La ciencia detrás de la muda de pelo en perros y gatos

El ciclo completo de muda suele durar entre seis o siete semanas, pero hay perros que tardan hasta 4 meses.

Mar 20, 2025 - 08:58
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La ciencia detrás de la muda de pelo en perros y gatos

Con la llegada de la primavera, muchas personas que conviven con perros y gatos saben que se acerca un momento del año tan inevitable como temido: la muda estacional de pelo. Los hogares se llenan de mechones flotantes, la ropa se impregna de pelos y los cepillos se convierten en herramientas imprescindibles. Sin embargo, este proceso natural, que marca la transición entre estaciones, es mucho más que una simple incomodidad para quienes comparten su vida con estos animales.

Si bien para muchos titulares de perros y gatos este periodo puede ser un fastidio (no lo es tanto para los profesionales de la peluquería canina y felina), también es una época en la que el mantenimiento del pelaje requiere mayor atención por parte de los responsables. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre la muda de pelo? ¿Por qué ocurre y cómo afecta a su salud?

Un proceso biológico natural

La muda de pelo es un mecanismo evolutivo que permite a los perros y gatos adaptarse mejor a las condiciones ambientales. Es un proceso completamente normal en mamíferos con pelo —incluidos los seres humanos— y su función es clave en la regulación de la temperatura corporal. A grandes rasgos, la muda permite eliminar el pelo muerto y renovar la capa protectora de la piel, ayudando a liberar los aceites naturales que mantienen la salud cutánea.

Generalmente, la muda ocurre dos veces al año: en primavera y en otoño. Durante la primavera, los animales se desprenden del pelo o el subpelo que les protegió del frío invernal, preparándose para temperaturas más cálidas. En otoño, ocurre el proceso contrario: pierden el pelo más fino y liviano del verano para dar paso a un pelaje más denso que los resguardará durante el invierno.

Sin embargo, el entorno en el que vive cada animal influye en la intensidad y frecuencia de la muda. Los perros y gatos que viven en interiores, expuestos a calefacción en invierno y aire acondicionado en verano, así como a iluminación artificial, experimentan un patrón de muda menos definido y más constante a lo largo de todo el año.

La duración de la muda puede variar, pero en términos generales, este proceso se extiende entre cuatro y seis semanas. Sin embargo, algunos perros pueden tardar hasta cuatro meses en desarrollar por completo su nuevo manto. En gatos, la muda suele comenzar alrededor de los ocho meses de vida y también suele tener un ciclo de duración entre cuatro y seis semanas.

Los factores que influyen en la muda

Durante este periodo, los folículos pilosos entran en una fase de reposo (telógeno), seguida de la caída del pelo viejo y el crecimiento de uno nuevo. Aunque se trate de un proceso natural, requiere una cantidad significativa de recursos biológicos, y su intensidad varía según algunos factores.

  • La genética y la raza
  • La edad
  • El estrés y factores emocionales
  • Enfermedades y problemas hormonales

A esto se suma la dieta, que tiene un impacto directo en la salud de la piel y el pelo. Un aporte insuficiente de ciertos nutrientes, como los ácidos grasos esenciales o las vitaminas A y B, puede debilitar el pelaje y aumentar la caída. En algunos casos, los suplementos específicos pueden ser un apoyo extra durante el ciclo de la muda estacional, siempre bajo recomendación veterinaria.

Cuidados durante la muda

Durante la temporada de muda, hay ciertas medidas que pueden ayudar a que el proceso sea más llevadero tanto para los animales como para sus cuidadores. Por supuesto, los cepillados frecuentes son esenciales para retirar el pelo muerto y evitar que se acumulen nudos, especialmente en ejemplares con subpelo denso o con longitudes semilargas o largas. Usar un cepillo adecuado para cada tipo de pelaje no solo contribuye a mantener el manto en buen estado, sino que también estimula la circulación sanguínea y la producción de aceites naturales que protegen la piel.

Los baños son otra herramienta útil para eliminar el pelo suelto, pero deben realizarse con moderación. Un exceso de baños o no secar adecuadamente puede eliminar los aceites esenciales de la epidermis y provocar sequedad o lesiones cutáneas, por lo que solo debemos utilizar productos adecuados y respetar la frecuencia de higiene de cada animal, mejor bajo supervisión de un profesional.

Por último, se debe tratar de garantizar un ambiente libre de estrés. Minimizar cambios bruscos en la rutina, proporcionar espacios de descanso cómodos y ofrecer enriquecimiento ambiental adecuado ayuda a reducir la muda excesiva provocada por factores emocionales.

Con paciencia, los cuidados adecuados y una correcta alimentación, este fenómeno natural puede sobrellevarse de manera sencilla. Y aunque para muchos convivientes con perros y gatos la muda sea un periodo ingrato, también es una oportunidad de fortalecer el vínculo y pasar más tiempo juntos a golpe de cepillado.