Las chabolas de Elvis, Ilaida y Ferdi junto a la M-30: "Si nos echan nos iremos al otro lado de Ventas"
El Ayuntamiento de Madrid les dará una "atención individualizada" cuando empiecen las obras del Parque Ventas.

En medio del ir y venir de coches en una de las carreteras con más movimiento de la capital, sucede la vida o, mejor dicho, la supervivencia. Más de una decena de personas han formado sus hogares con todo lo que han encontrado en la calle: mantas, puertas, plásticos, que les sirve de refugio -sobre todo en estos días de lluvia- pero no les resguarda del frío. Sin embargo, sus casas tienen los días contados: cuando comiencen las obras que levantarán una plataforma de 200 metros de longitud sobre la M-30 a unos 300 metros del puente de Ventas, tendrán que irse. “Si nos echan de aquí nos iremos al otro lado del puente”, asegura Elvis.
Algunos, como el matrimonio de Elvis e Ilaida y su amigo Ferdi llevan un par de meses conviviendo junto al tráfico madrileño. Otros llevan años, como los de otra chabola a apenas unos metros de distancia de ellos resguardada entre el césped del entorno, bajo la pasarela Ramón de Aguinaga. “Aquí viven dos personas pero casi nunca están”, asegura Javier, vecino del barrio de toda la vida. El candado en su puerta construida con otras maderas trata de garantizar que encontrará su chabola como la dejó mientras se gana la vida… Antes dormían bajo el puente, hasta que el Consistorio instaló pequeñas piedras para evitar las pernoctaciones.
Ilaida aguarda en “casa” mientras su marido busca sustento en el semáforo junto a la plaza de toros de las Ventas. Cuando termina su jornada laboral, con la que consigue “10 o 15 euros al día”, van a comprar comida. “Sobre todo pollo o arroz” que cocina Ilaida en unos fogones de gas. La lluvia que se ha acumulado estas semanas complica el trabajo de Elvis, que aguarda mojado a que el semáforo se ponga en rojo para limpiar los cristales de los vehículos que circulan por el cruce con la calle de Alcalá a cambio de alguna moneda. Ferdi comparte trabajo con su amigo Elvis con la intención de volver a Rumanía “en uno o dos meses”. Huyen de las gélidas temperaturas durante el invierno de su país de origen, para lo que se embarcan en un viaje en autobús que dura cuatro días.
Las obras que iniciará el Ayuntamiento de Madrid en mayo se llevarán sus infraviviendas… “¿Cuándo?” pregunta sorprendido Elvis. “Si nos echan iremos a dormir al otro lado del puente. No tengo dinero, así que tengo que dormir en la calle”, asegura. El gran parque verde sobre los 16 carriles de M-30 conectará Ciudad Lineal y Salamanca con 600 nuevos árboles. El proyecto, llamado Parque Ventas, supondrá la ejecución de una plataforma de 200 metros de longitud sobre la circunvalación situada a unos 300 metros al sur del puente de Ventas, en las inmediaciones de la pasarela Ramón de Aguinaga, donde viven algunas de estas familias. Los trabajos comenzarán en mayo y se extenderán dos años, según las previsiones municipales. Será entonces, al inicio de las obras, cuando el Consistorio realizará una “intervención personalizada” con las personas sin hogar que se encuentren en la zona, según aseguran fuentes del área de Políticas Sociales.
Según el protocolo, en estos casos actúa disciplina urbanística, del área de Urbanismo municipal, en coordinación con otros servicios municipales como Policía Municipal, el Servicio de Limpieza Urgente (Selur) y Samur Social que, “en caso de comprobar una situación de emergencia social ofrecerá una intervención a los residentes en el asentamiento”, insisten desde el área de Políticas Sociales. El área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento contabilizaba en febrero de 2024 64 chabolas en la M-30, cifra que, según aseguran, “ahora no tienen actualizada”.
Desde su inauguración en 1974, la M-30 es una de las vías de la capital con mayor tráfico porque en sus 32,5 kilómetros de longitud conecta con todas las carreteras radiales y con buena parte de los barrios madrileños. 32 millones de vehículos se desplazan cada mes por esta vía, unas 486 millones de personas al año. También ha sido escenario de chabolas que, aunque se desmantelen, vuelven a instalarse. Como pretenden hacer Elvis y su familia cuando comiencen las obras, aunque sea al otro lado del puente.