La complicada realidad que esconde una de las escenas más míticas del cine
‘Singing in the rain’ tiene el mérito de ser uno de los números musicales más conocidos del cineLa primera película que revolucionó el cine 3D: un remake de terror que se estrenó en el Festival de San Sebastián El 11 de abril de 1952 llegaba a los cines estadounidenses Cantando bajo la lluvia (Singing in the rain), el que es considerado una de las mejores películas musicales de la historia del cine, algo que avala el American Fillm Institute, que lo incluyó en la lista como el mejor del cine norteamericano. La película dirigida y protagonizada por Gene Kelly, que contó también con una joven Debbie Reynolds, y regaló una de las escenas más míticas del séptimo arte. La alta exigencia de Gene Kelly detrás del mítico ‘Singing in the rain’ Un baile bajo la lluvia, un paraguas en la mano y una farola, no hace falta más mientras suena el Singing in the rain en la que es una de las escenas más míticas de la historia del cine, y en concreto del género musical, en el que Gene Kelly brilló con luz propia. Pero detrás de la icónica escena de Cantando bajo la lluvia se esconde una dura realidad que contrasta con la felicidad que contagia Kelly mientras interpreta la canción que lleva el mismo nombre que el largometraje, y del que él mismo fue protagonista por su propio carácter. Y es que la alta exigencia que ponía el actor fue una de las razones por las que la secuencia fue complicada de rodar, no solo porque a nivel técnico requería de una actuación casi perfecta para que todo encajara, sino porque enlazaba con su carácter y su disciplina metódica. De hecho, esto le llevó al extremo en el rodaje, pues a pesar de llegar a sufrir fiebre superior a 39 grados, no paró de filmarla, y así fue como tras tres días consecutivos casi le deja al límite del agotamiento y en preocupante estado de salud. La mentira del efecto visual de la lluvia y otras falsas creencias Esto último desmiente uno de los falsos mitos alrededor del rodaje del número Singing in the rain, que afirmaba que había sido filmada en tan solo una toma, pero no es lo único que ha resultado ser una creencia errónea, pues tampoco lo es el hecho de que la lluvia fuera emulada bajo una mezcla de agua y leche. El mítico efecto del agua en la escena de Cantando bajo la lluvia se generó gracias a una buena planificación visual de los directores de fotografía Harold Rosson y John Alton, que usaron la iluminación a contraluz para resaltar las gotas que empapaban a Gene Kelly mientras interpretaba la canción. Un ‘Singing in the rain’ que, aunque incluso dio título a la película, no estaba planificada en ella y era una composición de 1929, pero al descubrirla Gene Kelly y Stanley Donen la decidieron usar por su energía optimista. El infierno de Debbie Reynolds en el rodaje No solo la escena más famosa del musical fue complicada de rodar, sino que la filmación en general del largometraje fue una experiencia límite, que se tradujo en un verdadero infierno para una de sus protagonistas: Debbie Reynolds. Por entonces ella tenía tan solo 19 años y no tenía un nombre hecho en el cine, por lo que fue su primera gran oportunidad su papel en Cantando bajo la lluvia, para cuyo rodaje tenía que tomar cuatro autobuses hasta el estudio de la Metro Goldwyn Meyer, que la quería convertir en su próxima estrella. Reynolds siempre consideró este rodaje una de sus experiencias más complicadas, la que afirmó ser más difícil que dar a la luz, en parte por el alto nivel de exigencia de Gene Kelly, que lo llevó todo al límite, pero también por el hecho de que tuvo que aprender a bailar claqué sin tener nociones de baile, algo que consiguió en parte por la ayuda de su compañero, que llegó a decir que continuará bailado incluso con heridas de sangre en sus pies.

‘Singing in the rain’ tiene el mérito de ser uno de los números musicales más conocidos del cine
La primera película que revolucionó el cine 3D: un remake de terror que se estrenó en el Festival de San Sebastián
El 11 de abril de 1952 llegaba a los cines estadounidenses Cantando bajo la lluvia (Singing in the rain), el que es considerado una de las mejores películas musicales de la historia del cine, algo que avala el American Fillm Institute, que lo incluyó en la lista como el mejor del cine norteamericano. La película dirigida y protagonizada por Gene Kelly, que contó también con una joven Debbie Reynolds, y regaló una de las escenas más míticas del séptimo arte.
La alta exigencia de Gene Kelly detrás del mítico ‘Singing in the rain’
Un baile bajo la lluvia, un paraguas en la mano y una farola, no hace falta más mientras suena el Singing in the rain en la que es una de las escenas más míticas de la historia del cine, y en concreto del género musical, en el que Gene Kelly brilló con luz propia.
Pero detrás de la icónica escena de Cantando bajo la lluvia se esconde una dura realidad que contrasta con la felicidad que contagia Kelly mientras interpreta la canción que lleva el mismo nombre que el largometraje, y del que él mismo fue protagonista por su propio carácter.
Y es que la alta exigencia que ponía el actor fue una de las razones por las que la secuencia fue complicada de rodar, no solo porque a nivel técnico requería de una actuación casi perfecta para que todo encajara, sino porque enlazaba con su carácter y su disciplina metódica.
De hecho, esto le llevó al extremo en el rodaje, pues a pesar de llegar a sufrir fiebre superior a 39 grados, no paró de filmarla, y así fue como tras tres días consecutivos casi le deja al límite del agotamiento y en preocupante estado de salud.
La mentira del efecto visual de la lluvia y otras falsas creencias
Esto último desmiente uno de los falsos mitos alrededor del rodaje del número Singing in the rain, que afirmaba que había sido filmada en tan solo una toma, pero no es lo único que ha resultado ser una creencia errónea, pues tampoco lo es el hecho de que la lluvia fuera emulada bajo una mezcla de agua y leche.
El mítico efecto del agua en la escena de Cantando bajo la lluvia se generó gracias a una buena planificación visual de los directores de fotografía Harold Rosson y John Alton, que usaron la iluminación a contraluz para resaltar las gotas que empapaban a Gene Kelly mientras interpretaba la canción. Un ‘Singing in the rain’ que, aunque incluso dio título a la película, no estaba planificada en ella y era una composición de 1929, pero al descubrirla Gene Kelly y Stanley Donen la decidieron usar por su energía optimista.
El infierno de Debbie Reynolds en el rodaje
No solo la escena más famosa del musical fue complicada de rodar, sino que la filmación en general del largometraje fue una experiencia límite, que se tradujo en un verdadero infierno para una de sus protagonistas: Debbie Reynolds.
Por entonces ella tenía tan solo 19 años y no tenía un nombre hecho en el cine, por lo que fue su primera gran oportunidad su papel en Cantando bajo la lluvia, para cuyo rodaje tenía que tomar cuatro autobuses hasta el estudio de la Metro Goldwyn Meyer, que la quería convertir en su próxima estrella.
Reynolds siempre consideró este rodaje una de sus experiencias más complicadas, la que afirmó ser más difícil que dar a la luz, en parte por el alto nivel de exigencia de Gene Kelly, que lo llevó todo al límite, pero también por el hecho de que tuvo que aprender a bailar claqué sin tener nociones de baile, algo que consiguió en parte por la ayuda de su compañero, que llegó a decir que continuará bailado incluso con heridas de sangre en sus pies.