuevos polos italianos en un mercado cada vez más concentrado. Quizás este sea el empujón necesario para que otros nombres –como Armani o Cucinelli– reconsideren su posición y contribuyan a un made in Italy más fuerte, cohesionado y competitivo. Quizás estamos ante el inicio de un nuevo capítulo para la moda italiana».