La leyenda de Sant Jordi y el dragón: historia y origen de este día

Cada 23 de abril, Cataluña se viste de fiestsa, con calles que se llenan de paradas de rosas y libros, transformando el ambiente en una celebración que mezcla amor, cultura y tradición. Es el día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, y una de las jornadas más especiales del calendario catalán. Una fecha en la … Continuar leyendo "La leyenda de Sant Jordi y el dragón: historia y origen de este día"

Abr 23, 2025 - 09:07
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La leyenda de Sant Jordi y el dragón: historia y origen de este día

Cada 23 de abril, Cataluña se viste de fiestsa, con calles que se llenan de paradas de rosas y libros, transformando el ambiente en una celebración que mezcla amor, cultura y tradición. Es el día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, y una de las jornadas más especiales del calendario catalán. Una fecha en la que no sólo se honra al santo, sino que se celebra también la lectura, la imaginación y el intercambio simbólico de afecto a través de una flor y un libro.

Pero detrás de esta costumbre tan popular se esconde una historia que mezcla mito y devoción, y que ha sido contada de mil formas distintas a lo largo de los siglos. La leyenda de Sant Jordi y el dragón es probablemente una de las más conocidas en Europa, y tiene todos los ingredientes de un buen relato épico: un caballero valiente, una princesa en peligro, un monstruo terrible y una batalla que termina con una rosa roja como símbolo de vida y amor. No obstante, más allá del cuento, está la figura real (o al menos, históricamente reconocida) de San Jorge, un mártir cristiano que vivió entre los siglos III y IV y cuya historia fue absorbida y reinterpretada por diversas culturas. Desde Inglaterra hasta Etiopía, pasando por el País Vasco o Croacia, la figura de este soldado convertido en santo ha servido como modelo de fe, valor y resistencia. Vamos a conocer tanto su historia real como la leyenda que lo convirtió en símbolo universal.

La leyenda de Sant Jordi y el dragón para niños

Todos conocemos a San Jorge. En Cataluña es Sant Jordi; en el País Vasco Gorka; en lugares como Croacia lo conocen por Juraj; y es que este soldado que luchó a las órdenes del emperador Diocleciano, fue un mártir que se convirtió, con los años, en el patrón de muchas ciudades y países del mundo.

Según cuenta la leyenda, Jorge era un noble caballero errante, originario de Capadocia (en la actual Turquía), de fe cristiana. Perteneciente al ejército romano y siendo apóstol sobre un caballo blanco, llegó un día al reino de Silene, en Cirenaica (región al noroeste de la actual Libia), que estaba asolada por la presencia de un terrible dragón, cuyo poder destructivo sólo podía ser contenido mediante sacrificios humanos. Fue precisamente Jorge quien salvó a la hija del rey de las fauces del monstruo, y como recompensa no quería ni honores ni dinero, sino que todo el pueblo se convirtiera a recibir el bautismo del cristianismo.

La «realidad» de San Jorge

En realidad, no tenemos información histórica sobre San Jorge y el único dato cierto es su martirio, que tuvo lugar a principios del siglo IV en Palestina: en el lugar de su entierro, en Lidda, se construyó una basílica que fue un centro de culto muy animado y destino de peregrinaciones. Y donde no había documentos, se tomó como relevo la imaginación popular, inspirándose también en gran medida en relatos mitológicos como el de Perseo y Andrómeda. Después de todo, ya Santiago de la Vorágine (nombre españolizado de Jacobus de Voragine), el fraile dominico que en el siglo XIII recopiló los diversos relatos hagiográficos en su monumental Leyenda áurea y que dedica un amplio espacio a esta historia, advertía a los lectores que la asombrosa aventura del caballero San Jorge no debía ser considerada en cualquier sentido, literal, sino simbólica.

La leyenda de San Jorge, en efecto, ejemplifica la lucha del bien contra el mal, siguiendo el modelo de la batalla protagonizada por el arcángel Miguel, tal como se describe en el libro del Apocalipsis: texto del que, presumiblemente, la imagen de el dragón. Pero es también la narración figurativa de la evangelización de los pueblos paganos en los primeros siglos del cristianismo, realizada de hecho, a través del testimonio de los «mártires». Sin olvidar que, en la época de las Cruzadas, la figura del santo caballero se convirtió fácilmente en el patrono de quienes se dedicaban a la empresa de reconquistar los santos lugares, con corporaciones e incluso naciones enteras que se ponían bajo su protección, desde Inglaterra a Etiopía.

El aparato iconográfico, por supuesto, iba de la mano, tanto que la representación de San Jorge luchando con el dragón es, con mucho, una de las más difundidas en el arte cristiano, tanto en la época medieval como todavía en la época moderna, en Occidente así como en Oriente (donde el caballero se cuenta entre los «megalomártir», es decir, los santos por excelencia de la tradición ortodoxa).

De hecho, al iniciar Diocleciano una dura persecución contra los cristianos en toda Europa, Jorge se negó a apostatar y cambiar su fe por otra.

El resultado fue el martirio para San Jorge y su muerte posterior. Según las fuentes, la fecha de su muerte se produjo el 23 de abril con tan solo 30 años, años después, gracias a preservar su fe se convirtió en protector de los caballeros, de los cruzados y templarios.

A su muerte, fue canonizado por mantener su fe cristiana convirtiéndose en un estandarte de la religión en el imaginario europeo.

La leyenda del dragón en Cataluña

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Como hemos contado, la leyenda de como San Jorge mató al dragón y salvó a una princesa se sitúa en la ciudad de Silca, pero dado que todo en la historia de este caballero es simbólico, su ubicación puede cambiar dependiendo de donde se cuente.

De hecho, siendo patrón de Cataluña. Basta buscar un poco de información sobre la leyenda de Sant Jordi para encontrar relatos en los que se explica como hace muchos siglos atrás, un terrible dragón asustó a los habitantes de un pueblo catalán llamado Montblanc, provocando muerte y destrucción entre la población. Para calmar la ira del dragón, los habitantes decidieron que cada día sacrificarían a una persona. Un día, el destino quiso que la elegida fuera la princesa pero, justo cuando el dragón estaba a punto de devorarla, llegó un caballero para enfrentarse a la bestia y salvarla: Sant Jordi desenvainó su espada y atravesó al dragón, matándolo y liberándolo. Se dice que de su sangre nació un arbusto de rosas rojas, el más grande jamás visto. Sant Jordi cogió una y se la ofreció a la princesa, naciendo así la tradición de regalar una rosa cada 23 de abril que es cuando se celebra Sant Jordi.

Patrón en Cataluña y más

La canonización de San Jorge hizo que el héroe se convirtiera en patrón de muchos lugares alrededor del mundo. En la Generalitat de Cataluña, lugar don de se celebra cada 23 de abril Sant Jordi junto al Día Internacional del Libro, podemos encontrar una escultura en recuerdo al mártir y la leyenda del dragón.

En España, no solo Cataluña rinde honores cada 23 de abril a San Jorge. Aragón, y localidades como Cáceres, Santurdejo, Alcoy, Santurce o Madrigueras en Albacete, el mártir es su patrón.

A mivel mundial en lugares como Nueva York, Berlín, Tokio, Singapur, Beijing o Ciudad de Méjico, también cuentan con diferentes celebraciones en honor a San Jorge.

En Inglaterra, San Jorge o Saint George, es también el patrón de manera que cada 23 de abril se celebra de manera especial con una celebración especial por parte de la iglesia aunque el día no es festivo.

Estas celebraciones se entremezclan con las del Día Internacional del Libro, y pretenden difundir la pasión por la literatura por todo el planeta.