La espectacular cueva de Albacete conocida por aparecer en el Quijote
Situada a las afueras de Ossa de Montiel, la cueva de Montesinos es uno de los lugares más míticos de la ruta cervantina donde Don Quijote sufrió un encantamiento.

Hay un lugar de La Mancha en el que Don Quijote vivió una increíble historia. Si por algo es conocida este zona de España es por ser el escenario de uno de los libros más aclamados de Miguel de Cervantes, pero también por ser un destino al que acudir cuando queremos desconectar de las aglomeraciones de la ciudad y disfrutar de un fin de semana en la naturaleza. Aquí encontramos pueblos con un encanto particular, pero también paisajes que merece la pena visitar.
Es la cueva de Montesinos la que ha sido testigo de una de las aventuras del Quijote. El dramaturgo situó en este espacio la acción de un par de capítulos de la segunda parte de su famoso personaje. En él, Don Quijote desciende al fondo de esta cueva y es ahí donde tiene unas visiones con Montesinos, un antiguo caballero que le revela los secretos ocultos de esa tierra y eventos del pasado y del futuro.
Así es la cueva de Montesinos
Este lugar está situado a las afueras del municipio de Ossa de Montiel (Albacete) y está a unos 80 metros de profundidad. La cueva, de origen natural, se ha ido generando a lo largo de los siglos gracias a los procesos de disolución del agua de lluvia en las rocas de la zona, y en su interior se puede ver hasta un pequeño riachuelo.
Es una experiencia única que nos adentra en el mundo de la espeleología. El acceso está adaptado para que pueda visitarse en familia y para que hagan la actividad todo tipo de públicos. En el interior de la cueva se puede disfrutar de una riqueza natural y geológica única. En ella, los visitantes pueden descubrir el universo de las estalagmitas y estalactitas, pero también de geodas y otro tipo de afloraciones de minerales.
Quizás otra de las grandes particularidad de este lugar es que está muy próximo a uno de los espacios turísticos por excelencia de esta comunidad autónoma: las Lagunas de Ruidera. Un lugar sorprendente en el que el agua es el principal atractivo turístico. Es aquí donde se encuentran torrentes y manantiales únicos. Situadas en el límite de las provincias de Albacete y Ciudad Real, es decir, en el corazón del Campo de Montiel, cuenta con más de 4.000 hectáreas.