Oleada de asaltos de la banda de la alcantarilla en Alcorcón

La Policía Nacional trabaja para atajar la acción delictiva de la bautizada como la banda de la alcantarilla. Se trata de un grupo de sujetos que se dedica a reventar establecimientos comerciales de Alcorcón y Móstoles en horario nocturno con estas tapaderas metálicas y que ha puesto en jaque ya a numerosas víctimas; entre otras cosas, por su voracidad criminal y porque, pese a la alta reincidencia de sus integrantes, entran y salen del calabozo sin apenas castigo. Una suerte de alunizaje en el que, en vez de mazas o coches, tiran de lo que tienen más a mano. En algunos episodios, se han llevado menos de un euro. Suman ya más de dos decenas de asaltos en unos meses. Desde hace alrededor de medio año, un grupo de individuos residentes en la ciudad alcorconera salen a robar para, en la mayoría de los casos, «acudir luego a comprar droga en la Cañada Real de Madrid», explican fuentes policiales de toda solvencia. «Son cinco o seis personas que fuman base de cocaína y que cuando necesitan efectivo salen a dar palos. Antes, las tragaperras tenían dinero, pero ahora los dueños de los bares las dejan vacías al echar la persiana de noche y las máquinas quedan abiertas, porque saben que pueden entrar y asaltarlos», explican a ABC fuentes policiales. De ahí se marchan al poblado de Villa de Vallecas, que les queda relativamente cerca, o a cualquier narcopiso a por su dosis. Solo en la última semana, los agentes de la comisaría han detenido a algunos varias veces. Pero como los robos con fuerza tienen poco reproche penal, conforme pasan por el juzgado, salen a la calle, sumando antecedentes. Nuestros informantes explican que se trata de gente ya veterana en el mundo delictivo. De hecho, frisan los 50 años y el más joven tiene unos 43. El pasado fin de semana, hubo otro intento en Alcorcón, pero la alarma del establecimiento saltó y los ladrones pusieron pies en polvorosa. En ocasiones, se trasladan en sus propios vehículos o caminando, pero también utilizan coches de alquiler; lo que se desconoce es con qué documentación los arriendan. También hay veces en las que se trasladan a la vecina Móstoles, donde los policías que allí trabajan también tienen información sobre la banda de la alcantarilla. El bar Venecia, el Apolo, la pizzería Nápoles, la cafetería del polideportivo Los Cantos, la del gimnasio Parque de Lisboa… Los bares son su especialidad. No solo porque pueden encontrar algo de dinero en efectivo, aunque tampoco hay tanto ya; sino porque también se llevan de allí botellas de bebidas alcohólicas, bien para su consumo o para cambiarlas por una micra de la sustancia ilegal más barata que puedan adquirir. Lo hacen con abrigos y poca pericia a la hora de camuflar sus rostros, sin importarles tampoco las cámaras de seguridad. Paola Andara, la encargada de la peluquería Majestic Salón Spa, situada en la calle de Salamanca, en pleno centro de la ciudad, bien sabe lo que es sufrir la visita de este grupo. Explica a ABC que ha vivido dos robos, casi consecutivos, los días 13 y 20 de diciembre. Le reventaron la cristalera del local con una alcantarilla cuadrada que habían arrancado del suelo. No solo es el valor del destrozo, sino también que arramplaron con todo lo que vieron de valor: el televisor, la caja registradora, un ordenador portátil y hasta los paquetes que había, puesto que el negocio también funciona como punto de entrega y recogida de pedidos de las empresas de reparto Seur y GLS. La gerente del salón de belleza afirma que cree que detuvieron a los autores, tres personas. Están ya en la calle. Fuentes del caso coinciden en que, normalmente, van dos o tres delincuentes a cada golpe, y que puede haber un cuarto en las inmediaciones, «para dar el agua», en referencia a que vigila y alerta a sus compinches si ve llegar a la Policía. Si son sorprendidos, pueden salir huyendo a pie, «porque se conocen muy bien la zona». La madrugada del domingo 6 de abril, sobre las cuatro, hicieron lo propio en el instituto La Arboleda, en la avenida del Oeste, cuando sintieron que se acercaban las patrullas. E insisten en el problema de la multirreincidencia: «A un detenido se le ha pillado por el robo en el bar El Trasgu; pero es que antes había sido arrestado por dos atracos con una pistola simulada en farmacias », añaden. Así, no extraña que se hayan producido alrededor de veinte o veinticinco acciones delictivas de esta banda española. Por no contar los coches aparcados en los que también causan destrozos para llevarse lo que sea. Todo les vale. Hay otro negocio que cuenta ya con ocho asaltos, dos en el mismo año; lo que genera, además, el consiguiente conflicto con las compañías aseguradoras. El 16 de mayo de 2023, la Policía Nacional ya detuvo a seis personas de lo que se presupone que es la misma banda: actuaban en Móstoles y Alcorcón y fueron sorprendidos cuando asaltaban una tienda informática. También se han registrado algunos sucesos con alcantarillas recientemente en el barrio del Pilar, pero no son los mismos auto

Abr 18, 2025 - 04:29
