No eres flojo, esta es la explicación científica de por qué te cuesta trabajo dormir en época de frío

Si últimamente te cuesta dormir y nada parece funcionar, no eres el único, aunque intentes de todo (té caliente, estiramientos, aceites esenciales), el insomnio sigue ahí. Pero hay una explicación: el insomnio invernal es real y puede ser el culpable de tus noches en vela.

Veamos qué es, por qué sucede y cómo solucionarlo sin convertirlo en una preocupación más grande de lo necesario.

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¿Qué es el insomnio invernal?

El insomnio invernal es esa molestia nocturna que aparece cuando llega el frío. No es solo porque el clima te haga querer quedarte en la cama más tiempo, sino porque la reducción de horas de luz y las bajas temperaturas alteran tu ciclo de sueño.

Así es, aunque parezca extraño, el invierno afecta tu reloj interno y puede hacer que te cueste trabajo dormir bien.

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¿Por qué empeora esto en invierno?

Hay varios factores en juego, pero el principal es la falta de luz solar, menos luz significa que tu cuerpo se descontrola porque los ritmos circadianos, que regulan tu sueño, dependen de ella. Además, el frío puede hacer que no estés del todo cómodo en la cama, y el hecho de pasar más tiempo en interiores disminuye tu actividad física, afectando aún más tu descanso.

Y la cosa se pone peor si le sumamos a la ecuación estrés y ansiedad, que tienden a aumentar en invierno, ya que pueden intensificar el insomnio, además, si sumas el exceso de cafeína para mantenerte despierto o el tiempo frente a pantallas antes de dormir, tu sueño se verá aún más afectado.

¿Cómo solucionarlo?

La buena noticia es que puedes controlarlo con algunos ajustes:

1. Aprovecha la luz natural: Abre las cortinas, sal a caminar o usa una lámpara de terapia de luz para ayudar a regular tu ritmo interno.
2. Crea un ambiente acogedor: Asegúrate de que tu habitación tenga una temperatura adecuada. Usa ropa de cama de algodón o lana para mayor comodidad.
3. Prepara tu cuerpo para dormir: Evita la cafeína y las pantallas antes de acostarte. Opta por una rutina relajante como leer, escribir un diario o hacer estiramientos suaves.

El insomnio invernal no es el fin del mundo, solo un ajuste estacional. Con pequeños cambios y paciencia, recuperarás esas noches de descanso que tanto necesitas. ¡Dulces sueños!