Moncloa ve "muy difícil" aprobar los Presupuestos pese a las últimas cesiones a Junts y ERC

Las últimas concesiones de Moncloa a los partidos independentistas no están sirviendo para desbloquear la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año. El deshielo con Junts de principios de este año insufló optimismo a los socialistas, que vieron una oportunidad de poder presentar unas cuentas en este primer trimestre, tal y como se había comprometido el presidente del Gobierno. Pero marzo toca a su fin sin atisbos de acuerdo presupuestario y a pesar de que en estos tres meses el PSOE ha acelerado varios compromisos tanto con sus socios de ERC como de Junts. Así lo reconocen fuentes gubernamentales, que consideran que las cuentas son un "puzle más complejo" que cualquier otra negociación, por lo que a estas alturas ven "muy difícil" poder sacarlas adelante.

La delegación de competencias migratorias a Cataluña acordada con los de Carles Puigdemont ha servido para allanar el camino de la reforma de la ley de extranjería que reubicará a más de 4.000 menores migrantes por todo el territorio, pero no ha tenido efectos directos sobre la negociación de las cuentas públicas. Tampoco implicó avances presupuestarios haber troceado el decreto ómnibus para retirar las iniciativas económicas a cambio del apoyo de Junts ni haber permitido la tramitación de la iniciativa de los de Puigdemont para pedir que Pedro Sánchez se sometiese a una cuestión de confianza.

El último de estos gestos que no ha sido útil para que el PSOE desbloquee los Presupuestos se produjo este martes, cuando los socialistas accedieron a tramitar la ley de Junts para desalojar a okupas en 48 horas, en contra de su propio argumentario sobre la okupación y del criterio de sus socios de Sumar, ERC y Bildu. Sin olvidar algún que otro guiño de los socialistas como el de adherir a España a un protocolo europeo que permite a los altos tribunales solicitar al TEDH emitir opiniones consultivas sobre la interpretación de leyes como la de la amnistía. En definitiva, el "partido a partido" decretado por Junts como única fórmula de negociación ha alejado tanto la carpeta presupuestaria que el PSOE casi la ha perdido de vista.

Pero no solo es cosa de Junts. Tampoco parece que la quita de la deuda acordada con ERC para el perdón de 18.000 millones de euros a Cataluña haya servido para acercar el apoyo de los republicanos. De hecho, Oriol Junqueras avisó este martes al PSOE de que o cumple con los acuerdos firmados o no habrá presupuestos ni para este año ni para el que viene. Al respecto, hizo hincapié en el traspaso íntegro de Rodalies y en el modelo de financiación autonómica para empezar a hablar de ello.

Pero, además de Junts y ERC, otros socios del Gobierno como Podemos o el BNG también han lanzado sus advertencias. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, avisó a Sánchez durante las reuniones con los grupos celebradas en Moncloa de que el aumento del gasto militar marcará el rumbo de la legislatura y tendrá efectos en todas aquellas cuestiones que están encima de la mesa. En el caso de los Presupuestos, aseguró que no están en el horizonte. Por su parte, Néstor Rego (BNG) también trasladó el rechazo de su formación a que haya más gasto en defensa y le advirtió de que este asunto afecta a otras cuestiones que requieren ser negociadas.

En sus mensajes públicos, el Ejecutivo asegura que su "voluntad" es sacar adelante los Presupuestos de 2025 y que con ese fin seguirá "trabajando y dialogando" con las distintas fuerzas. En privado apuntan a que hay "llamadas y sondeos", aunque reconocen que el asunto "está difícil". "Somos conscientes de la complejidad parlamentaria", alegó la ministra portavoz, Pilar Alegría, este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, una respuesta similar a la de la semana pasada y también a la de la anterior.

Desde Ferraz tampoco lo ven nada claro, y aunque recalcan que la puerta "no está cerrada", apelan a que vivimos un momento extraordinario con una guerra a las puertas de Europa. Además, sostienen que otros gobiernos municipales y autonómicos también han prorrogado sus presupuestos sin que nadie se haya llevado las manos a la cabeza y defienden las cuentas actuales, prorrogadas por segundo año consecutivo. Y aunque se resisten a resignarse por completo, a estas alturas de marzo y con un retraso de casi medio año respecto al mandato constitucional, las posibilidades son cada vez más escasas.