¿Sabores virtuales? Así funciona ‘e-Taste’, el dispositivo que los hace realidad

Probar los sabores de un pastel o una limonada sin tenerlos enfrente ya no suena como un capítulo loco de Black Mirror. Piensa en Willy Wonka y la fábrica de chocolate, pero en el 2025: investigadores de la Universidad Estatal de Ohio inventaron ‘e-Taste’, un dispositivo que usa señales eléctricas y química pura para recrear y compartir sabores virtuales. Es lo más cerca que hemos estado del chicle mágico de tres sabores, y esto está llevando el gusto a un nivel totalmente nuevo, y aunque no lo tengas en tu mesa aún, lo que promete es tan alucinante que podría cambiar cómo vivimos la comida en el mundo digital.

La magia detrás de los sabores virtuales

Nuestra lengua capta cinco sabores básicos –dulce, ácido, salado, amargo y umami– gracias a moléculas como glucosa o glutamato. ‘e-Taste’ lo imita así: sensores analizan esas moléculas en comida real, las convierten en señales eléctricas y las envían a otro dispositivo. Ahí, una bomba electromagnética libera una solución química por un hidrogel que va a tu boca, recreando el gusto. Puedes ajustar la intensidad según cuánto tiempo interactúe el gel con la solución, o mezclar sabores para algo nuevo. En las pruebas, logró un 70% de precisión con cosas como café o limonada –aún no es perfecto, pero ya impresiona–.

De la limonada en Ohio a tu lengua en cualquier parte

Lo más loco es que esto no necesita que estés en el mismo lugar que la comida. Los investigadores probaron mandar el sabor de una limonada desde California a Ohio, y funcionó. Es como compartir una foto, pero de sabor: el sensor escanea, codifica y transmite, y del otro lado el dispositivo lo recrea. El hidrogel actúa como un filtro para que las sustancias lleguen a tu lengua de forma segura y controlada. Aunque no imita picante ni texturas grasosas aún, ya puede con los cinco sabores básicos, y eso abre un mundo de posibilidades.

¿Qué se puede hacer con ‘e-Taste’?

Lo que le falta por conquistar

No todo es miel sobre hojuelas. No replica picante ni texturas grasosas, así que olvídate de unos tacos por ahora –solo maneja los cinco básicos–. El dispositivo es grande y experimental, no algo que metes en tu mochila como unos audífonos. También está la precisión: ese 70% significa que a veces el sabor no es exacto, y sabores complejos se le escapan. Falta miniaturizarlo y afinarlo, además de que no reemplaza la comida real, solo la simula. Los investigadores dicen que estimular la lengua con calor o electricidad directa sigue siendo un reto técnico.

¿Qué sigue para esta tecnología?

Aunque no lo compres mañana, puedes seguirle la pista. Si te gustan los videojuegos o la comida, piensa cómo esto podría evolucionar. Y si te animas, ponte creativo: ¿qué sabor mandarías a alguien al otro lado del mundo?

Esto es solo el arranque. ‘e-Taste’ ya recrea sabores virtuales con un 70% de acierto, los transmite a distancia y sueña con revolucionar desde videojuegos hasta dietas. Tiene limitaciones como el picante o su tamaño, pero el futuro de compartir gustos digitales está más cerca de lo que crees. Compartir un sabor está a un paso de ser tan fácil como mandar un emoji, la idea de probar algo sin tenerlo frente a ti ya es una locura que vale la pena seguirle la pista.