La verdad detrás de 'The Brutalist': quién fue realmente László Tóth y qué hay de cierto en la película que protagoniza Adrien Brody

'The Brutalist' ha sido una de las grandes triunfadoras de la temporada de premios, a la espera de ver lo que sucede en la noche de los Oscar , a la que acude con 10 nominaciones . Lo ha hecho sin hacer mucho ruido y como una de las cintas con menos presupuesto que este domingo 2 de marzo optan a disputarse el galardón a Mejor Película . A pesar de sus mastodónticas dimensiones sobre la gran pantalla, la cinta de Brady Corbet apenas necesitó 9 millones de dólares para filmarse y ha recaudado en torno a 37,3 millones de dólares en las salas de cine de todo el mundo. El argumento que el cineasta estadounidense, que opta al galardón de Mejor Director, plantea y desentraña en los 215 minutos de metraje de la cinta (más los 15 minutos de intermedio) es de sobra conocido: un superviviente judío del Holocausto llega a Estados Unidos en 1947 en busca de una nueva vida. El protagonista, en esta ocasión, es László Toth (Adrien Brody) , un arquitecto de éxito que ha tenido que huir de su Hungría natal y que es separado a la fuerza de su esposa, Erzsébet (Felicity Jones) . En su llegada a Pensilvania, este conoce a Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce) , un conocido empresario que le encarga la construcción de un gran monumento. Sin embargo, la de Toth no es, ni de lejos, una historia sobre «el sueño americano» del que el cine de Hollywood ha presumido durante generaciones, sino todo lo contrario: se trata de una película que trata de desmentir este mito desde los ojos de un extranjero. A pesar de su talento, la llegada de este judío húngaro enciende las alarmas en este entorno protestante y antisemita , donde él y su familia son vistos y tratados como extraños. De fondo, la arquitectura brutalista de los años 50 que caracteriza al personaje de Brody, empleda como metáfora sobre «cómo la experiencia de los inmigrantes puede ser paralela a la lucha artística », explica el propio Corbet a la BBC. Este drama de época ha conseguido conquistar a buena parte de los espectadores por la realidad que cuenta delante de las cámaras sobre uno de los momentos clave del siglo XX. Las vivencias de sus protagonistas, László y Erzsébet, son absolutamente veraces, aunque, al contrario de lo que muchos creen, detrás de ella no se oculta una historia real ni mucho menos . ¿Existió realmente László Tóth? Esa es una de las múltiples preguntas que se han hecho algunos de los espectadores que se han acercado a disfrutar de 'The Brutalist' a los cines. Lejos de la realidad, lo cierto es que el arquitecto judío al que da vida Adrien Brody no es una persona real , más allá de la coincidencia de nombres con algunos personajes húngaros de renombre. El nombre de Lászlo Tóth es relativamente común en Hungría , motivo por el que sus guionistas, Brady Corbet y Mona Fastvold, se decantaron por él: era lo que Antonio García a España o John Smith a Estados Unidos. De hecho, existen varios famosos que tienen el nombre del protagonista de la película: el geólogo australiano que desfiguró la Piedad de Miguel Ángel, un futbolista, un jugador de waterpolo, un piloto de Fórmula 3 o un actor, entre otros. Aunque este superviviente del Holocausto nunca fue real y no hay ejemplos de que ningún húngaro de la escuela Bauhaus sobreviviera al Holocausto, László Toth sí está basado en algunos artistas judíos de la época brutalista que hubieran sido contemporáneos suyos. En concreto, hablamos del estonio Louis Kahn , el germano Mies van der Rohe y, sobre todo, el húngaro Marcel Breuer , aunque todos ellos emigraron a Estados Unidos años antes de que la Segunda Guerra Mundial estallara en Europa. Al igual que el protagonista de 'The Brutalist', Breuer, conocido por haber diseñado el Museo Met Breuer en Nueva York y la Silla Wassily, también inició el proyecto de una iglesia brutalista . Se trata de la Abadía de San Juan en Minnesota , proyecto que terminó en 1967, que podría haber servido de inspiración para el centro comunitario que Van Buren encargó a Toth en el argumento de la película. Según Brady Corbet, este arquitecto, fallecido en 1981, fue «una de las mayores fuentes de inspiración para 'The Brutalist'». 'The Brutalist' no está basada en una historia real , como sí sucede con otras de las películas nominadas a los Premios Oscar, ni tampoco sigue las directrices de ninguna biografía publicada. Sin embargo, la historia que cuenta esta película, más allá de la construcción del edificio encargado por Van Buren (Guy Pearce), suena familiar a todos aquellos que se han introducido en alguna ocasión en los entresijos de la Segunda Guerra Mundial . Aunque lo cierto es que nunca hubo ningún arquitecto judío de origen húngaro llamado László Tóth y 'The Brutalist' no cuenta la vida de ningún personaje real en específico, el argumento sí recoge un acontecimiento histórico que salpicó a muchos ciudadanos europeos: la posguerra y sus consecuencias . Tal y como se puede ver en la cinta, el personaje de Adrien Brody encarna a los miles de judíos húngaros que fueron perseguidos en

Mar 2, 2025 - 21:21
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La verdad detrás de 'The Brutalist': quién fue realmente László Tóth y qué hay de cierto en la película que protagoniza Adrien Brody
