Manifiesto Por Un Futuro Más Allá Del Crecimiento Económico

“Por un Futuro más allá del crecimiento" es el manifiesto fundacional de la ALIANZA MÁS ALLA DEL CRECIMIENTO en la búsqueda de un nuevo modelo ecosocial. Esta plataforma está abierta a cuantas organizaciones de la sociedad civil quieran sumarse y está promovida por: Attac, Alianza por la Solidaridad, Amigos de la Tierra, Asociaciones Marea Blanca, CCOO, CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios), Demos Paz, Ecologistas en Acción, Economistas Frente a la Crisis, Economistas sin Fronteras, ECOOO, Foro Transiciones, Fundación Alternativas, Fundación Nueva Cultura del Agua, Greenpeace, Plataforma contra los Tratados de Libre Comercio, Plataforma ACTIVISTA EUREKA SOBRE Renta Básica Universal, FUNDACION CONAMA , Rebelión Científica XR, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, UGT, Plataforma Por Un Nuevo Modelo Energético , Fundación Transición Verde, Cooperativa Garbancita Ecológica , Futuro alternativo y Fundación Espacio Público.

Mar 17, 2025 - 08:52
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Manifiesto Por Un Futuro Más Allá Del Crecimiento Económico

Marzo 2025

“Por un Futuro más allá del crecimiento» es el manifiesto fundacional de la ALIANZA MÁS ALLA DEL CRECIMIENTO en la búsqueda de un nuevo modelo ecosocial. Esta plataforma está abierta a cuantas organizaciones de la sociedad civil quieran sumarse y está promovida por: Attac, Alianza por la Solidaridad, Amigos de la Tierra, Asociaciones Marea Blanca, CCOO, CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios), Demos Paz, Ecologistas en Acción, Economistas Frente a la Crisis, Economistas sin Fronteras, ECOOO, Foro Transiciones, Fundación Alternativas, Fundación Nueva Cultura del Agua, Greenpeace, Plataforma contra los Tratados de Libre Comercio, Plataforma ACTIVISTA EUREKA SOBRE Renta Básica Universal, FUNDACION CONAMA ,  Rebelión Científica XR, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, UGT, Plataforma Por Un Nuevo Modelo Energético , Fundación Transición Verde, Cooperativa Garbancita Ecológica , Futuro alternativo y Fundación Espacio Público.

