La 'fiebre del oro' se mantiene en plena guerra arancelaria de Trump con el precio en máximos

La incertidumbre sobre la política comercial de la nueva administración estadounidense han llevado al oro, activo refugio, a dispararse un 15% en lo que va de año y superar por primera vez los 3.000 dólares por onza

Mar 24, 2025 - 15:26
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La 'fiebre del oro' se mantiene en plena guerra arancelaria de Trump con el precio en máximos

La agresividad de Estados Unidos en su política comercial y económica, así como la elevada incertidumbre y el temor por el crecimiento de la economía mundial han disparado el interés de los inversores y ahorradores por el oro, activo que es considerado un refugio en tiempos difíciles. Su precio no se despega de los máximos históricos que ya alcanzó el pasado jueves (3.057 dólares). Sólo en lo que va de año la onza se ha disparado un 15% hasta superar por primera vez en la historia esa barrera de los 3.000 dólares.

No son sólo los inversores, los bancos centrales, sobre todo de los países emergentes, también están comprando oro y las expectativas de más bajadas de tipos de interés contribuyen igualmente a impulsar su precio. "Hay quienes temen que un alto el fuego negociado por Trump entre Rusia y Ucrania pueda reducir la necesidad de comprar oro", asegura Kerstin Hottner, directora de materias primas de la gestora Vontobel. La experta explica que la primera ola de compras se debió al congelamiento de activos rusos en dólares, y aunque un acuerdo de paz sería un gran cambio geopolítico, las preocupaciones sobre riesgos similares en otros países "no desaparecerán".

En las últimas jornadas el precio de esta materia prima ha frenado algo ante la expectativa de que la próxima ronda de aranceles que prepara Washington (el 2 de abril se anunciarán, por ejemplo las nuevas tasas al sector agrícola) sea algo más comedida que las anteriores, con la subida del 25% a las importaciones de acero y aluminio o el incremento generalizado de tasas a China.

"El paquete de aranceles del presidente Trump se perfila como más centrado que el esfuerzo en expansión y totalmente global que de otro modo había proyectado, según funcionarios familiarizados con el asunto. Eso podría significar menos presión inflacionista y tipos de interés más bajos, una bendición para el oro, que no devenga intereses", explican desde Bloomberg.

En las últimas horas, el primer ministro chino, Li Qiang, ha incidido en que la mayor economía de Asia sigue preparada para hacer frente a las crisis arancelarias, y el secretario del Tesoro australiano, Jim Chalmers, ha advertido del impacto "sísmico" de las políticas estadounidenses en la economía mundial. Sin embargo, el mercado sigue desconfiando de las consecuencias de los aranceles, así como de la alteración del orden geopolítico por parte de Trump, de ahí que el oro siga cotizando a unos niveles inéditos hasta hace no mucho.

La UE se mueve para evitar la guerra comercial escale

Precisamente, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, tiene previsto entrevistarse en Washington con sus contrapartes estadounidenses y buscar una solución que evite nuevos "aranceles dañinos" en la guerra comercial iniciada por Trump, al gravar con un 25% todas las importaciones de acero y aluminio, incluidas las europeas, y anunciar nuevas tasas "recíprocas" a partir del próximo 2 de abril.

El viaje tiene lugar apenas unos días después de que la Comisión Europea anunciase que esperará hasta mediados del mes que viene para activar en bloque las contramedidas con un valor potencial de 26.000 millones de euros en represalia a los impuestos al comercio estadounidenses, en lugar de hacerlo en dos fases (una el 1 de abril y otra a mediados de mes).

El plan inicial de los Veintisiete era activar desde el 1 de abril una primera lista de productos gravados, tomando como referencia una que ya se elaboró en 2018 con el primer mandato de Trump, con un impacto estimado en 8.000 millones. Después, a mediados de abril, se iba a dar luz verde a un segundo listado, con nuevas producciones afectadas y un impacto de hasta 18.000 millones. Ahora, la Comisión opta por echar el freno para "calibrar" bien esos aranceles y ajustar el listado a los intereses europeos, aunque admiten también que ofrece unas semanas de margen para la negociación.