Hartazgo en la coalición: Yolanda Díaz usa el nombre de SUMAR en beneficio de su partido
Uso incorrecto Aprovecharse de SUMAR Problemas en la unidad parlamentaria Choque territorial La portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó y el diputado de...
El enfado entre los miembros de SUMAR está llegando al límite: el frente amplio que engloba a todos los partidos que se unieron en las elecciones generales de 2023 lleva meses quejándose del mal uso que hace Yolanda Díaz y su equipo del nombre de la coalición.
En vez de hablar en nombre de Movimiento Sumar, el partido que fundó y lidera, la vicepresidenta segunda suele referirse a SUMAR, la coalición de la que dimitió como máxima dirigente tras el batacazo electoral en los comicios europeos del pasado junio. El enfado ha llegado a tal extremo que hay formaciones que solicitan a la ministra de Trabajo que cambie el nombre de su organización.
Uso incorrecto
Miembros de SUMAR han trasladado a Díaz que debe utilizar el nombre correcto, Movimiento Sumar, cuando explica la posición de su partido o la suya personal. Sin embargo, denuncian que la vicepresidenta continúa compareciendo como si representara a la coalición, de la que dimitió como dirigente hace más de medio año.
En el grupo parlamentario hay numerosas sensibilidades: Compromís, Más Madrid, Izquierda Unida, Comuns, Chunta Aragonesista… Distintas organizaciones, con sus propios intereses y puntos de vista que, según afirman a este digital, no se están respetando.
El equipo de Díaz, cuando era coordinadora general de SUMAR —la coalición de todos ellos—, trató de solventar este problema dando un portavoz a varias de estas formaciones. Podemos se quedó sin ninguno, y eso fue un punto de inflexión para la posterior ruptura con Díaz.
Tras año y medio desde las elecciones generales, y a pesar de la dimisión de la ministra de Trabajo como máxima responsable de la coalición, desde estas formaciones, lo mismo que voces independientes integradas en el partido de Díaz, critican que continúe utilizando indistintamente Sumar al referirse a su partido, Movimiento Sumar.
Aprovecharse de SUMAR
En las filas de SUMAR sospechan que la intención de la vicepresidenta es, de facto, continuar dirigiendo el espacio, aunque solo sea de cara al público.
El partido de Díaz tiene como uno de sus principales retos mejorar la exposición mediática, hablar de sus medidas y convencer al votante a través de la gestión. Sin embargo, la aritmética parlamentaria y la negativa constante de Junts ha impedido al Gobierno en su conjunto aprobar una parte importante de la agenda legislativa promovida desde Sumar y acordada con los socialistas.
Hay formaciones que consideran este el principal motivo de Díaz para acaparar la exposición mediática, y constatan que la mayoría de los medios están utilizando incorrectamente el nombre, porque se refieren a SUMAR cuando en realidad informan sobre Movimiento Sumar, el partido, que solo compete a Díaz.
Los disconformes denuncian que no se trata de igual manera a la vicepresidenta, que al líder de Compromís en Madrid, o de IU, o de los Comunes, y que el foco constante sobre la vicepresidenta segunda, dado su cargo en el Ejecutivo, opaca su posición real dentro de la coalición: Díaz es líder de un partido más, y no el principal.
Problemas en la unidad parlamentaria
Cargos de Movimiento Sumar, independientes y formaciones coaligadas, advierten de que, a al confundir SUMAR y Movimiento Sumar, se han mezclado objetivos y dificultado la creación del frente amplio.
Es un problema que ha dificultado la coordinación en la tarea parlamentaria, como aseguraron a Confidencial Digital fuentes del espacio.
"Cuando no hay unidad política, articulación clara y orgánica, el trabajo parlamentario se ve afectado", advierten desde el partido. Precisamente, cargos de Movimiento Sumar han pedido que el resto de formaciones asociadas a SUMAR se unan a la asamblea de marzo, para así ayudar a crear una unidad política que avance con los mismos objetivos como un frente amplio, más allá de las posturas y las singularidades de cada fuerza política.
Choque territorial
A este conflicto se le suman, además, los choques con los partidos regionalistas.
La intención de SUMAR era promover una herramienta política que uniese fuerzas a nivel nacional y territorial; unidad de acción, pero respetando las particularidades de cada territorio.
Compromís capitanearía el frente en la Comunidad Valenciana, al ser el partido más potente, pero Díaz no quiere renunciar a implantar su propia formación en esa autonomía. Se trata de una decisión que el resto de socios no ve con buenos ojos: ni los comunes en Cataluña, ni Más Madrid en la Comunidad, ni partidos —externos a Sumar, pero afines— como el BNG en Galicia.
Las formaciones regionalistas temen quedar absorbidas por una marca que no se creó para diluir al resto de partidos sino para integrarlos, atendiendo también a la importancia de cada uno en las comunidades de las que provienen.
