“La Abuela” y Susana, las desopilantes charlas del personaje de Gasalla que “incomodaban” a la diva y le permitían hablar sobre su vida personal

Durante 16 años, el cómico y la estrella de Telefe formaron un dúo imbatible que lograba picos de rating en base a un celebrado sketch sin libretos ni ensayos previos

Mar 19, 2025 - 02:15
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“La Abuela” y Susana, las desopilantes charlas del personaje de Gasalla que “incomodaban” a la diva y le permitían hablar sobre su vida personal

Antonio Gasalla y Susana Giménez conformaron una pareja artística simbiótica. Se entendían con la mirada. No había ensayo previo y la diva, gustosa, siempre se dejó sorprender por los arranques del cómico que disfrutaba como nadie. “Al toro”, como se define en la jerga teatral, Susana se dejaba llevar por las salidas del personaje de La Abuela, que interpretaba el capocómico.

Durante varias temporadas, también el sketch de La empleada pública unió a la diva de Telefe con el actor. En cada encuentro, una figura invitada los acompañaba, aunque ellos solos podían sostener la comicidad y la atención de la audiencia. Juntos eran dinamita.Antonio Gasalla como La empleada pública y Susana Giménez

“Le hacía la segunda”

“Me hacía pasar los días más lindos de mi vida, siempre riéndonos de todo, sin libreto, siempre inventando todo. Yo lo seguía, le hacía la segunda”, dijo una quebrada Susana Giménez cuando, en el año 2023, recibió el Martín Fierro en nombre de Antonio Gasalla, luego de verse un video homenaje con momentos destacados en la carrera del actor.

“Es un actor inigualable, magistral, no va a ver otro como él”, remató la conductora visiblemente consternada. Para ese entonces, el humorista ya se encontraba internado, atravesando un severo cuadro de salud que, finalmente, derivó en su fallecimiento acontecido este martes por la mañana.

Antonio Gasalla era un actor eminentemente teatral. Del circuito independiente y los sótanos del under porteño pasó a las grandes salas. El Maipo, donde hoy desde las 19 horas velarán sus restos, fue uno de los espacios más transitados por el actor. Temporadas como la de Gasalla es el Maipo y el Maipo es Gasalla se convirtieron en sucesos de taquilla.

En 1985, su personificación de “Mamá Cora” en el film Esperando la carroza, una anciana que ya había interpretado con otro nombre en el escenario de la denominada “catedral de la revista”, le dio un vuelo aún más masivo a su figura.

Con todo ese know how detrás, en la década del noventa pisó fuerte en la televisión. Su programa El palacio de la risa, emitido por ATC (Argentina Televisora Color), le dio un rango de popularidad desconocido por él. Ya instalado como una de las celebridades más estelares, Susana Giménez no dudó en convocarlo para formar parte de su programa. Fue el salto definitivo hacia la conquista de nuevas audiencias.En pocas oportunidades pudo verse a Susana Giménez y Antonio Gasalla compartir espacios fuera del ámbito laboral

Antonio Gasalla nunca perdió la irreverencia de aquellos tiempos fundacionales del café concert, donde rompía la cuarta pared y se entrometía con el público junto a Edda Díaz y Carlos Perciavalle; ni siquiera cuando el mainstream televisivo lo cooptó hacia sus filas.

Cuando Susana Giménez lo convocó para formar parte de su ciclo, Gasalla mantuvo intacta su idiosincrasia para hacer humor. Incomodó una y mil veces a su anfitriona y ella se dejaba incomodar gustosa. Era el código. La misión de ese actor que, a través de sus personajes, servía de excusa a Susana para contar aspectos privados de su vida. Un deleite voyeurista para los televidentes.

¿Al perro te lo dejó?

En abril de 1998, Susana Giménez estrenó una nueva temporada de su programa en Telefe. No fue un debut más, se trataba de su vuelta luego de su escandaloso divorcio de Huberto Roviralta y el comienzo de su relación con Jorge “Corcho” Rodríguez.

Luego de un primer bloque con las presentaciones de rigor, ingresó a escena Antonio Gasalla personificando a “La Abuela”. El personaje, que ingresó confundiendo el set de la diva con un velorio, rápidamente se acomodó en los mullidos sillones de la escenografía y comenzó a increpar a la conductora sobre los últimos acontecimientos de su vida personal.

“¿Dónde estuviste que no supimos nada de vos?”, le dijo de movida, con doble intención. Susana, rápida de reflejos, le respondió con un cándido “de vacaciones”. Todo el país había hablado sobre aquella sonada separación y la propia diva hasta se vio obligada a brindar una conferencia de prensa para contar los hechos.

“La Abuela” y Susana mantuvieron una charla desopilante. La diva reconoció que estaba noviando y hasta se esmeró con un deseo de no volver repetir sus errores en torno al amor. “¿Al perro te lo dejó?”, “A este nuevo (novio) ponele un detective”, “Por lo menos tiene una moto, la podés vender”, “¿Hacen el amor en los aviones?”. Frases y cuestionamientos que llevaron a que la estrella terminara arrodillara en el piso pidiéndole terminar con las preguntas inquisidoras.

El Dios rating

En 2005, abrió una nueva temporada de su show con la presencia del cantante Diego Torres. Cuando el músico concluyó su set, irrumpió “La Abuela” interpretada por Gasalla para “contarle” que, en la platea, se encontraba sentado nada menos que su ex Huberto Roviralta.

“Está el Humberto” (con “n”), le dijo Gasalla y se dispuso a conversar con el polista, quien, por razones contractuales, no podía emitir palabra, tan solo mostrarse allí sentado junto a Celia Sofovich, viuda de Hugo Sofovich.

“Parece que se quedó sin cambio”, refutó Gasalla, en relación a la cifra que debió transferirle la diva a su ex con motivo de la separación, y el estudio estalló en un aplauso ante la complicidad de la diva, entre incómoda por la presencia de su ex y la satisfacción de saber que todo un país hablaría sobre lo sucedido en el programa.

Reunión cumbre

En otra oportunidad, “La Abuela” pisó el living de Susana y se topó con la diva y sus invitadas Carmen Barbieri y Moria Casán. Antonio Gasalla no dejó pasar la oportunidad de refrescarles a las tres sus edades y hasta compararlas -con un gran dejo de cariño- con próceres históricos.

Las marcas de Susana

Las visitas de Gasalla también permitían ahondar en algunas intimidades de la vida erótica de la diva. Una noche, el tema fue bastante llamativo, “las mordidas”, y Susana y “La Abuela” se hicieron un festín contando algunas vicisitudes al respecto.