I.     CONTEXTO

  • La concatenación de crisis sociales, económicas, sanitarias del multilateralismo y ecológicas con un cambio climático multiplicador de las amenazas, está generando incertidumbre e inseguridad a la ciudadanía. Al mismo tiempo se generaliza la sensación de que las instituciones públicas y también privadas no están dando las respuestas adecuadas, sirviendo de caldo de cultivo para atacar la democracia por parte de los movimientos autoritarios. 
  • Es preciso desarticular el relato preponderante de una sociedad basada en el crecimiento económico sin límites basado en la falaz idea de que lo civilizado es alejarse de la naturaleza y dominarla, justificando así el extractivismo de los bienes naturales y los consiguientes colonialismos y racismos. Este relato, además, ha reforzado el discurso patriarcal dominante que deja fuera de la economía las tareas reproductivas, relega a las mujeres al ámbito doméstico, recayendo en ellas las labores de cuidados en exclusiva y subordina a las mujeres a la potestad de padres, maridos, hermanos, con escaso o nulo poder y/o participación en actividades públicas/políticas. 
  • La Ciencia, tan apelada hoy como referente, hace tiempo que avisa de la irracionalidad del actual sistema económico dominante. La propia situación económica indica que el crecimiento exponencial es insostenible en términos meramente cuantitativos especialmente en el Norte Global. También la Ecología hace ver desde hace más de 50 años que ese crecimiento permanente choca con la realidad que supone el carácter finito de los recursos naturales como la energía o el agua y con el carácter igualmente finito de la capacidad de absorber residuos. Los extremos de desigualdad y de reducción de la calidad de vida de amplias capas de la población señalan que ese crecimiento al servicio de unos pocos no tiene nada que ver con el progreso de la mayoría.
  • Consciente de esta realidad, el Sistema Económico dominante reaccionó poniendo sobre la mesa soluciones sesgadas, falsas o antidemocráticas que además, se han demostrado insuficientes para resolver los problemas al basarse en la misma escala de valores crecentista de los problemas que pretende resolver. De hecho los límites ecológicos y el aumento de las desigualdades condicionan los límites económicos.
  • Hoy, tras 50 años de estas políticas de falsa Sostenibilidad, nos encontramos a nivel planetario con los peores indicadores ecosociales de la historia. Cada vez es más evidente la necesidad de una profunda remodelación donde el Crecimiento económico deje de ser un objetivo en sí mismo y aparezca como una herramienta para el bienestar social y de mejora ecológica.
  • Para todo ello se precisa un nuevo enfoque ecosocial donde la Economía se integre en la Ecología y donde prime el valor de uso sobre el de cambio, así como una reducción del uso de materiales y energía. Esta reducción debe facilitar al mismo tiempo equilibrio ecológico y equidad entre personas, entre mundo rural y urbano y entre países Norte-Sur, fundamentalmente medida en términos de derechos humanos, brecha metabólica y huella ecológica, pues los límites de explotación de la naturaleza nacen de la misma necesidad que marcó los límites de la explotación de los seres humanos.
  • El Estado y las administraciones públicas ocupan un papel relevante en primera instancia en este proceso transformador, como interfaz entre Naturaleza y Mercado. Un Estado  conformado y legitimado en procesos constituyentes que garanticen los derechos y el bien general y no estén al servicio de las oligarquías económicas.
  • Para ello es preciso un nuevo modelo ecosocial basado en hacer efectivos los Derechos Humanos y todo ello sobre las siguientes bases:
    • Desaprender lo conocido y normalizado, olvidar los viejos paradigmas impuestos y abrir una conversación amplia y plural que integre modelos y visiones de una economía del bienestar.
    • Desmaterializar la economía al máximo posible.
    • Desmercantilizar la sociedad y evitar la financiarización de la economía.
    • Democratizar y descentralizar la gobernanza (y la propia economía).
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  • Se trata de un cambio profundo que requiere un nuevo equilibrio entre objetivos a corto y a largo plazo el cual no puede ser definido sólo en base a una única hoja de ruta. Es esencial buscar la confluencia, la convergencia en base a algunos denominadores comunes avanzando en la diversidad y haciendo de la utopía un camino necesario.
  • En suma, el paradigma del crecimiento económico perpetuo, arraigado en las bases de nuestro sistema socioeconómico y cultural, se encuentra en una profunda crisis. A pesar de los avances tecnológicos y el aumento de la productividad, la promesa de prosperidad universal a través del crecimiento continuo se ha revelado como una ilusión. La realidad nos confronta con una creciente desigualdad, una degradación ambiental sin precedentes y una persistente insatisfacción social traducida en muchos casos en corrientes antidemocráticas.

Este Manifiesto surge de la convicción de que es imperativo trascender la obsesión por el crecimiento y de su medidor, el Producto Interior Bruto (PIB), pues este ignora la degradación ambiental y no refleja la desigual distribución de la riqueza, aspectos básicos si queremos construir un futuro centrado en el bienestar humano y en el equilibrio ecológico.

II.   PRINCIPIOS DE UNA ECONOMÍA DEL BIENESTAR

Es necesario un cambio de paradigma que nos aleje de la obsesión por el crecimiento del PIB y nos oriente hacia una economía centrada en el bienestar humano y la sostenibilidad ecológica. Esta transición implica:

  • Priorizar las necesidades básicas: Garantizar el acceso universal a la alimentación saludable y sostenible, la vivienda adecuada, la salud, la educación, el agua, a los servicios energéticos basados en energías renovables, la energía limpia y otros bienes y servicios esenciales para una vida digna.
  • Promover la suficiencia: Fomentar un consumo consciente y responsable, priorizando la calidad sobre la cantidad, acabar con la obsolescencia programada, con la cultura del derroche y los consumos que no proporcionan bienestar real y fomentar el uso compartido sobre la propiedad individual.
  • Reducir el impacto ambiental y regenerar ecosistemas: Transitar hacia una economía realmente circular que minimice la extracción de recursos, la generación de residuos y las emisiones contaminantes hasta situarlas por debajo de lo que la naturaleza puede absorber y regenerar. Esto implica invertir en energías renovables, mejorar los ahorros energéticos, promover la agricultura ecológica y recuperar ecosistemas degradados.
  • Fomentar la justicia social y global: Redistribuir la riqueza y el poder de forma equitativa, garantizando el acceso a oportunidades y recursos para todas las personas, independientemente de su origen, género,  condición social o migratoria, incluyendo también una perspectiva global y de justicia entre el campo y la ciudad y el norte y el sur global. Denunciar, así mismo, el enriquecimiento debido a la industria armamentística.
  • Poner los cuidados en el centro: Reconocer valorar y repartir el trabajo de cuidados (remunerado y no remunerado), que es esencial para el bienestar social y la sostenibilidad de la vida, pero que tradicionalmente ha sido invisibilizado, protagonizado por mujeres y relegado al ámbito doméstico.
  • Democratizar la economía: Fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones económicas, promoviendo modelos de producción y consumo más democráticos, participativos y arraigados en las comunidades locales.

