La mediación es buena, también, para el sector legal

La mediación es un método alternativo de resolución de conflictos que permite a las partes involucradas llegar a acuerdos, sin necesidad de acudir a un proceso judicial.  Sin embargo, a pesar de sus evidentes ventajas, existen...

Feb 14, 2025 - 11:00
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La mediación es buena, también, para el sector legal

La mediación es un método alternativo de resolución de conflictos que permite a las partes involucradas llegar a acuerdos, sin necesidad de acudir a un proceso judicial. 

Sin embargo, a pesar de sus evidentes ventajas, existen diversos intereses que han generado una resistencia significativa a su implementación masiva. 

Uno de los principales grupos que han mostrado oposición a la mediación, es el sector legal. Profesionales del derecho que creen ver amenazados sus ingresos y roles tradicionales con la expansión de este método adecuado de resolución de conflictos.

Además, en muchas sociedades, existe una fuerte cultura del litigio en la que acudir a los tribunales es visto como la única forma legítima de obtener justicia. Esto ha sido fomentado por generaciones de profesionales del derecho, medios de comunicación y estructuras legales que han priorizado la judicialización de conflictos por encima de métodos alternativos.

Nosotros pensamos que, si bien el litigio seguirá siendo una parte fundamental del ejercicio legal, los bufetes pueden beneficiarse significativamente de fomentar la mediación como un medio eficaz y rentable para la resolución de conflictos, ya que, no solo representa una ventaja económica, sino que también mejora la experiencia del cliente y la eficiencia del propio despacho, consolidándolo como una opción innovadora y confiable en el mercado legal.

En el mundo del derecho, la rentabilidad de un despacho no solo depende del volumen de casos, sino también de la eficiencia con la que se resuelven. En este contexto, la mediación se presenta como una alternativa más rentable en comparación con el juicio, tanto en términos de costes, como de tiempo y reputación del bufete.

El litigio tradicional implica costes elevados, tanto para los clientes como para el propio despacho. Los gastos en tasas judiciales, peritajes, desplazamientos y tiempo dedicado a preparar el juicio pueden ser considerables. 

En cambio, la mediación, al ser un proceso más rápido y flexible, reduce drásticamente estos costes, permitiendo a los profesionales del derecho mantener una estructura de honorarios competitiva sin incurrir en gastos excesivos.

Al reducir el tiempo y los costes de cada caso, los despachos pueden manejar un mayor volumen de asuntos, diversificar su cartera de servicios y, en consecuencia, incrementar su rentabilidad sin necesidad de aumentar proporcionalmente su estructura de costes.

En términos del tiempo que tarda un juicio en resolverse (puede extenderse a años), es una limitación a la capacidad del despacho para asumir nuevos clientes y diversificar ingresos. La mediación, en cambio, suele concluir en pocas semanas, liberando recursos y permitiendo a los abogados concentrarse en un mayor número de casos en menos tiempo.

La mediación favorece la comunicación entre las partes y genera soluciones satisfactorias para ambas. Esto contribuye a una mejor percepción del cliente hacia el despacho, fortaleciendo la reputación y aumentando su fidelización.

Aun así, la mediación sigue siendo desconocida para muchas personas, y esto permite que se difundan mitos y conceptos erróneos sobre su eficacia y legalidad. 

Para evitar esto, es necesario generar campañas de concienciación y promover regulaciones que la respalden. Solo así se podrá superar la oposición de los lobbies y garantizar que la mediación se convierta en una herramienta accesible y eficaz para la resolución de conflictos a toda la ciudadanía.