La fiebre Crimea-Congo amenaza a cinco provincias por las plagas de conejos

Las garrapatas 'se mudan' a la ciudad 16 casos de fiebre Crimea-Congo en España Emergencia cinegética en Castilla-La Mancha La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental...

Mar 4, 2025 - 14:47
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La fiebre Crimea-Congo amenaza a cinco provincias por las plagas de conejos
  1. Las garrapatas 'se mudan' a la ciudad
  2. 16 casos de fiebre Crimea-Congo en España
  3. Emergencia cinegética en Castilla-La Mancha

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha alertado del peligro que supone la creciente plaga de conejos en varias provincias españolas. La expansión de estos animales está favoreciendo la proliferación de garrapatas, insectos que pueden transmitir la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, una enfermedad viral que en humanos puede ser mortal.

La situación afecta especialmente a Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Aragón y Murcia, donde el número de conejos ha aumentado de forma significativa en los últimos meses.

Las garrapatas 'se mudan' a la ciudad

El director general de ANECPLA, Jorge Galván, ha señalado que la presencia de conejos y jabalíes en zonas urbanas es cada vez más habitual. A esta circunstancia se suma el incremento de personas que aprovechan su tiempo libre para recorrer áreas rurales, muchas veces acompañadas por mascotas.

Según Galván, este fenómeno aumenta la probabilidad de que las garrapatas pasen del campo a la ciudad, lo que representa un alto riesgo para la salud pública.

Las garrapatas presentes en España pertenecen a diferentes especies, pero dos géneros resultan especialmente preocupantes: Hyalomma e Ixodes. El primero es el principal vector del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, enfermedad que se transmite de animales a personas.

Su impacto sanitario se ha convertido en una amenaza emergente, sobre todo en aquellas regiones con elevada densidad de conejos, tanto en espacios rurales como en entornos urbanos en expansión.

16 casos de fiebre Crimea-Congo en España

Desde 2013, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha confirmado 16 casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en España. La enfermedad provoca fiebre alta, dolores musculares y hemorragias, y en algunos casos puede ser letal si no se recibe tratamiento adecuado.

ANECPLA ha solicitado a las Administraciones Públicas que refuercen las medidas de control sobre las poblaciones de conejos y garrapatas para reducir el riesgo de contagio.

El pasado 27 de julio, un hombre de 74 años falleció en el Hospital La Paz de Madrid tras ser picado por una garrapata en Buenasbodas, una pedanía de la localidad toledana de Sevilleja de la Jara. La víctima desarrolló un cuadro febril que derivó en fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, lo que reavivó la preocupación sobre la propagación de la enfermedad.

Las picaduras de garrapatas pueden resultar letales. Foto: VITHAS / EUROPA PRESS
Las picaduras de garrapatas pueden resultar letales. Foto: VITHAS / EUROPA PRESS

Este caso ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias y ha intensificado el debate sobre las medidas de control de plagas.

Emergencia cinegética en Castilla-La Mancha

En respuesta a la crisis, Castilla-La Mancha ha declarado la emergencia cinegética en 308 municipios. Esta medida autoriza la caza de conejos sin necesidad de permisos previos en determinadas zonas agrícolas, con el objetivo de reducir su población y minimizar los daños en cultivos.

Se estima que, con esta medida, podrían abatirse hasta 2,5 millones de ejemplares a lo largo del año.

En Cataluña, la presencia de garrapatas del género Hyalomma se ha triplicado en los últimos dos años, lo que ha incrementado los riesgos sanitarios en parques y colegios. Los expertos advierten de que, sin una estrategia efectiva de control, la expansión de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo podría continuar agravándose.

ANECPLA ha insistido en la necesidad de que profesionales especializados se encarguen de la gestión de plagas. Según Galván, el control debe realizarse con métodos adecuados que tengan en cuenta el ciclo biológico de las especies afectadas, el nivel de infestación y las condiciones del entorno.

Además, ha subrayado que cualquier actuación debe minimizar su impacto en la salud pública y el medioambiente.