'The Brutalist' ha sido una de las grandes triunfadoras de la temporada de premios, a la espera de ver lo que sucede en la noche de los Oscar , a la que acude con 10 nominaciones . Lo ha hecho sin hacer mucho ruido y como una de las cintas con menos presupuesto que este domingo 2 de marzo optan a disputarse el galardón a Mejor Película . A pesar de sus mastodónticas dimensiones sobre la gran pantalla, la cinta de Brady Corbet apenas necesitó 9 millones de dólares para filmarse y ha recaudado en torno a 37,3 millones de dólares en las salas de cine de todo el mundo. El argumento que el cineasta estadounidense, que opta al galardón de Mejor Director, plantea y desentraña en los 215 minutos de metraje de la cinta (más los 15 minutos de intermedio) es de sobra conocido: un superviviente judío del Holocausto llega a Estados Unidos en 1947 en busca de una nueva vida. El protagonista, en esta ocasión, es László Toth (Adrien Brody) , un arquitecto de éxito que ha tenido que huir de su Hungría natal y que es separado a la fuerza de su esposa, Erzsébet (Felicity Jones) . En su llegada a Pensilvania, este conoce a Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce) , un conocido empresario que le encarga la construcción de un gran monumento. Sin embargo, la de Toth no es, ni de lejos, una historia sobre «el sueño americano» del que el cine de Hollywood ha presumido durante generaciones, sino todo lo contrario: se trata de una película que trata de desmentir este mito desde los ojos de un extranjero. A pesar de su talento, la llegada de este judío húngaro enciende las alarmas en este entorno protestante y antisemita , donde él y su familia son vistos y tratados como extraños. De fondo, la arquitectura brutalista de los años 50 que caracteriza al personaje de Brody, empleda como metáfora sobre «cómo la experiencia de los inmigrantes puede ser paralela a la lucha artística », explica el propio Corbet a la BBC. Este drama de época ha conseguido conquistar a buena parte de los espectadores por la realidad que cuenta delante de las cámaras sobre uno de los momentos clave del siglo XX. Las vivencias de sus protagonistas, László y Erzsébet, son absolutamente veraces, aunque, al contrario de lo que muchos creen, detrás de ella no se oculta una historia real ni mucho menos . ¿Existió realmente László Tóth? Esa es una de las múltiples preguntas que se han hecho algunos de los espectadores que se han acercado a disfrutar de 'The Brutalist' a los cines. Lejos de la realidad, lo cierto es que el arquitecto judío al que da vida Adrien Brody no es una persona real , más allá de la coincidencia de nombres con algunos personajes húngaros de renombre. El nombre de Lászlo Tóth es relativamente común en Hungría , motivo por el que sus guionistas, Brady Corbet y Mona Fastvold, se decantaron por él: era lo que Antonio García a España o John Smith a Estados Unidos. De hecho, existen varios famosos que tienen el nombre del protagonista de la película: el geólogo australiano que desfiguró la Piedad de Miguel Ángel, un futbolista, un jugador de waterpolo, un piloto de Fórmula 3 o un actor, entre otros. Aunque este superviviente del Holocausto nunca fue real y no hay ejemplos de que ningún húngaro de la escuela Bauhaus sobreviviera al Holocausto, László Toth sí está basado en algunos artistas judíos de la época brutalista que hubieran sido contemporáneos suyos. En concreto, hablamos del estonio Louis Kahn , el germano Mies van der Rohe y, sobre todo, el húngaro Marcel Breuer , aunque todos ellos emigraron a Estados Unidos años antes de que la Segunda Guerra Mundial estallara en Europa. Al igual que el protagonista de 'The Brutalist', Breuer, conocido por haber diseñado el Museo Met Breuer en Nueva York y la Silla Wassily, también inició el proyecto de una iglesia brutalista . Se trata de la Abadía de San Juan en Minnesota , proyecto que terminó en 1967, que podría haber servido de inspiración para el centro comunitario que Van Buren encargó a Toth en el argumento de la película. Según Brady Corbet, este arquitecto, fallecido en 1981, fue «una de las mayores fuentes de inspiración para 'The Brutalist'». 'The Brutalist' no está basada en una historia real , como sí sucede con otras de las películas nominadas a los Premios Oscar, ni tampoco sigue las directrices de ninguna biografía publicada. Sin embargo, la historia que cuenta esta película, más allá de la construcción del edificio encargado por Van Buren (Guy Pearce), suena familiar a todos aquellos que se han introducido en alguna ocasión en los entresijos de la Segunda Guerra Mundial . Aunque lo cierto es que nunca hubo ningún arquitecto judío de origen húngaro llamado László Tóth y 'The Brutalist' no cuenta la vida de ningún personaje real en específico, el argumento sí recoge un acontecimiento histórico que salpicó a muchos ciudadanos europeos: la posguerra y sus consecuencias . Tal y como se puede ver en la cinta, el personaje de Adrien Brody encarna a los miles de judíos húngaros que fueron perseguidos en el Holocausto y que emigraron a Estados Unidos en busca de una nueva vida. Se estima que, de las 400.000 personas que Estados Unidos acogió entre 1945 y 1952 después de la Ley de Personas Desplazadas de 1948, 80.000 eran judías . Una vez allí, como le sucede al protagonista, muchos se encontraron de bruces con los estereotipos que en ese momento se tenía sobre los judíos . Sin embargo, al contrario que Toth, muchos de estos inmigrantes recién llegados no pudieron reconstruir sus vidas ni sus carreras tras la huída. Lo mismo sucede con su historia de amor del protagonista con su mujer, Erzsébet, atrapada en Hungría junto a su sobrina a la espera de conseguir reunirse con su marido. Y es que, aunque el matrimonio separado a la fuerza por la guerra que nos muestra Brady Corbet en la gran pantalla no fue real, muchas familias sí vivieron esta misma situación. « La película trata sobre el trauma generacional , la experiencia de los inmigrantes es mayoritariamente universal. No conozco a nadie que no se haya visto afectado por ella, o cuya familia no se haya visto afectada por ella, de una forma u otra», contó el director en una entrevista para The Jewish Chronicle.