Homo Eternáutico
Mientras pareciera que todos tienen la obligación de estar muy pendientes del Gran Cónclave (y obligando a personas ya incapaces de memorizar las fechas de cumpleaños o números telefónicos o direcciones de seres queridos a aprenderse currículums cardenalicios de papables y, de nuevo, por qué no dejar todo no en manos sino en circuitos de Inteligencia Artificial a canonizar), Rodríguez, luego de El Gran Apagón, no hace otra cosa que pensar en variaciones acerca del The End.
