Ni Dubái ni Londres: uno de los barrios más caros del mundo está construido sobre el Mediterráneo
El lugar favorito de la 'jet set' siempre está de moda: ahora porque acaba de estrenar Mareterra, un distrito muy exclusivo que se ha construido ganándole espacio al mar.
A la hora de viajar, hay lugares que solo nombrarlos ya nos ponen los dientes largos: Maldivas, la Costa Azul o Dubái son algunos de los destinos del mundo que garantizan experiencias inolvidables con una alta dosis de exclusividad. Y para esos viajeros que quieren (y pueden) salirse de lo común, tenemos Mónaco, un país a tiro de piedra de España donde el lujo no está solo en su famoso Casino o en los súper yates amarrados en el puerto, sino que ahora también se extiende a Mareterra, el reciente barrio que ha inaugurado y que se asienta sobre el mar.
El paraíso de la riqueza
Que las ciudades quieran ganarle espacio al mar en la carrera hacia lo más exclusivo no es nuevo, ya lo hizo Dubái con sus lujosas islas artificiales. Ahora tras 10 años de obras faraónicas, este proyecto inmobiliario monegasco es también una realidad. El distrito de Mareterra cuenta con 120 apartamentos de un mínimo de 400 metros cuadrados, diez villas y algunas de las boutiques más refinadas del mundo. Eso sí, estas propiedades no están al alcance de cualquier bolsillo, ya que el precio por metro cuadrado alcanza la cifra de 120.000 euros. Y aún así, ya están todas vendidas.
Qué visitar en Mónaco más allá de Mareterra
Si te apetece descubrir por ti mismo qué tiene este principado en poco más de dos kilómetros cuadrados para que las mayores fortunas y celebridades del mundo se rindan a sus encantos, te animamos a explorarlo durante un intenso fin de semana. Empezamos por Le Rocher, el casco antiguo de Mónaco de estrechas calles medievales de piedra y repletas de tiendas y cafés con maravillosas vistas al Mediterráneo. Esta colina rocosa es uno de los lugares favoritos de los turistas, ya que aquí se se encuentran algunos de los principales monumentos de Mónaco, como el Palacio del Príncipe y la Catedral de San Nicolás.
La Catedral de Nuestra Señora Inmaculada
Construida en estilo románico-bizantino, destaca por su impresionante fachada blanca con detalles en mármol, y en el interior de la catedral monegasca, además de una rica decoración con mosaicos y esculturas, encontrarás el mausoleo de la familia Grimaldi.
Del casino a la ópera frente al mar
Pero el barrio más conocido de la ciudad es Montecarlo, capital del Principado y donde se encuentra el lujoso casino, la Sala Garnier, un teatro de estilo italiano cubierto de rojo y oro, réplica en miniatura de la Ópera de París y el único teatro de ópera en el mundo con vistas al mar. También en esta zona está el Boulevard des Moulins y la iglesia de San Carlos.
El Museo Oceanográfico
Por supuesto, en un viaje a este pequeño principado no puede faltar un paseo para recrearnos la vista con los magníficos yates y barcos que reposan amarrados en sus aguas. Pero también os recomendamos reservar un par de horas para visitar el espectacular Museo Oceanográfico construido en 1910 por el tatarabuelo del actual príncipe de Mónaco. Está situado sobre un acantilado sobre el mar y en su interior alberga un gran esqueleto de ballena y un impresionante acuario.
El mercado de Condamine
Si algo no falta en Mónaco, además de famosos y millonarios, son tiendas que ponen a prueba el estado de cualquier tarjeta de crédito. Sin embargo, nosotros te recomendamos este mercado de ambiente provenzal (fundado en 1880) que se encuentra cerca del puerto y que es el mejor lugar para comprar artesanía, disfrutar viendo productos frescos locales y también comer a un precio más o menos moderado.
