Ministros al timón de un nuevo PSOE

Pilar Alegría ha culminado este fin de semana la 'operación desembarco' de ministros en el mapa de puertos del PSOE. La actual Portavoz del Gobierno y titular de Educación toma las riendas del partido en Aragón al igual que lo han hecho otros compañeros de Gabinete, como Diana Morant en la Comunidad Valenciana, Ángel Víctor Torres en Canarias, Oscar López en Madrid o la vicepresidenta María Jesús Montero en Andalucía.

La estrategia del presidente no sólo persigue que el aura ministerial ayude a reconquistar esas plazas en las próximas elecciones autonómicas sino también que la transformación del PSOE que ha protagonizado en los últimos años se capilarice y consolide. El sanchismo no descansa y quiere asegurarse el futuro.

Poco se está hablando de estos congresos regionales del PSOE, sepultados en los telediarios con el aluvión de informaciones de alcance casi diarias en torno a Donald Trump, la guerra de Ucrania, los aranceles, el rearme europeo o, en nuestro patio doméstico, las braceadas de Mazón para sobrevivir a la DANA. Dado que los socialistas solo gobiernan en cuatro autonomías, Cataluña, Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra, donde, obviamente no ha habido cambio de barones, tampoco debería resultar tan relevante la llegada de nuevos líderes a la oposición del resto de territorios. La escaletas de televisiones y las planillas de periódicos siguen la evidente lógica informativa.

Sin embargo, tan coordinado aterrizaje de ministros de probada fidelidad sanchista y ejercitados en los métodos de supervivencia de este Gobierno, fajado en complejos pactos, abierto a negociaciones imposibles y reacio a dar ninguna bola por perdida, prefigura un PSOE bien distinto al que construyeron Felipe González y Alfonso Guerra en los tiempos de las mayorías absolutas. Y hay que seguirle la pista.

María Chivite puede ser buena muestra de este nuevo camino. Este fin de semana será reelegida líder del PSOE de Navarra, autonomía que gobierna desde 2019 gracias a los votos de Geroa Bai y Contigo Zurekin y la abstención de EH Bildu. Atrás quedan sinsabores y desautorizaciones del pasado, como cuando Ferraz impidió en 2014 a sus compañeros navarros presentar una moción de censura contra la presidenta Yolanda Barcina, de UPN, para no aceptar los votos de los abertzales. También transita este camino Salvador Illa, quien ha reconquistado la Generalitat de Cataluña desactivando la fuerza electoral del independentismo desde los pactos suscritos por Sánchez en Madrid.

Otro PSOE, dicen algunos. El mismo, pero en una situación política distinta, dijo este domingo la vicepresidenta Montero a Jordi Évole. Y cuando le preguntó por las críticas de Felipe González al Gobierno no tuvo ningún reparo en afirmar que "a veces, me da pena", tras reclamar que "hay que entender que los tiempos políticos cambian".