Las ONG advierten del "terremoto" tras los recortes del Gobierno de Trump a la ayuda al desarrollo

“Hay niños y niñas que están muriendo por este recorte drástico”, señala el director ejecutivo de UNICEF EspañaQué es USAID y por qué Trump quiere acabar con ella De los 60.000 millones de dólares que dedica Estados Unidos a desarrollo y cooperación, 35.000 los gestionaba el año pasado la agencia USAid, que Donald Trump mandó desmantelar sumariamente al poco de llegar al poder el pasado enero. El agujero es tal que los directores de varias de las principales ONG españolas de ayuda al desarrollo lo han calificado este miércoles en Madrid de “terremoto” y han coincidido en que supone el fin del paradigma que ha funcionado desde que se puso en pie el sistema de Naciones Unidas, tras el final de la II Guerra Mundial. La primera de las apreciaciones respecto al recorte trumpiano del encuentro, organizado por la Asociación Española de Fundraising [captación de fondos] es que es “duro” y, más allá de la retórica, ha tenido efectos inmediatos. “Hay niños y niñas que están muriendo por este recorte drástico”, ha señalado José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. Una campaña de vacunación que no se completa, una infraestructura de potabilización de agua que no se termina, o un suplemento alimentario que deja de enviarse tienen consecuencias fulminantes, según los ejemplos que puso. Pero el cerrojazo estadounidense no viene de la nada, sino que responde a una tendencia que lleva años estableciéndose. Manuel Sánchez-Montero, director general de Acción contra el Hambre, se refirió a las fuertes rebajas que se aplicaron hace dos años en Alemania, cuando el país redujo a la mitad su acción humanitaria; o los recortes “brutales” de las partidas al efecto en el Reino Unido durante el mandato de Boris Johnson. Los recortes se enmarcan en un contexto de creciente suspicacia política sobre el efecto real de la ayuda al desarrollo y la desaparición del consenso de que la ayuda es buena, en opinión de la directora general de Save the Children, Isla Ramos, basada en que los resultados efectivos son difíciles de medir. En un momento histórico en el que las preocupaciones de los responsables políticos se vuelcan en las necesidades de gastar en defensa, el peligro es que la ayuda al desarrollo vuelva a quedar arrinconada en las prioridades presupuestarias, siempre teniendo presente que los destinatarios de la ayuda no son normalmente ciudadanos con derecho a voto de los países donantes, según explicó Javier Ruiz, director general de World Vision. En todo caso, la decisión de Trump tiene un “impacto dramático” y “cuestiona todo el sistema multilateral”, ha añadido Ruiz, con quien ha coincidido después Vera, que se ha referido al colapso de la legalidad internacional que ha supuesto la guerra de Gaza. “Antes podías acudir al derecho internacional humanitario y había una comunidad internacional a la que acudir. En Sudán hoy, ¿con qué cara estamos yendo a las partes para esa defensa si en Gaza está pasando lo que está pasando?”, ha interrogado. Ante la desinversión pública, las ONG plantean acudir al sector privado más allá de la responsabilidad social corporativa. “Tiene la obligación de ganar dinero y tenemos que ver la manera que podemos sacar una relación win-win entre esos actores y los actores de la ayuda al desarrollo; creemos que es posible”, ha planteado Sánchez-Montero. Fernando Morón, director gerente de la Asociación Española de Fundraising y moderador de la reunión, preguntó a los intervinientes cuánto de cierta es la cacareada desconexión de los jóvenes con las temáticas sociales, espoleada por los discursos interesados que fomentan el escepticismo en los nuevos canales informativos. Según Isla Ramos, las nuevas generaciones necesitan no ya ver, sino “tocar” el impacto. Como ejemplo de implicación efectiva de los jóvenes, Sánchez-Montero señaló el ejemplo de la DANA en la Comunitat Valenciana, donde las nuevas generaciones “vieron la posibilidad de ayudar”. El responsable de World Vision ha llamado a recuperar la educación en valores y a evitar responder a los ataques mediáticos directos; en su lugar, es preferible presentar “narrativas positivas” con las que reconectar a los jóvenes. El debate abordó también una de las cuentas pendientes del sector de la cooperación, como es la de la “localización” de los proyectos en los lugares donde se han de aplicar, de forma que las comunidades se impliquen y los esfuerzos sean más efectivos. Se trata de invertir en “impacto”, en palabras de la responsable de Save the Children, de nuevo insistiendo en la necesidad de implicar a actores privados. “Es un melonazo, una oportunidad enorme”, ha asegurado. En la ronda de preguntas, Javier Ruiz y Manuel Sánchez-Montero respondieron a la cuestión de si el anuncio del presidente español, Pedro Sánchez, de una inversión de más de 10.000 millones de euros en defensa es una mala noticia para la ayuda al desa

Abr 23, 2025 - 17:27
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Las ONG advierten del "terremoto" tras los recortes del Gobierno de Trump a la ayuda al desarrollo

Las ONG advierten del "terremoto" tras los recortes del Gobierno de Trump a la ayuda al desarrollo

“Hay niños y niñas que están muriendo por este recorte drástico”, señala el director ejecutivo de UNICEF España

Qué es USAID y por qué Trump quiere acabar con ella

De los 60.000 millones de dólares que dedica Estados Unidos a desarrollo y cooperación, 35.000 los gestionaba el año pasado la agencia USAid, que Donald Trump mandó desmantelar sumariamente al poco de llegar al poder el pasado enero. El agujero es tal que los directores de varias de las principales ONG españolas de ayuda al desarrollo lo han calificado este miércoles en Madrid de “terremoto” y han coincidido en que supone el fin del paradigma que ha funcionado desde que se puso en pie el sistema de Naciones Unidas, tras el final de la II Guerra Mundial.

