Murió Francisco: el Papa que desplazó a los conservadores y le cambió la cara a la Iglesia argentina

Jorge Bergoglio fue un hombre de fe y un político hábil. A pesar de no haber vuelto a pisar la Argentina, el Papa Francisco logró un cambio de figuras clave para el futuro de la Iglesia Católica en nuestro país.

Abr 21, 2025 - 21:03
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Murió Francisco: el Papa que desplazó a los conservadores y le cambió la cara a la Iglesia argentina

El papado de Jorge Mario Bergoglio dio como resultado la reforma no sólo de la Iglesia Católica en el mundo sino también de esa institución en Argentina.  Uno de los grandes legados políticos de Francisco en sus 12 años como Sumo Pontífice fue la designación de religiosos afines en lugares clave y el alejamiento de los conservadores de la cúpula del poder. 

"A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de la Iglesia", anunció el Camarlengo (quien asumirá transitoriamente las funciones del papa fallecido), cardenal Kevin Joseph Farrell, desde la casa de Santa de Marta.

La noticia conmocionó no sólo al mundo sino que puso en perspectiva los cambios que se dieron en esta institución en Argentina gracias a la política del primer papa jesuita y latinoamericano.

Entre las últimas decisiones de Francisco se incluyen la designación de Arzobispos afines como cardenales; el traspaso de la sede primada de Argentina desde Buenos Aires a Santiago del Estero y la designación de un cura progresista al frente del Arzobispado de La Plata. 

Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 cardenales, de los cuales 138 son electores por tener menos de 80 años. En Argentina, hay 8 cardenales de los cuales 4 están en edad de votar. Los cuatro cardenales fueron designados por Francisco en los últimos doce años. 

El primero de ellos fue designado en 2014 por Jorge Bergoglio, se trata del exarzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli. El cardenal hoy tiene 77 años y está autorizado para participar en cualquier cónclave a realizarse antes de 2027, cuando cumpla 80 años.

En segundo lugar, el arzobispo de Córdoba, Ángel Sixto Rossi, tiene 66 años y fue designado el 30 de septiembre del 2021 como cardenal.

 Víctor Manuel Tucho Fernández (es rector de la Universidad Católica Argentina) y tiene 62 años, fue ungido cardenal por el papa Francisco  durante el consistorio del 30 de septiembre de 2023. 

El último fue el obispo de Santiago del Estero Vicente Bokalic, tiene 72 años; Fue designado cardenal durante el consistorio del 7 de diciembre del 2024. 

La designación de Bokalic vino de la mano con la decisión de la Iglesia Católica de traspasar la sede primada de Argentina desde Buenos Aires a Santiago del Estero. 

La ceremonia se llevó a cabo en septiembre del 2024 en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Carmen, marcando un momento significativo y fundacional en la historia santiagueña.

El arzobispo de Buenos Aires, García Cuerva destacó que la decisión del papa Francisco "es volver hacia la periferia desde donde se anunció el Evangelio desde hace más de 400 años."

 "Santiago, primera en misión: ‘Vayan y cuenten" es un lema que nos compromete a todos a ser una Iglesia que quiere comunicar El Evangelio, sin asco, sin miedo y sin demora como dice Evangelii Gaudium", indicó el arzobispo al diario El Liberal en ese momento. 

 El enviado papal oficializó a Santiago del Estero como la nueva sede primada de Argentina, elevando su jurisdicción episcopal a arquidiócesis y designando a monseñor Vicente Bokalic como arzobispo y primado. Este acto fue visto como una reparación histórica y un reconocimiento al interior profundo del país, fundamental para el proceso de evangelización. 

Entre aquellas decisiones estratégicas se ubicó la designación en el mismo año de Gustavo Carrara (51 años) como nuevo arzobispo de la importante y estratégica arquidiócesis de La Plata. 

Se trató de una sede que estaba vacante desde mayo del 2024 luego de la renuncia a su cargo del obispo Gabriel Mestre. Mestre era un obispo ultraconservador que mantuvo abierta una disputa con Francisco y que culminó en su renuncia.  

El nombramiento de Carrara se produjo días después de haber sido designado como presidente de la comisión episcopal de Cáritas nacional, esto implicó un fuerte respaldo de la jerarquía católica argentina. 

 Apenas se hizo pública la noticia del nombramiento el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, difundió una carta en la que agradece "en nombre de la Iglesia de Buenos Aires por la vida y la entrega de monseñor Gustavo Carrera entre nosotros" y se compromete a acompañarlo en su nueva misión.

 Carrera, señalado en diversas ocasiones como "el obispo villero", se caracterizó por su acompañamiento a los sectores populares, el trabajo con los pobres junto a los curas villeros, y en los llamados "Hogares de Cristo". 

El arzobispo de La Plata se había pronunciado declaraciones contrarias a la actual conducción de la política nacional y sostuvo que "recortar a los pobres es un pecado". Carrera reclamó "la presencia inteligente y necesaria del Estado porque si no el narcotráfico va avanzando y mata personas en concreto, hipoteca la vida de niños y adolescentes".

Al ser designado en La Plata, una de las sedes más importantes en Argentina. Francisco consolidó el cambio de fisonomía dentro del episcopado nacional, no sólo un cambio generacional, sino de perspectiva con un compromiso centrado en los pobres. 

Hasta el momento del cambio, la arquidiócesis de La Plata fue conducida pastoralmente por el Arzobispo ultraconservador Héctor Aguer. El religioso renunció a su cargo por cumplir la edad de 75 años, el límite permitido para estar al frente de dicho cargo. 

 En esa ocasión Mestre escribió una carta a la feligresía platense en la que comunicó que "días atrás, la Santa Sede me convocó en Roma a dialogar sobre algunos aspectos de la diócesis de Mar del Plata (n. de r.: su anterior cargo) luego de mi traslado a la Arquidiócesis de La Plata al ser designado arzobispo metropolitano por el papa Francisco". 

En la misma nota el arzobispo precisó que "después de confrontar algunas percepciones distintas con lo acontecido en la diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023 hasta la actualidad, el papa Francisco me pidió la renuncia a la sede platense".

Desde 1955 en adelante la arquidiócesis de La Plata se caracterizó por el perfil conservador de los obispos que estuvieron a cargo: Antonio Plaza (1955-1985); Antonio Quarracino (1985-1990); Carlos Galán (1991-2000) y Héctor Aguer (2000-2018). 

Este último mantuvo duros enfrentamientos públicos por asuntos teológicos y pastorales con Bergoglio tanto cuando éste se desempeñaba como arzobispo de Buenos Aires como, posteriormente, una vez que asumió como máxima autoridad de la Iglesia Católica.