La Iglesia española espera un cónclave "corto" para elegir el sucesor de Francisco
Habrá siete cardenales nacidos en España en el Cónclave, pero ninguno de ellos parte como favorito como Papa.

Una vez enterrado el papa Francisco, comienza el proceso para elegir a su sucesor, en un Cónclave sobre el que hay muchas incógnitas (sin ir más lejos, su fecha de comienzo), pero sobre el que algunos de sus protagonistas ya han adelantado algunas pistas de cómo puede discurrir.
En concreto, desde la Iglesia española se prevé que el Cónclave en el que se elija al sucesor de Bergoglio sea "corto". Así se expresó este domingo César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal, en declaraciones a RTVE.
"Todavía los cardenales en las congregaciones generales que tienen en las que participan los cardenales de más de 80 años. Según las previsiones se estima que sea en torno al lunes 5", dijo García Magán.
El secretario general dijo que "no creo que sea un Cónclave enorme, largo, de una semana, de cinco o seis días como ha pasado a lo largo de la historia de la Iglesia", ya que considera que en los tiempos actuales, la comunicación entre cardenales es mucho mayor que antes.
También se expresó este sábado Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal, también a RTVE. "Muchos de los cardenales han vivido los dos últimos meses de octubre de los dos últimos años en el Sínodo de los Obispos", y citó precisamente al cardenal Omella, del que dice que es uno de los que más purpurados conoce.
Además, Argüello adelantó que el nuevo papa será "como Francisco, muy fiel, enamorado de Jesucristo para enamorar al mundo", así como "amor a la Iglesia" que anuncie el Reino "a los que más lo necesitan".
Un cardenal español que participa como elector es el arzobispo de Madrid, José Cobo, que este sábado vaticinó que será un Cónclave "complejo" pero, al mismo tiempo "no muy largo" porque las conversaciones previas de esta próxima semana ayudarán a los cardenales a conocerse.
"Muy largo, muy largo, no será porque yo creo que los previos, es decir todas las conversaciones de esta semana, ya nos van a ir ayudando a conocernos prácticamente todos los cardenales. Estamos ya en Roma prácticamente, las congregaciones de esta semana serán momentos de encuentro, de escucha, y yo creo que eso agilizará mucho el desarrollo final del Cónclave", señaló.
No obstante, precisó que "también es verdad que es un cónclave complejo porque no son simplemente los cardenales de la curia los que están o grupos determinados como ha sucedido en otros momentos". "Ahora mismo hay cardenales que vienen de todas partes del mundo que tienen algo que aportar y tenemos que escucharles también antes, entonces eso puede hacer un poco que se dilate un poquito más en el tiempo pero no excesivamente", dijo el cardenal español.
También habló el sábado el arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero, nacido en Vélez-Rubio, Almería, que es uno de los siete cardenales nacidos en España que entrarán en el Cónclave para elegir al nuevo Pontífice.
López Romero se autodescartó como posible candidato: "Sobrepasa a cualquier persona y, por lo tanto, pretender eso (ser elegido) significa o bien estar mal de la cabeza y no hacerse cargo de lo que significa, o bien estar mal del corazón y tener ansias y pretensiones de poder".
"Hay que estar enfermo mental para desear ser Papa, enfermo mental o enfermo espiritual", ironizó. En cualquier caso, ha precisado que una cosa es lo que "uno dice" pero, "si la Iglesia lo pide" y "los hermanos cardenales" le eligen, "no se puede decir" que no se está disponible.
Sobre el futuro cónclave, señaló que aún ha habido "pocos contactos" entre los cardenales, aunque avanzó que se trazará "un retrato robot de la persona mejor adaptada para dar respuesta a la situación del mundo y de la Iglesia" con el fin de "poner en común la visión que cada uno tiene del mundo, para entre todos trazar un panorama completo".
Sin favoritos españoles
De los siete cardenales españoles del Cónclave, dos no figuran entre los 'representantes' de nuestro país: el citado Cristóbal López Romero, que está nacionalizado paraguayo, y François-Xavier Bustillo, francoespañol y arzobispo de Córcega.
Sí lo son en cambio Antonio Cañizares, Juan José Omella, Carlos Osoro, José Cobo y el salesiano Ángel Fernández Artime, cinco sacerdotes con amplia trayectoria en la Iglesia, una influencia importante y una cercanía especial con el fallecido papa Francisco, aunque en teoría tienen pocas opciones para suceder a Bergoglio.
Por ejemplo, Carlos Osoro cumple los 80 años el 16 de mayo, por lo que, de no llevarse a cabo el Cónclave pronto, dejaría de tener derecho a voto y, por tanto, de ser candidato a papa. En todo caso, su edad es un hándicap.
También lo es para Antonio Cañizares, quien fue arzobispo de Valencia, que tiene 79 años de edad, la misma que el turolonse Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal española, que no obstante pertenece a la línea reformista de Francisco.
Precisamente por lo contrario, por ser 'demasiado' joven, el cardenal Cobo tampoco entra en las quinielas. El arzobispo de Madrid tiene actualmente 59 años.
Una edad más apropiada, aunque aún alejada de la que suelen tener los nuevos pontífices, es la del asturiano Ángel Fernández Artime, de 64 años. Artime cuenta como ventaja que vivió durante años en Buenos Aires y fue allí donde tuvo trato con el difunto papa, que lo nombró cardenal en 2023.