Las cosas de The Walking Dead que no tienen sentido (ni aunque lo intentemos)
De zombis que evolucionan según convenga al guion a cortes de césped imposibles: repasamos lo más ilógico de The Walking Dead. Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com

The Walking Dead (TWD) es una de las series más influyentes del siglo XXI, un fenómeno cultural que redefinió el subgénero zombi en televisión durante más de una década. Con 11 temporadas, múltiples spin-offs y una legión de fans que siguen cada detalle del universo postapocalíptico, es fácil entender por qué la serie se ganó un lugar en la historia del entretenimiento. Sin embargo, ni siquiera el mayor de los éxitos está libre de inconsistencias. Y The Walking Dead tiene unas cuantas que, incluso tras el paso de los años, siguen dejando a los fans rascándose la cabeza.
¿Qué pasó con la coherencia de los caminantes?
Uno de los aspectos más desconcertantes de la serie es cómo varía el comportamiento de los caminantes según convenga a la trama. En las primeras temporadas, algunos parecían mostrar cierta conciencia residual, como la esposa de Morgan que intentaba abrir la puerta de su casa. Pero a medida que avanzaban las temporadas, los caminantes parecían volverse más torpes… hasta que en la última temporada, volvieron a evolucionar: ahora podían escalar, abrir puertas, lanzar objetos. ¿Por qué esta habilidad se perdió durante diez temporadas para reaparecer justo al final?
¿Perder un ojo no afecta la puntería?
Carl Grimes, el Gobernador y Gabriel tienen algo en común: todos perdieron un ojo. Pero en lugar de mostrar las limitaciones físicas que eso conlleva, estos personajes seguían disparando con precisión quirúrgica. Carl, incluso tras recibir un disparo en el rostro, parecía no haber perdido ninguna capacidad visual o táctica. Lo mismo ocurre con el Gobernador, quien tras perder un ojo, se volvió incluso más eficiente con sus armas. Es un claro caso de estilo sobre realismo: las cicatrices lucen geniales, pero no reflejan sus verdaderas consecuencias.
¿De dónde sacaban tanta gasolina?

En el apocalipsis zombi, el combustible debería ser un recurso extremadamente escaso. Sin embargo, durante años los personajes conducen motocicletas, camiones y coches sin aparente dificultad. Si bien en The Walking Dead: Dead City se aborda el tema de crear combustible a partir de cadáveres, en la serie principal este aspecto es completamente ignorado. Técnicamente, la gasolina se degrada al cabo de un año. Entonces, ¿Cómo es posible que más de una década después del colapso de la civilización todavía funcionen tantos motores?
El coma de Rick: una entrada épica, pero inverosímil
Uno de los comienzos más emblemáticos de la televisión es el despertar de Rick Grimes en un hospital desierto. Pero cuanto más se analiza esta escena, más difícil es de creer. ¿Cómo sobrevivió semanas en coma sin atención médica constante, con los suministros limitados y los generadores funcionando milagrosamente? ¿Quién lo alimentó? ¿Por qué nadie lo encontró? La escena es icónica, sí, pero también una de las más inverosímiles de toda la serie.
Durante años, los fans teorizaron que alguien debió haberlo cuidado… y finalmente, AMC ofreció una explicación oficial a través de una serie web del universo expandido de The Walking Dead. En uno de los relatos cortos, se revela que Karina y Paul, dos sobrevivientes que huyen de una horda de caminantes, llegan al hospital Harrison Memorial, el mismo donde Rick se encuentra en coma. Allí conocen a la doctora Gale Macones, interpretada por Ellen Greene, la única trabajadora sanitaria que decidió quedarse cuando el ejército abandonó la zona tras fracasar en su intento por contener la infección. Gale se encarga de cuidar a los pocos pacientes que quedaban ingresados, incluyendo al propio Rick.
Cuando la situación se vuelve insostenible, Paul queda atrapado en la cafetería y, antes de marcharse, cierra las puertas del pasillo principal y escribe con desesperación el famoso mensaje: “No abrir, muertos dentro”. Su destino queda incierto, pero este episodio sirve como explicación canónica del universo TWD para aclarar cómo Rick pudo sobrevivir: gracias a la compasión de una doctora que resistió hasta el final y a las acciones desesperadas de un desconocido que, sin saberlo, le salvó la vida.
Aun así, el misterio no queda completamente resuelto. La serie web sugiere que Rick recibió cuidados durante los primeros días o semanas del brote, pero queda implícito que tras la huida de Gale, pasó un tiempo prolongado sin asistencia médica, alimento o hidratación adecuados, lo cual resulta médicamente poco creíble. Es un intento de cierre narrativo que, aunque agradecido por los fans, no termina de llenar todos los vacíos lógicos de esta escena que ya forma parte de la historia de la televisión.
