Los regantes de Córdoba otean una campaña casi normal gracias a las lluvias

A falta de que se celebre dentro de un mes la comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que informe de las dotaciones de agua con las que contarán los regantes para la próxima campaña de verano y otoño, las perspectivas de los agricultores son muy positivas debido a las ingentes lluvias caídas en los últimos meses, de forma especial, a las de este mes de marzo y, por consiguiente, de la sensible mejoría del estado de los embalses. No obstante, los productores aseguran que no se podrá hablar de normalidad debido a que no se prevé que se lleguen a los 6.000 metros cúbicos por hectárea, cantidad que se fija para considerar que la temporada de riego se desarrolla en plenitud de condiciones. Sería el séptimo año consecutivo en que el que no se alcanza esa cuantía. Hay que recordar que el organismo de cuenca dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y por el Reto Demográfico dio su visto bueno el año pasado a unas concesiones hídricas de 4.000 metros cúbicos por hectárea, cinco veces más que la cifra correspondiente a 2023, cuando apenas se llegó a los 750. Esto fue posible gracias, principalmente, a las numerosas precipitaciones que tuvieron lugar en la última Semana Santa . El estado de los embalses es el principal argumento que tendría la CHG para elevar este año las dotaciones de agua a los regantes. Los datos oficiales indican que los pantanos ubicados dentro de la provincia se encontraban el pasado sábado al 56,84 por ciento de su capacidad. Es más del doble del agua que se encontraba almacenada hace un año (24,93%). La presa que presenta una situación más aliviada es la de San Rafael de Navallana, que se encontraba al 100%, lo que ha obligado a realizar allí algunos desembalses en las últimas fechas. Por detrás, aparecen los pantanos de Bembézar y de Yeguas, con un nivel del 97,21 y del 93,78 por ciento, respectivamente. En el lado contrario aparecen Vadomojón e Iznájar, ambos con poco más del 27 por ciento. La mejora de esta situación es consecuencia de las lluvias. Desde el pasado mes de octubre que comenzó al año hidrológico ya han caído en la estación del Aeropuerto de Córdoba un total de 573,2 litros por metro cuadrado litros por metro cuadrado, apenas 30 litros menos que lo recogido en el pasado ejercicio completo, por lo que es de esperar que al final se supere esa cifra. La comparación es más evidente con el ciclo de 2022-2023, cuando apenas se registraron 456 litros. Especialmente destacada es el agua caída en lo que va de marzo tras encadenar varias borrascas y que se ha situado en los 275 litros por metro cuadrado. El secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) recordó que cuando la CHG aprobó el año pasado los 4.000 metros cúbicos por hectárea para la campaña la cuenca contaba con unos 2.300 hectómetros cúbicos, mientras que actualmente almacena unos 2.600, aunque «esperamos que se llegue a los 3.000 con las próximas lluvias que puedan caer en las próximas semanas y la inercia positiva que tienen los embalses». Por este motivo, Parias indicó que las dotaciones podrían alcanzar los 5.000 metros cúbicos por hectárea, la mayor cantidad desde 2018, pero por debajo de lo considera una campaña normal, que son los 6.000 metros cúbicos. El organismo regulador anunció el 11 de marzo que las concesiones serían de hasta un 50 por ciento con respecto a la normalidad, una cifra que, a juicio de Feragua , se ha quedado ya corta debido a la importante pluviometría que se registrado desde entonces. «Sea como sea habrá que esperar a como discurren las próximas semanas para conocer cuál será la decisión final», subrayó. El representante sectorial señaló que, debido a las grandes restricciones que ha habido en los últimos, años los regantes se habían centrado en la arboleda (olivar y almendro), dejando al lado cultivos con mayores necesidades de agua como el maíz, el algodón y otros productos hortícolas. «Ahora sí se van a recuperar gracias a las mayores dotaciones que se esperan, quedando como gran perjudicado el girasol, que se sembrará menos esta vez», apuntó Parias. Pese la mejora de la situación de los embalses, desde Feragua se hace un llamamiento a las administraciones a que acometan las infraestructuras que sean necesarias a fin de afrontar con más garantías los periodos de sequía. Su secretario general, Pedro Parias, indicó que «las obras hidráulicas tienen que ejecutarse, entre las que se encuentran a largo plazo nuevas presas, como es el caso la de San Calixto en Puente Genil, ya que son la mejor solución frente al cambio climático al ser capaces de almacenar esos recursos cuando llueve y disminuir los efectos de las inundaciones». Mientras que construyen estos pantanos, los regantes abogan por agilizar los trámites administrativos y medioambientales para que las comunidades de regantes puedan contar con balsas que «den respuestas ágiles a las necesidades hídricas que se produzcan».