III.  PROPUESTAS CONCRETAS

La transición hacia una economía del bienestar requiere la implementación de políticas públicas concretas, entre las que destacan:

  • Indicadores alternativos al PIB: Desarrollar y utilizar indicadores que midan el progreso social y el bienestar de forma más integral, incluyendo dimensiones como la igualdad de género, la salud, la educación, la equidad, la sostenibilidad ambiental, la calidad de vida y de la democracia.
  • Renta básica universal: Establecer como derecho para todas las personas la renta básica universal e incondicional, mediante una redistribución más justa de la renta y de la riqueza, que garantice la existencia, la cobertura de las necesidades básicas, proporcione seguridad económica, facilite la participación social y la libertad económica y política lo que contribuirá a un cambio de paradigma y a la transformación socioecológica que necesitamos.
  • Reducción de la jornada laboral: Reducir progresivamente la jornada laboral sin pérdida de salario, lo que permitiría conciliar mejor la vida personal y laboral, redistribuir el trabajo disponible y reducir la presión sobre el consumo y el medio ambiente.
  • Fiscalidad justa y ecológica: Implementar impuestos -desde una perspectiva de justicia social- sobre las actividades contaminantes y el consumo de recursos naturales, incentivando prácticas más sostenibles y generando ingresos para financiar la transición ecológica.
  • Condonación y cancelación de deudas: Acometer procesos generalizados de cancelación deuda especialmente los países del Sur Global.
  • Inversión en servicios públicos: Fortalecer los servicios públicos de salud, educación, transporte, vivienda y cuidados, garantizando el acceso universal a derechos básicos y reduciendo la dependencia del consumo privado.
  • Apoyo a la economía social y solidaria, especialmente de cercanía: Fomentar el desarrollo de cooperativas, empresas sociales y otras formas de organización económica que prioricen el bienestar colectivo sobre el beneficio individual y promuevan la participación ciudadana.
  • Incrementar el peso del sector público en empresas de sectores esenciales como Banca , Vivienda , Transportes , Energía, etc…
  • Desarrollar políticas de transición ecológica justa para garantizar que, en las transformaciones necesarias, se aseguren una alimentación saludable, sostenible y a precios justos,  los medios de vida, el trabajo decente y la protección social para todas las personas trabajadoras y sus comunidades. 

IV.  UNA LLAMADA A LA ACCIÓN

La transición hacia una economía del bienestar es un desafío complejo que requiere un cambio profundo en nuestros valores, nuestras prácticas y nuestras instituciones. No se trata solo de cambiar las políticas económicas, sino de construir una nueva cultura basada en la cooperación, la solidaridad, la justicia y el respeto por el planeta.

Este Manifiesto es un llamado a la acción para toda la ciudadanía y para sus organizaciones sociales; para los movimientos ecologistas y organizaciones de derechos civiles; para la Academia  y para distintos agentes sociales y políticos que comparten la visión de un futuro más allá del crecimiento. Les invitamos a unirse a este movimiento global, a debatir estas ideas, a proponer nuevas soluciones y a trabajar  conjuntamente para construir un mundo más justo, más ecointegrado y realmente más próspero para todos.

Este texto ofrece una versión más extensa y detallada del concepto “Más Allá del Crecimiento”, abordando sus fundamentos teóricos, propuestas concretas y un llamado a la acción. Se busca proporcionar una comprensión más profunda del tema y fomentar la participación en este debate crucial para el futuro de la humanidad.

Descargar el manifiesto

Adhesiones:

Este Manifiesto está abierto a la adhesión de organizaciones que comparten sus principios.