La primera de las apreciaciones respecto al recorte trumpiano del encuentro, organizado por la Asociación Española de Fundraising [captación de fondos] es que es “duro” y, más allá de la retórica, ha tenido efectos inmediatos. “Hay niños y niñas que están muriendo por este recorte drástico”, ha señalado José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. Una campaña de vacunación que no se completa, una infraestructura de potabilización de agua que no se termina, o un suplemento alimentario que deja de enviarse tienen consecuencias fulminantes, según los ejemplos que puso.

Pero el cerrojazo estadounidense no viene de la nada, sino que responde a una tendencia que lleva años estableciéndose. Manuel Sánchez-Montero, director general de Acción contra el Hambre, se refirió a las fuertes rebajas que se aplicaron hace dos años en Alemania, cuando el país redujo a la mitad su acción humanitaria; o los recortes “brutales” de las partidas al efecto en el Reino Unido durante el mandato de Boris Johnson.

Los recortes se enmarcan en un contexto de creciente suspicacia política sobre el efecto real de la ayuda al desarrollo y la desaparición del consenso de que la ayuda es buena, en opinión de la directora general de Save the Children, Isla Ramos, basada en que los resultados efectivos son difíciles de medir.

En un momento histórico en el que las preocupaciones de los responsables políticos se vuelcan en las necesidades de gastar en defensa, el peligro es que la ayuda al desarrollo vuelva a quedar arrinconada en las prioridades presupuestarias, siempre teniendo presente que los destinatarios de la ayuda no son normalmente ciudadanos con derecho a voto de los países donantes, según explicó Javier Ruiz, director general de World Vision.

En todo caso, la decisión de Trump tiene un “impacto dramático” y “cuestiona todo el sistema multilateral”, ha añadido Ruiz, con quien ha coincidido después Vera, que se ha referido al colapso de la legalidad internacional que ha supuesto la guerra de Gaza. “Antes podías acudir al derecho internacional humanitario y había una comunidad internacional a la que acudir. En Sudán hoy, ¿con qué cara estamos yendo a las partes para esa defensa si en Gaza está pasando lo que está pasando?”, ha interrogado.

Ante la desinversión pública, las ONG plantean acudir al sector privado más allá de la responsabilidad social corporativa. “Tiene la obligación de ganar dinero y tenemos que ver la manera que podemos sacar una relación win-win entre esos actores y los actores de la ayuda al desarrollo; creemos que es posible”, ha planteado Sánchez-Montero.

Fernando Morón, director gerente de la Asociación Española de Fundraising y moderador de la reunión, preguntó a los intervinientes cuánto de cierta es la cacareada desconexión de los jóvenes con las temáticas sociales, espoleada por los discursos interesados que fomentan el escepticismo en los nuevos canales informativos. Según Isla Ramos, las nuevas generaciones necesitan no ya ver, sino “tocar” el impacto. Como ejemplo de implicación efectiva de los jóvenes, Sánchez-Montero señaló el ejemplo de la DANA en la Comunitat Valenciana, donde las nuevas generaciones “vieron la posibilidad de ayudar”. El responsable de World Vision ha llamado a recuperar la educación en valores y a evitar responder a los ataques mediáticos directos; en su lugar, es preferible presentar “narrativas positivas” con las que reconectar a los jóvenes.

El debate abordó también una de las cuentas pendientes del sector de la cooperación, como es la de la “localización” de los proyectos en los lugares donde se han de aplicar, de forma que las comunidades se impliquen y los esfuerzos sean más efectivos. Se trata de invertir en “impacto”, en palabras de la responsable de Save the Children, de nuevo insistiendo en la necesidad de implicar a actores privados. “Es un melonazo, una oportunidad enorme”, ha asegurado.

En la ronda de preguntas, Javier Ruiz y Manuel Sánchez-Montero respondieron a la cuestión de si el anuncio del presidente español, Pedro Sánchez, de una inversión de más de 10.000 millones de euros en defensa es una mala noticia para la ayuda al desarrollo. “Desde el área humanitaria no tenemos ni criterio ni interés”, empezó el responsable de Acción contra el Hambre, que a continuación matizó que se deben mantener “los compromisos” de inversión.

“Está bien ser un adalid, pero hay que acompañarlo, y desafortunadamente hace falta acción política para hacer realidad que [no] vayamos arrinconando las necesidades humanitarias”, agregó Sánchez-Montero. Ruiz opinó: “No se puede decir que no podemos avanzar en cooperación porque los presupuestos se prorrogan y luego que sí sea posible invertir en otros aspectos”.

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