No hay color entre Bucks y Thunder
Milwaukee es un equipo muy mejorado tras los traspasos de Kuzma, Porter y Sims. Y aún así, anoche quedó patente la tremenda diferencia entre una plantilla buena y otra superlativa. La entrada No hay color entre Bucks y Thunder se publicó primero en NBAManiacs. Source: NBAManiacs


Podemos fingir, exagerar, disfrazarlo y venderlo de ‘posible anticipo de las Finales de la NBA’. Pero todos sabemos que estaríamos fingiendo y exagerando. O, directamente, mintiendo.
Aunque se acerca, no es momento todavía para saber cuál es el techo de Milwaukee Bucks este curso; pero desde luego no es ganar el campeonato.
¿Finales de Conferencia? ¿De la NBA? Lo primero, tal vez. Lo segundo, casi mejor que no. Y si ocurriera, cruzar los dedos por que al otro lado no estén esperando los Oklahoma City Thunder.
En sus dos cruces de temporada regular (son sólo dos por año), OKC ha sido un Mastín y los Bucks el triste muñeco de trapo entre sus fauces, con el interior de algodón desparramándose por los suelos.
Así se sintetizan dos palizas, pero en donde no tendremos en cuenta la primera, ya que en su visita al Paycom Center de Oklahoma a principios de febrero, los Bucks viajaron sin un sólo titular, mientras los Thunder contaban con Shai (y con eso basta). Victoria local por 125 a 96.
Pero ayer sí. Anoche fue un simulacro en toda regla, donde si alguien partía con ventaja eran precisamente los de Doc Rivers. Y no sólo por jugar en casa.
OKC al 70 por ciento, es OKC de sobra
Milwaukee saltaba al rectángulo sin ninguna baja, con toda la plana mayor disponible: Antetokounmpo, Lillard, López, Kuzma y Prince para el salto inicial, así como sus recambios de garantía en la rotación, con Porter Kr., Trent, Green, e incluso el pívot venido de los Knicks, Jericho Sims. Todos.
Por el bando de Oklahoma, no obstante, sí arrastraban dos bajas sensibles: Luguentz Dort y Jalen Williams. Aunque mejor que ‘sensibles’, más apropiado es decir ‘titulares’.
Porque sensibles no fueron, ni lo suelen ser en el octavo mejor banquillo de la NBA (+4,7).
A falta de Williams (segundo máximo anotador del equipo) y Dort (líder de la defensa exterior), Mark Daigneault sacó a Kenrich Williams como eslabón más débil (jugó 19 minutos) y el sophomore Cason Wallace, otro perro de presa con poderío two-way.
El equilibrio no corrió peligro alguno, pues en la segunda unidad aguardaba la veterana garra de Alex Caruso, la chispa de Aaron Wiggins (41 puntos en febrero a los Kings), la fiabilidad de Jaylin Williams (triple-doble a Portland hace tres días) y los triples certeros de Isaiah Joe.
Kenrich Williams e Isaiah Joe, por cierto, suplentes habituales que emergen con el segundo (+15,7) y tercer (+15,1) mejor net rating de toda la NBA. Repetimos: segundo y tercer mejor net rating de toda la NBA.
El primero, por supuesto, pertenece a Shai Gilgeous-Alexander (+16,6).
Posición | Jugador | Mejores net ratings de la NBA |
---|---|---|
1. | Shai Gilgeous-Alexander (OKC) | 16,6 |
2. | Kenrich Williams (OKC) | 15,7 |
3. | Isaiah Joe (OKC) | 15,7 |
4. | Evan Mobley (CLE) | 14,4 |
5. | Sam Merrill (CLE) | 13,5 |
6. | Aaron Wiggins (OKC) | 13,4 |
7. | Luguentz Dort (OKC) | 12,6 |
8. | Luke Kornet (BOS) | 12,5 |
9. | Donovan Mitchell (CLE) | 12,2 |
10. | Ty Jerome (CLE) | 12,1 |
Una única ley: su ley
Los Thunder son un conjunto que no sólo te aplasta, sino que lo hace mientras te roba la identidad.
Los Bucks, un equipo que basa gran parte de su éxito en el control del rebote y en su acierto en el tiro (quintos en true shooting, segundos en triples), vieron como su baloncesto de ataque empequeñecía ante la defensa de OKC –que no es sino la mejor de la NBA, recibiendo sólo 106,2 ppp– terminando con 39,8% en tiro de campo.
Y devorados, luego, en su propio terreno. El rebote. 50 a 38. Aunque tiene trampa este dato, pues se da la paradoja de que los Bucks son el mejor equipo de la Liga en el rebote defensivo y el peor en el ofensivo.
Sí, de coña.
Por tanto, ante un mal día en el lanzamiento de Milwaukee la estadística no hizo más que cumplirse: de los 59 rebotes en juego bajo los tableros de Oklahoma, 50 los ganó la defensa y sólo nueve fueron recapturados por los Bucks.
Muerte por desangramiento
Un cuarto duró la igualdad. Los del Lago Michigan cerraron el primer cuarto con una ventaja de dos puntos. Su máxima renta de todo el partido.
A partir de entonces, como una cuadrilla de aceituneros, la versátil plantilla de OKC fue vareando a los Bucks, vaciándoles por dentro y por fuera, hasta romper el duelo en el inicio de tercer cuarto mientras convertían la pintura rival (que, por el portal Teamrankings, vemos que es la sexta que menos puntos recibe) en su patio de recreo, sumando un total de 60 puntos (24 más que Milwaukee) y con Isaiah Hartenstein haciéndoles un traje a medida (11 de 15 en su hoja de tiro).
En resumidas cuentas: unos Thunder, incluidos los dieciséis minutos que SGA pasó en el banquillo, dominadores de principio a fin.
La prueba de fuego
Hace tres semanas nos preguntábamos si le faltaba algo a la plantilla de OKC y si había acertado la gerencia al optar por el inmovilismo en el mercado de invierno. A esta duda, contestaron varios foreros que solo necesitan dos cosas: experiencia y tiempo.
Y es cierto. No hay más. Tan sólo esperar.
Y un nuevo y único interrogante: si –teniendo todo lo demás– será suficiente con esa ‘experiencia’ y ‘tiempo’ que da tiempo a adquirir en el estrecho segmento que separa una primera ronda de playoffs de unas Finales de la NBA.
Ya que de llegar a ellas, no será ni Anteto ni el currículum de 2021 lo que salve a los Bucks.
(Fotografía de portada de Benny Sieu-Imagn Images)
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