Julius Baer: las expectativas de China "están en gran medida en línea con la visión del mercado"
En el marco del Congreso Nacional del Pueblo chino, el país ha presentado medidas de estímulo para impulsar su economía y se ha fijado un objetivo de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2025 en "alrededor del 5%". Unas expectativas que, según los analistas de Julius Baer, "están en gran medida en línea con la visión del mercado".

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"Los objetivos económicos numéricos anunciados en el Congreso Nacional Popular están en gran medida en línea con las expectativas del mercado, incluido un crecimiento del PIB de alrededor del 5%, mientras que las medidas cualitativas anunciadas en general tienen un tono positivo en consonancia con los meses anteriores".
Así lo señalan Richard Tang, analista de Mercados en Asia, y Sophie Altermatt, economista de Julius Baer, que añaden que los objetivos de crecimiento y política fiscal de este año "están en línea con la agenda más procrecimiento que los responsables políticos han estado siguiendo desde septiembre del año pasado". Mientras tanto, las políticas cualitativas anunciadas "en general tienen un tono positivo, en línea con la narrativa política anterior".
Pekín ha aumentado también su objetivo de déficit presupuestario a "alrededor del 4%" del PIB desde el 3% del año pasado. Y ha reducido su objetivo anual de inflación a "alrededor del 2%".
Además, planea 1,3 billones de yuanes (178.900 millones de dólares) en bonos especiales del Tesoro a ultra largo plazo en 2025 y otros 500.000 millones de yuanes en bonos especiales del Tesoro que se emitirán para apoyar a los grandes bancos comerciales estatales.
El paquete fiscal ampliado también incluye la emisión de 4,4 billones de yuanes en bonos especiales de los gobiernos locales este año para ayudar a aliviar sus problemas de financiamiento.
Como comentan los expertos de Julius Baer, con el objetivo de crecimiento sin cambios y objetivos fiscales más acomodaticios, "las autoridades están dando señales de estabilidad y firmeza en el actual entorno económico e internacional incierto".
"El impulso de crecimiento de la economía china ha mejorado tras el cambio de política en septiembre del año pasado. Sin embargo, persisten vientos en contra cíclicos y estructurales, incluida la débil demanda interna, problemas no resueltos en el sector inmobiliario y tensiones comerciales crecientes con EEUU, que deben compensarse con medidas de apoyo más enérgicas para alcanzar el ambicioso objetivo de crecimiento del 5%", indican.
Finalmente, añaden que "algunos inversores interpretan esto como una reafirmación del ánimo alcista que ya existía en el mercado por parte de la NPC".
Esperaban "cierta consolidación después de la NPC, pero los movimientos del mercado de hoy claramente ponen esta visión en riesgo (positivo). Sugerimos que los inversores que ya han invertido en China pueden mantener su exposición y aquellos que buscan agregar posiciones pueden considerar ampliar sus posiciones para incluir los sectores no tecnológicos, como el consumo".