Cubrirse con sangre zombi debería haber sido letal
Desde las primeras temporadas, los personajes descubren que untarse con sangre de caminante los hace invisibles ante ellos. Sin embargo, esta táctica nunca les causa una infección, a pesar de estar cubiertos de fluidos que deberían ser altamente contagiosos. En la realidad del universo TWD, una sola mordida basta para condenar a alguien. Entonces, ¿Cómo es posible que nunca hayan tenido un corte o herida abierta durante estas maniobras arriesgadas?
El único caso que realmente reflejó consecuencias fue el del Padre Gabriel, quien en una de las escenas más tensas de la serie se cubre con entrañas de caminante para escapar del tráiler del Santuario junto a Negan. A raíz de ello, pierde la visión de un ojo de forma permanente y de ambos ojos temporalmente, por una infección provocada por el contacto directo con los fluidos en sus mucosas. A pesar de ser un ejemplo aislado, su caso demuestra que los riesgos son reales, aunque rara vez tengan consecuencias para el resto del grupo.
Y, sin embargo, hay más momentos que desafían la lógica médica del universo. Daryl Dixon es el principal ejemplo de imprudencia: constantemente se lleva a la boca flechas usadas y ensangrentadas, lo cual supondría un altísimo riesgo de infección en un entorno donde cualquier rastro de sangre zombi puede ser letal. Otro caso alarmante ocurre cuando Sasha, durante la limpieza del puente tras los eventos de Terminus, apuñala a varios caminantes con su cuchillo y luego (accidentalmente) corta a Abraham. En su momento, muchos espectadores pensaron que Abraham estaba condenado. Pero no, no pasa nada. No hay consecuencias, ni fiebre, ni infección. Todo continúa como si el virus no fuera tan peligroso como nos han hecho creer.l grupo.
Nunca se usa la palabra «zombi»
A lo largo de más de 170 episodios, ni un solo personaje usa el término “zombi”. En su lugar, se emplean palabras como caminantes, mordedores, podridos o errantes. Esta elección de guion fue deliberada desde el inicio, pero resulta difícil de creer que, incluso en un mundo alternativo, nadie utilice un término tan universalmente conocido para describir a estos seres. ¿Acaso nunca vieron una película de Romero?
La respuesta viene directamente de Robert Kirkman, creador del cómic original. En múltiples entrevistas, Kirkman ha explicado que en el universo de The Walking Dead las historias de zombis clásicas —como La noche de los muertos vivientes— nunca existieron, y por tanto, los personajes no tienen una referencia cultural para nombrar a estas criaturas. “Queríamos retratar un mundo donde la palabra ‘zombi’ no existiera, porque eso haría que los personajes se tomaran más en serio lo que están viviendo”, explicó Kirkman. Esta decisión creativa permitía aumentar el dramatismo y la sensación de desconocimiento: nadie sabía cómo actuar porque nadie lo había visto antes en el cine o la televisión. Así, términos como “caminantes” o “mordedores” surgen de la necesidad de describir lo que ven sin un marco de referencia previo.
Aunque esta justificación tiene lógica narrativa, sigue siendo una rareza para el espectador, acostumbrado a décadas de cultura pop donde la palabra “zombi” es sinónimo de apocalipsis. ¿Realmente nadie hizo nunca una broma al respecto? ¿Ni siquiera los adolescentes del grupo? En cualquier caso, esta omisión ayudó a construir una mitología única dentro de la serie.
¿Por qué siguen apareciendo hordas?
Diez años después del brote inicial, seguimos viendo enormes hordas de caminantes. Pero si consideramos que los humanos no se reproducen a la velocidad que mueren y que los personajes han eliminado miles de zombis, ¿Cómo puede seguir habiendo tantos? Además, ¿no debería haber más zombis niños? La serie sugiere que todos los humanos están infectados, y eso justificaría cierta regeneración de las hordas, pero la proporción sigue pareciendo desmesurada.
¿Quién corta el césped en el apocalipsis?
Otro detalle curioso que no pasa desapercibido es el aspecto perfectamente cuidado de algunos escenarios. En varias escenas —como en la prisión o las calles por las que caminan Rick y su grupo— el césped parece recién cortado. Aunque en comunidades como Alexandria podrían tener jardinería, muchas otras localizaciones no tienen sentido alguno. ¿Existe un misterioso paisajista postapocalíptico?
La descomposición de los caminantes es… errática
Uno de los errores científicos más evidentes está en el proceso de descomposición de los zombis. Algunos parecen casi frescos años después de muertos, mientras que otros están casi esqueléticos. En realidad, los ojos se deteriorarían en menos de un año y los cuerpos no durarían más de tres años sin descomponerse por completo. ¿Tiene el virus un efecto conservante? Nunca se explica del todo, lo que deja este aspecto como una gran inconsistencia biológica.