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Oleada de asaltos de la banda de la alcantarilla en Alcorcón
La Policía Nacional trabaja para atajar la acción delictiva de la bautizada como la banda de la alcantarilla. Se trata de un grupo de sujetos que se dedica a reventar establecimientos comerciales de Alcorcón y Móstoles en horario nocturno con estas tapaderas metálicas y que ha puesto en jaque ya a numerosas víctimas; entre otras cosas, por su voracidad criminal y porque, pese a la alta reincidencia de sus integrantes, entran y salen del calabozo sin apenas castigo. Una suerte de alunizaje en el que, en vez de mazas o coches, tiran de lo que tienen más a mano. En algunos episodios, se han llevado menos de un euro. Suman ya más de dos decenas de asaltos en unos meses. Desde hace alrededor de medio año, un grupo de individuos residentes en la ciudad alcorconera salen a robar para, en la mayoría de los casos, «acudir luego a comprar droga en la Cañada Real de Madrid», explican fuentes policiales de toda solvencia. «Son cinco o seis personas que fuman base de cocaína y que cuando necesitan efectivo salen a dar palos. Antes, las tragaperras tenían dinero, pero ahora los dueños de los bares las dejan vacías al echar la persiana de noche y las máquinas quedan abiertas, porque saben que pueden entrar y asaltarlos», explican a ABC fuentes policiales. De ahí se marchan al poblado de Villa de Vallecas, que les queda relativamente cerca, o a cualquier narcopiso a por su dosis. Solo en la última semana, los agentes de la comisaría han detenido a algunos varias veces. Pero como los robos con fuerza tienen poco reproche penal, conforme pasan por el juzgado, salen a la calle, sumando antecedentes. Nuestros informantes explican que se trata de gente ya veterana en el mundo delictivo. De hecho, frisan los 50 años y el más joven tiene unos 43. El pasado fin de semana, hubo otro intento en Alcorcón, pero la alarma del establecimiento saltó y los ladrones pusieron pies en polvorosa. En ocasiones, se trasladan en sus propios vehículos o caminando, pero también utilizan coches de alquiler; lo que se desconoce es con qué documentación los arriendan. También hay veces en las que se trasladan a la vecina Móstoles, donde los policías que allí trabajan también tienen información sobre la banda de la alcantarilla. El bar Venecia, el Apolo, la pizzería Nápoles, la cafetería del polideportivo Los Cantos, la del gimnasio Parque de Lisboa… Los bares son su especialidad. No solo porque pueden encontrar algo de dinero en efectivo, aunque tampoco hay tanto ya; sino porque también se llevan de allí botellas de bebidas alcohólicas, bien para su consumo o para cambiarlas por una micra de la sustancia ilegal más barata que puedan adquirir. Lo hacen con abrigos y poca pericia a la hora de camuflar sus rostros, sin importarles tampoco las cámaras de seguridad. Paola Andara, la encargada de la peluquería Majestic Salón Spa, situada en la calle de Salamanca, en pleno centro de la ciudad, bien sabe lo que es sufrir la visita de este grupo. Explica a ABC que ha vivido dos robos, casi consecutivos, los días 13 y 20 de diciembre. Le reventaron la cristalera del local con una alcantarilla cuadrada que habían arrancado del suelo. No solo es el valor del destrozo, sino también que arramplaron con todo lo que vieron de valor: el televisor, la caja registradora, un ordenador portátil y hasta los paquetes que había, puesto que el negocio también funciona como punto de entrega y recogida de pedidos de las empresas de reparto Seur y GLS. La gerente del salón de belleza afirma que cree que detuvieron a los autores, tres personas. Están ya en la calle. Fuentes del caso coinciden en que, normalmente, van dos o tres delincuentes a cada golpe, y que puede haber un cuarto en las inmediaciones, «para dar el agua», en referencia a que vigila y alerta a sus compinches si ve llegar a la Policía. Si son sorprendidos, pueden salir huyendo a pie, «porque se conocen muy bien la zona». La madrugada del domingo 6 de abril, sobre las cuatro, hicieron lo propio en el instituto La Arboleda, en la avenida del Oeste, cuando sintieron que se acercaban las patrullas. E insisten en el problema de la multirreincidencia: «A un detenido se le ha pillado por el robo en el bar El Trasgu; pero es que antes había sido arrestado por dos atracos con una pistola simulada en farmacias », añaden. Así, no extraña que se hayan producido alrededor de veinte o veinticinco acciones delictivas de esta banda española. Por no contar los coches aparcados en los que también causan destrozos para llevarse lo que sea. Todo les vale. Hay otro negocio que cuenta ya con ocho asaltos, dos en el mismo año; lo que genera, además, el consiguiente conflicto con las compañías aseguradoras. El 16 de mayo de 2023, la Policía Nacional ya detuvo a seis personas de lo que se presupone que es la misma banda: actuaban en Móstoles y Alcorcón y fueron sorprendidos cuando asaltaban una tienda informática. También se han registrado algunos sucesos con alcantarillas recientemente en el barrio del Pilar, pero no son los mismos autores.