Identifican una nueva especie de murciélago en el norte de México

México está lleno de sorpresas cuando se trata de biodiversidad, y recientemente los científicos han revelado una nueva especie de murciélago. Su nombre, Corynorhinus leonpaniaguae, es un tributo a la doctora Livia León Paniagua, una destacada académica de la UNAM que ha dedicado su carrera al estudio de los mamíferos del país. Este descubrimiento no solo suma un nombre más a la lista de fauna mexicana, sino que también celebra a una mujer que ha inspirado a generaciones con su pasión por la ciencia.

Un murciélago que amplía el mapa de la fauna mexicana

Esta nueva especie fue identificada en los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, una región rica en ecosistemas que van desde montañas hasta llanuras áridas. El trabajo lo llevaron a cabo investigadores de la Universidad Veracruzana, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), quienes colaboraron en un estudio publicado el 21 de febrero de 2024 en la revista Plos One. Lo que empezó como una duda sobre diferencias entre murciélagos del género Corynorhinus terminó en un hallazgo que confirma la riqueza natural del norte del país. Comparado con las 144 especies de murciélagos conocidas en México, este nuevo integrante demuestra que aún hay mucho por descubrir.

¿Qué hace especial a Corynorhinus leonpaniaguae?

A simple vista, podrías confundirlo con el Corynorhinus townsendii, un murciélago de orejas grandes común en Norteamérica. Pero los análisis detallados cuentan otra historia. Por ejemplo, el Corynorhinus leonpaniaguae tiene un máximo de ocho líneas interfemorales cerca de la cola, mientras que su pariente puede superar las diez. Su antebrazo es más pequeño, midiendo en promedio unos centímetros menos, y su mandíbula tiene una forma que sugiere una dieta más especializada, posiblemente enfocada en insectos de caparazón duro. Los estudios de genética mitocondrial fueron clave para separarlo como especie única, mostrando que evolucionó de manera distinta en esa región aislada del noreste mexicano. Su pelaje, entre parduzco y grisáceo, le da un look distintivo que lo hace destacar entre sus primos.

Livia León Paniagua: 40 años formando a nuevas generaciones

El homenaje a la doctora Livia León Paniagua no salió de la nada. Con más de cuatro décadas en la UNAM, ella ha sido un pilar en la mastozoología mexicana. Desde su puesto en la Facultad de Ciencias, ha enseñado biología evolutiva y ha cuidado la Colección Mastozoológica, que pasó de 300 ejemplares a más de 20,000 bajo su dirección. Cada murciélago, roedor o marsupial preservado en esa colección cuenta una historia sobre taxonomía, genética y conservación, gracias a su esfuerzo. Cuando le contaron que esta especie llevaría su nombre, no lo vio venir. “Estaba en una reunión sobre el Congreso Nacional de Mastozoología”, relató, “y de repente un colega dijo: ‘Necesitamos espacio para el Corynorhinus leonpaniaguae.’ No lo podía creer”. Su sorpresa se mezcló con emoción: un reconocimiento así no es común, y menos para una mujer que rompió barreras en un campo dominado por hombres hace décadas.

Un legado para la ciencia y la conservación

Este hallazgo va más allá de un nombre bonito. En un país como México, donde los murciélagos polinizan plantas como el agave y controlan plagas, cada especie nueva es una pieza del rompecabezas ecológico. El Corynorhinus leonpaniaguae nos ayuda a entender cómo han evolucionado estos mamíferos voladores en zonas específicas, algo crucial en tiempos de cambio climático y pérdida de hábitat. Para Livia, este honor también es un empujón para seguir adelante. Entre sus planes está estudiar la diversidad genómica de seis especies de murciélagos mexicanos, un proyecto que podría revelar más secretos sobre su adaptación y supervivencia. “Es una ventana a los procesos evolutivos”, dice, y su entusiasmo sigue contagiando a sus estudiantes.

El Corynorhinus leonpaniaguae es una prueba de que la naturaleza mexicana aún guarda sorpresas, y el trabajo de Livia León Paniagua nos recuerda por qué vale la pena estudiarla. Este murciélago no solo enriquece nuestra fauna, sino que celebra a una científica que ha dado todo por entenderla y protegerla. Así que la próxima vez que escuches un aleteo en la noche, piensa en este pequeño héroe del norte y en la mujer que lo inspiró.