Mar 24, 2025 - 07:24
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Los regantes de Córdoba otean una campaña casi normal gracias a las lluvias
A falta de que se celebre dentro de un mes la comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que informe de las dotaciones de agua con las que contarán los regantes para la próxima campaña de verano y otoño, las perspectivas de los agricultores son muy positivas debido a las ingentes lluvias caídas en los últimos meses, de forma especial, a las de este mes de marzo y, por consiguiente, de la sensible mejoría del estado de los embalses. No obstante, los productores aseguran que no se podrá hablar de normalidad debido a que no se prevé que se lleguen a los 6.000 metros cúbicos por hectárea, cantidad que se fija para considerar que la temporada de riego se desarrolla en plenitud de condiciones. Sería el séptimo año consecutivo en que el que no se alcanza esa cuantía. Hay que recordar que el organismo de cuenca dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y por el Reto Demográfico dio su visto bueno el año pasado a unas concesiones hídricas de 4.000 metros cúbicos por hectárea, cinco veces más que la cifra correspondiente a 2023, cuando apenas se llegó a los 750. Esto fue posible gracias, principalmente, a las numerosas precipitaciones que tuvieron lugar en la última Semana Santa . El estado de los embalses es el principal argumento que tendría la CHG para elevar este año las dotaciones de agua a los regantes. Los datos oficiales indican que los pantanos ubicados dentro de la provincia se encontraban el pasado sábado al 56,84 por ciento de su capacidad. Es más del doble del agua que se encontraba almacenada hace un año (24,93%). La presa que presenta una situación más aliviada es la de San Rafael de Navallana, que se encontraba al 100%, lo que ha obligado a realizar allí algunos desembalses en las últimas fechas. Por detrás, aparecen los pantanos de Bembézar y de Yeguas, con un nivel del 97,21 y del 93,78 por ciento, respectivamente. En el lado contrario aparecen Vadomojón e Iznájar, ambos con poco más del 27 por ciento. La mejora de esta situación es consecuencia de las lluvias. Desde el pasado mes de octubre que comenzó al año hidrológico ya han caído en la estación del Aeropuerto de Córdoba un total de 573,2 litros por metro cuadrado litros por metro cuadrado, apenas 30 litros menos que lo recogido en el pasado ejercicio completo, por lo que es de esperar que al final se supere esa cifra. La comparación es más evidente con el ciclo de 2022-2023, cuando apenas se registraron 456 litros. Especialmente destacada es el agua caída en lo que va de marzo tras encadenar varias borrascas y que se ha situado en los 275 litros por metro cuadrado. El secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) recordó que cuando la CHG aprobó el año pasado los 4.000 metros cúbicos por hectárea para la campaña la cuenca contaba con unos 2.300 hectómetros cúbicos, mientras que actualmente almacena unos 2.600, aunque «esperamos que se llegue a los 3.000 con las próximas lluvias que puedan caer en las próximas semanas y la inercia positiva que tienen los embalses». Por este motivo, Parias indicó que las dotaciones podrían alcanzar los 5.000 metros cúbicos por hectárea, la mayor cantidad desde 2018, pero por debajo de lo considera una campaña normal, que son los 6.000 metros cúbicos. El organismo regulador anunció el 11 de marzo que las concesiones serían de hasta un 50 por ciento con respecto a la normalidad, una cifra que, a juicio de Feragua , se ha quedado ya corta debido a la importante pluviometría que se registrado desde entonces. «Sea como sea habrá que esperar a como discurren las próximas semanas para conocer cuál será la decisión final», subrayó. El representante sectorial señaló que, debido a las grandes restricciones que ha habido en los últimos, años los regantes se habían centrado en la arboleda (olivar y almendro), dejando al lado cultivos con mayores necesidades de agua como el maíz, el algodón y otros productos hortícolas. «Ahora sí se van a recuperar gracias a las mayores dotaciones que se esperan, quedando como gran perjudicado el girasol, que se sembrará menos esta vez», apuntó Parias. Pese la mejora de la situación de los embalses, desde Feragua se hace un llamamiento a las administraciones a que acometan las infraestructuras que sean necesarias a fin de afrontar con más garantías los periodos de sequía. Su secretario general, Pedro Parias, indicó que «las obras hidráulicas tienen que ejecutarse, entre las que se encuentran a largo plazo nuevas presas, como es el caso la de San Calixto en Puente Genil, ya que son la mejor solución frente al cambio climático al ser capaces de almacenar esos recursos cuando llueve y disminuir los efectos de las inundaciones». Mientras que construyen estos pantanos, los regantes abogan por agilizar los trámites administrativos y medioambientales para que las comunidades de regantes puedan contar con balsas que «den respuestas ágiles a las necesidades hídricas que se produzcan».