Independiente va a la altura: cómo es el peligroso viaje a Potosí que ya hicieron Boca y Estudiantes, y por qué esa ciudad no tiene aeropuerto internacional
El Rojo vuelve a la competencia continental luego de dos años de ausencia; debutará en la Sudamericana en la primera semana de abril, en suelo boliviano

El regreso de Independiente a las competencias internacionales después de tres años tiene sus particularidades. El sorteo realizado anoche por Conmebol para configurar los grupos de la Copa Sudamericana determinó que el debut del Rojo será en la altura de Potosí, a 3900 metros de altura, donde lo recibirá Nacional. Para afrontar ese partido en los primeros días de abril, al equipo de Vaccari le espera una verdadera odisea, que ya realizaron Estudiantes en 2017 y Boca en 2024.
Ocurre que esa ciudad boliviana no cuenta con aeropuerto internacional, factor que no solo afecta a los equipos de fútbol que deben llegar al estadio Estadio Víctor Agustín Ugarte luego de una peligrosa travesía en 4x4, sino también a los turistas en general que quiere visitar un punto geográfico muy buscado por los extranjeros.
Desde hace al menos 15 años que los diferentes gobiernos que pasaron por Bolivia vienen prometiendo esa obra. De hecho, en 2010 se aprobó una la ley N.º 4.158 en la cual se declara “de prioridad nacional y departamental la construcción de un nuevo aeropuerto en la ciudad de Potosí”. Incluso, el entonces presidente Evo Morales se comprometió a “concretar lo más pronto posible la construcción” de ese complejo aeroportuario. Ni él, ni la presidenta interina Jeanine Áñez Chávez (2019-2020) ni Luis Arce Catacora (al frente del país del altiplano desde 2020 a la actualidad) lograron avanzar con esa obra.
Las últimas novedades al respecto no son alentadoras. En un breve texto publicado hace poco más de un mes en el diario local ElPotosí.net se explica que “se formó una comisión para elaborar el documento base para retomar los trabajos de construcción del aeropuerto internacional Potosí”. Eso es consecuencia de que la empresa que se había comprometido a elaborar el plan maestro por un costo de 2.000.000 de bolivianos planteó una modificación que duplica ese monto. Eso derivó en la paralización de las obras.
Mientras tanto, Conmebol sigue habilitando a Nacional Potosí a jugar partidos de torneos internacionales en una ciudad que no tiene un aeropuerto acorde para los traslados de los protagonistas, ni hotelería adecuada para grandes delegaciones.
La odisea que hará la delegación de Independiente es muy riesgosa, y ya la realizaron los planteles de Estudiantes, en 2017, y Boca, el año pasado. Tan peligrosa es que días antes de la visita del Xeneize (empate 0 a 0, por la etapa de grupos de la Copa Sudamericana) en esa ruta se produjo un trágico accidente en donde el choque de un micro con una camioneta dejó un saldo de cuatro muertos y más de 30 heridos.
Lo concreto es que para llegar al Nido de los Cóndores, como se le llama al escenario ubicado a 3.900 metros sobre el nivel del mar, y jugar por primera vez en su historia en un escenario ubicado a tanta altitud, el camino será complicado. De hecho, hace un año Boca prefirió viajar en camionetas 4x4 en lugar de un ómnibus, un vehículo mucho más inestable para este tipo de trazados.
Si bien por estas horas la dirigencia de Independiente define cómo será la logística, va como ejemplo lo realizado por el Xeneize en abril de 2024. El plantel tomó un avión un martes de Buenos Aires hasta Sucre. Una vez aterrizado en la capital boliviana, a 2400 metros sobre el nivel del mar, pasó ese día y la noche en diferentes hoteles (no hay ninguno con la capacidad suficiente para alojar a una delegación completa) y buscó adaptarse lo más rápido posible a los efectos que provoca la altura en las personas habituadas a vivir en el llano.
Al día siguiente por la mañana, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes del Xeneize desayunaron en Sucre y luego iniciaron la travesía hasta Potosí en 12 camionetas 4x4. Allí quedaron repartidos los casi 60 integrantes de la delegación azul y oro. El plan contempló almorzar en Potosí y definió que el plantel hiciera una siesta antes de emprender el viaje final hacia el estadio. El partido fue parejo, terminó 0 a 0 e incluso Boca tuvo una gran chance de penal, malogrado por Darío Benedetto.
A pesar de las recomendaciones de las autoridades de Sucre para que la delegación argentina duerma en Potosí tras el partido y evite viajar por esa ruta peligrosa de noche, la logística definida por Boca resolvió que una vez finalizado el encuentro, cerca de las 23.30, toda la delegación volviera de inmediato a Sucre en esas mismas 4x4 y por el mismo camino utilizado en la ida, con curvas, barrancos y peligro, pero de noche.
El caso de Estudiantes, en la Libertadores 2017, incluyó un aporte místico: la presencia del Brujo Manuel, simpático personaje fallecido en 2021 al que le atribuían poderes especiales. Según sus creyentes, sus “trabajos” contribuyeron a que el Pincha logre la que hasta ahora es la única victoria de un club argentino en Potosí. Claro que también fueron importantes Lucas Rodríguez (autor del único gol del encuento) y el arquero Mariano Andújar, que sacó todo (con Manuel a sus espaldas).
Entonces, para llegar a la cancha de Nacional, Estudiantes realizó la misma logística que Boca. La única diferencia fue que el plantel del León llegó más cerca de la hora del partido y se fue directo al estadio.
En el caso de Independiente, la planificación incluye un partido previo por el Apertura, ya que después de la pausa por la doble fecha de Eliminatorias el Rojo debería recibir a Godoy Cruz el domingo 30. Aunque quizás ahora, con el sorteo de la Libertadores y Sudamericana consumado, esa fecha pueda trasladarse a días previos antes de iniciar la odisea copera.