Las cadenas por cultivo creen que puede haber un “salto productivo”, pero reclaman cambios
Presentaron un documento en el que proponen avanzar hacia la eliminación de retenciones y encarar una mejora de la infraestructura; también piden una urgente licitación del dragado y balizamiento de la Hidrovía Paraná-Paraguay

Las entidades por cadenas de cultivos (soja, maíz, trigo y girasol) expresaron que es momento de “dar un salto cualitativo” en la producción mediante la eliminación de los impuestos distorsivos, la mejora de la infraestructura, el apoyo a la innovación y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles.
En un documento que presentaron en Expoagro, la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja), la Asociación Maíz y Sorgo Argentrigo (Maizar), la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) y la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo) expresaron que “es imperativo convertir esta suspensión [por la baja] en una eliminación definitiva de los impuestos distorsivos que restringen nuestra competitividad”.
Las entidades en las que confluyen tanto productores como exportadores, industrias y otros sectores advirtieron que “cualquier demora en esta transformación generará un mayor estancamiento que afectará negativamente el crecimiento de nuestras cadenas productivas”.
Al respecto, el presidente de Acsoja, Rodolfo Rossi, sostuvo: “estamos estancados” y explicó que la industria procesadora de soja, que elabora harina, aceite y biodiésel con el poroto, realizó inversiones para moler unos 70 millones de toneladas por año. Sin embargo, dijo, hace varios años que la producción de soja apenas supera los 50 millones de toneladas. La soja es el cultivo con mayor presión impositiva por los Derechos de Exportación: el poroto tiene una alícuota de 33%, mientras que para los subproductos como la harina y el aceite es del 31%. A fin de enero pasado, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la reducción del tributo hasta el 30 de junio próximo y estableció que será de 26% para el poroto de soja y 24,5% para la harina y el aceite. Además, dispuso una reducción de 12% a 9,5% para el maíz y el trigo y de 7% a 5,5% para el girasol.
En tanto, el presidente de Argentrigo, Martín Biscaisaque, expresó: “vamos a sembrar con unas condiciones y no sabemos con cuáles vamos a cosechar”, en referencia a la baja temporal de los DEX. “Necesitamos previsibilidad”, afirmó.
El productor explicó que hay buenas condiciones en los suelos para la siembra de trigo por las recientes lluvias que recargaron los perfiles de humedad. Aunque los números están ajustados, por la baja de precios, los valores de los insumos son favorables para la campaña 2025/26 que comienza en mayo próximo. “Es una oportunidad no debemos desaprovechar”, sostuvo.
A su vez, el presidente de Maizar, Federico Zerboni, planteó que el maíz puede tener un mayor valor agregado al transformar el grano en proteínas animales (carnes y lácteos), energía (etanol) y productos industriales. Explicó que la mayor posibilidad de crecimiento está en las zonas alejadas de los puertos ya que allí se necesita industrializar el grano.
Zerboni y Rossi coincidieron en que hay expectativas positivas en ambas cadenas por la posible firma de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, especialmente si se abren las exportaciones de biodiésel.
Infraestructura
Respecto de la infraestructura, las entidades por cadena consideraron que “es imperioso el llamado a una nueva licitación transparente y eficiente” de la Hidrovía Paraná-Paraguay, “nuestra principal vía de salida de exportaciones”.
En documento expresaron que “las recientes lluvias, que ocasionaron pérdidas humanas y materiales en Bahía Blanca y localidades vecinas, evidencian nuestra fragilidad. Es crucial coordinar un plan transparente, simplificado y sostenible que priorice obras de interés público”.
A su vez, sostuvieron que es necesario el mantenimiento y expansión de la red vial y ferroviaria. “En el ámbito rural, la falta de inversiones y el uso ineficiente de recursos públicos agravaron esta situación llegando hoy a un punto crítico”, dijeron.
Para estas entidades “es necesario que los distintos niveles del estado, incluyendo el nacional, provincial y municipal, establezcan mecanismos transparentes de inversión y gestión público-privada que fortalezcan la conectividad en las regiones productivas”.
En tanto, Juan Martin Salas Oyarzun, presidente de Asagir, destacó la necesidad de sostener la interacción-público privada, particularmente en la investigación científica. “El convenio que hicimos con el INTA para el mejoramiento genético del girasol dio muy buenos resultados”, dijo.
Más allá de las críticas, los productores e industriales elogiaron la decisión del Gobierno de reducir la carga burocrática con la eliminación de trámites y requisitos para las actividades cotidianas de las empresas.
No obstante, apuntaron contra la resolución 45 que desreguló los ensayos para la obtención de nuevas variedades de semillas. “Es un mamarracho”, objetó Rossi y adelantó que le están solicitando al Gobierno que la modifique.