La falta de inversión en infraestructuras desde 2008 lastró la respuesta a la DANA en Valencia
La falta de inversión en infraestructuras hidráulicas y urbanas, tanto en la ejecución de obras pendientes como en el mantenimiento de las existentes, dejó...

La falta de inversión en infraestructuras hidráulicas y urbanas, tanto en la ejecución de obras pendientes como en el mantenimiento de las existentes, dejó a la Comunitat Valenciana en una situación "muy vulnerable" ante la DANA que arrasó media provincia de Valencia el pasado 29 de octubre y lastró su capacidad de respuesta y el crecimiento económico. Para entender este fenómeno hay que remontarse a los recortes del gasto público realizados por los distintos gobiernos desde la crisis de 2008, cuyos efectos se están dejando notar ahora. Así lo expone el informe Infraestructuras y crecimiento. Lecciones tras la DANA, elaborado por la investigadora del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y catedrática emérita de la Universitat de València (UV) Matilde Mas Ivars.
Entre sus conclusiones, el documento pone de manifiesto que el capital de las infraestructuras hidráulicas era casi un 10% inferior en 2021 respecto a 2008. Este concepto engloba la acumulación de inversiones (en maquinaria, equipo, instalaciones...) una vez cubierta su depreciación, es decir, está relacionado con su conservación y mantenimiento. Por otro lado, las urbanas que dependen de los ayuntamientos cayeron un 5% en el mismo periodo. Esta tendencia, además, no se dio en el conjunto nacional. El deterioro y la falta de inversión en canalizaciones, cauces y barrancos se ha producido, además, en uno de los territorios con mayor superficie inundable de España.
El estudio pone el acento en las infraestructuras porque son "determinantes" para el crecimiento económico. Por este motivo, Mas expuso sus conclusiones en la última asamblea general de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) celebrada a finales del mes pasado en Valencia, donde alertó que la herencia de la crisis financiera que derivó en acusados recortes a partir de 2012 y el impacto de la DANA "ponen en jaque" el crecimiento potencial de la Comunitat Valenciana. Por ello, considera "inexcusable" aprovechar la recuperación tras la catástrofe con un doble objetivo: compensar la destrucción causada por las riadas y revertir la pérdida de capital como consecuencia de la crisis. Se trata, en definitiva, no solo de recuperar lo que destruyó la DANA, sino de poner en marcha las infraestructuras planificadas que no llegaron a ejecutarse.
Mas explica que cuando llegó la crisis financiera "había muchos proyectos aprobados" en materia de infraestructuras hidráulicas y urbanas que no se llevaron a cabo. "No es que no se supiera que había que hacerlos, es que se cortó el grifo y especialmente en la Comunitat Valenciana", que además sufre el problema crónico de la infrafinanciación y que en su opinión tiene "poco peso político", lo que facilitó esos recortes, subraya. Todo ello desembocó en una falta de inversión "de gran magnitud" que fue erosionando en silencio la capacidad de respuesta ante las inundaciones.
La también doctora en Ciencias Económicas por la UV destaca que en otras infraestructuras como los puertos, aeropuertos y ferrocarriles "no estamos mal", por lo que aboga por centrar el foco en materia hidráulica y urbana, cuyas inversiones han sido "penalizadas brutalmente por la crisis y por la DANA". En este último punto, pide repensar el diseño de las infraestructuras sociales que dependen de los ayuntamientos o las zonas verdes. "Ahí hay mucha faena" para "sacar adelante los pueblos", asegura. "Con eso yo ya me conformaría", añade.
Crecimiento económico
Mas sostiene que el impacto de la DANA "da una medida de los daños que supone no tener unas buenas infraestructuras hidráulicas". Así, si la actividad empresarial se desarrolla sobre un territorio que no reúne las condiciones para favorecer la productividad (por ejemplo sin carreteras protegidas) "serás más caro, menos competitivo", con el riesgo "de que el capital me vuele con una DANA" sin un diseño adaptado. "Construir como posesos en el barranco del Poyo es más barato a corto plazo pero más caro en el largo, que es lo que ha pasado", afirma. "El coste económico es altísimo por la riqueza de perdida y por la imposibilidad de producir, de que los trabajadores puedan llegar, sin locales y sin proveedores", concluye.