El misterio del origen del virus: ¿Por qué nunca se explicó?
Una de las grandes frustraciones de muchos fans de The Walking Dead es que la serie nunca reveló con claridad el origen del virus que transforma a los muertos en caminantes. Desde el primer episodio, Rick despierta en un mundo donde todo ya ha colapsado, y a lo largo de las 11 temporadas nunca se ofrece una explicación científica o detallada. Esta omisión fue deliberada. Según Robert Kirkman, revelar el origen «haría que la historia se convirtiera en ciencia ficción más que en drama humano». En una entrevista con ComicBook, afirmó: “Nunca quise que The Walking Dead fuera sobre el virus, sino sobre cómo las personas viven (o no) tras el fin del mundo”.
Kirkman también añadió que la historia siempre se centró en los personajes, no en el fenómeno. “Una vez que sabes de dónde vino el virus, ya estás buscando la cura. Y eso es otra serie. Esta no es esa historia.” Años más tarde, en una charla informal con fans, confesó que originalmente tenía una idea loca para vendérselo a los ejecutivos de Image Comics: les dijo que el virus fue creado por “esporas extraterrestres”… pero era una mentira para conseguir que publicaran el cómic. Así que no, no hay alienígenas. Solo desesperación, muerte y humanidad enfrentando lo imposible.
Sin embargo, con el paso del tiempo y la expansión del universo TWD a través de spin-offs como The Walking Dead: World Beyond y Fear the Walking Dead, han aparecido pistas que sugieren un trasfondo más complejo. Según el canon ampliado, el virus conocido como Wildfire fue creado accidentalmente por un laboratorio francés llamado la Biomédicine DDMI, como parte de una investigación experimental de viroterapia. Tras su filtración, el virus fue detectado por el CDC el 16 de abril de 2010, y para agosto del mismo año ya había alcanzado proporciones pandémicas. Intentos posteriores por crear una cura, como los llevados a cabo por el equipo Primrose y el equipo Violet, terminaron en fracaso y violencia, lo que provocó aún más caos y variantes más agresivas del virus. Aunque Kirkman se resiste a ofrecer una narrativa definitiva, el universo expandido ha aportado algunas respuestas —aunque parciales y sin resolver del todo— sobre cómo comenzó todo.
¿Por qué los zombis son tan silenciosos… hasta que ya es demasiado tarde?
Otra inconsistencia muy comentada por los fans es el curioso “sigilo” de los caminantes. En algunas escenas, estos seres gruñen y hacen ruido desde lejos. En otras, aparecen por sorpresa detrás de los personajes como si fueran ninjas sobrenaturales, a pesar de sus pasos arrastrados y jadeos constantes. ¿Cómo es posible que nadie los escuche venir hasta que están encima?
Scott M. Gimple, antiguo showrunner de la serie, explicó en una entrevista en Talking Dead que esta variabilidad responde más a necesidades narrativas que a coherencia sonora: “A veces los caminantes deben ser una amenaza inminente, otras veces una emboscada inesperada. Es parte de cómo mantenemos la tensión en un mundo donde el enemigo siempre está presente, pero no siempre es predecible.” También admitió, entre risas, que los zombis «tienen mejor timing que muchos personajes humanos».
Esta elasticidad narrativa, aunque puede parecer injusta desde una lógica realista, es una herramienta que los guionistas usaron para mantener viva la sorpresa incluso después de una década de historia.
Rick sobreviviendo a la explosión del puente: puro fan service
Cuando Rick explota el puente en la novena temporada, todos pensamos que había muerto. Pero la serie más tarde reveló que sobrevivió, fue arrastrado por el río y encontrado por Jadis. Teniendo en cuenta que estaba gravemente herido, sangrando, rodeado de zombis y a la deriva, su supervivencia se siente como un milagro fuera de toda lógica. Fue una forma de mantener vivo al personaje más emblemático de la serie para futuras producciones, pero narrativamente no tiene ni pies ni cabeza.
La lógica muere primero en el apocalipsis
The Walking Dead no es una serie que busque realismo absoluto. Su fuerza reside en las emociones, los dilemas morales y el drama humano en un mundo deshumanizado. Sin embargo, estas inconsistencias han generado muchas discusiones entre los fans. Y aunque muchas se pueden perdonar por tratarse de ficción, otras siguen sin una explicación convincente.
Pese a todo, eso no quita que The Walking Dead haya sido una serie revolucionaria, capaz de mantener a millones de espectadores pegados a la pantalla durante más de una década. Aunque muchas cosas no tengan sentido… así funciona la supervivencia en este universo.
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