Miguel Fernández toma posesión como nuevo alcalde de Lugo, el tercero en dos años
El socialista Miguel Fernández es, desde este martes, el nuevo alcalde de Lugo, después de que en pleno extraordinario su candidatura obtuviese la ya esperada mayoría de votos, sumando los favorables de su partido y también los del BNG. Se trata del tercer regidor que toma posesión del bastón de mando de la ciudad en los últimos dos años. El que ya es el nuevo mandatario local estuvo acompañado por sus familiares, amigos, trabajadores del Concello y varios compañeros de partido, entre un numeroso público. No hubo sorpresas y, tal y como se esperaba después del acuerdo alcanzado la pasada semana entre los concejales del grupo municipal, Fernández logró el apoyo de los otros siete concejales de su partido y también de los cinco nacionalistas, socios de gobierno desde el inicio de esta legislatura. Por su parte, recogió Ep, los doce concejales del PP rechazaron presentar candidato como muestra de respeto a la situación –derivada del reciente fallecimiento de la anterior alcaldesa, Paula Alvarellos– y votaron en blanco. A Fernández le hizo entrega del bastón de mando el nacionalista Rubén Arroxo, alcalde accidental de la ciudad desde el pasado 1 de marzo. La toma de posesión volvió a ser un acto multitudinario, igual que lo fue la vez anterior, en 2024, cuando Lara Méndez había realizado la ceremonia con Alvarellos. No faltaron las referencias a la alcaldesa fallecida, tanto por no poder ser ella quien entregó el bastón como por lo reciente y súbito de su óbito. Entre las personalidades asistentes estuvieron el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, y el presidente de la Diputación Provincial, José Tomé.
El socialista Miguel Fernández es, desde este martes, el nuevo alcalde de Lugo, después de que en pleno extraordinario su candidatura obtuviese la ya esperada mayoría de votos, sumando los favorables de su partido y también los del BNG. Se trata del tercer regidor que toma posesión del bastón de mando de la ciudad en los últimos dos años. El que ya es el nuevo mandatario local estuvo acompañado por sus familiares, amigos, trabajadores del Concello y varios compañeros de partido, entre un numeroso público. No hubo sorpresas y, tal y como se esperaba después del acuerdo alcanzado la pasada semana entre los concejales del grupo municipal, Fernández logró el apoyo de los otros siete concejales de su partido y también de los cinco nacionalistas, socios de gobierno desde el inicio de esta legislatura. Por su parte, recogió Ep, los doce concejales del PP rechazaron presentar candidato como muestra de respeto a la situación –derivada del reciente fallecimiento de la anterior alcaldesa, Paula Alvarellos– y votaron en blanco. A Fernández le hizo entrega del bastón de mando el nacionalista Rubén Arroxo, alcalde accidental de la ciudad desde el pasado 1 de marzo. La toma de posesión volvió a ser un acto multitudinario, igual que lo fue la vez anterior, en 2024, cuando Lara Méndez había realizado la ceremonia con Alvarellos. No faltaron las referencias a la alcaldesa fallecida, tanto por no poder ser ella quien entregó el bastón como por lo reciente y súbito de su óbito. Entre las personalidades asistentes estuvieron el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, y el presidente de la Diputación Provincial, José Tomé.
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