¿Ha sido 'Estado eléctrico' un fracaso en Netflix? Las cifras no acompañan a la película de ciencia ficción
El título protagonizado por Millie Bobby Brown y Chris Pratt se convertía en el más caro en la historia del gigante rojo del streaming.

Con 320 millones de dólares de presupuesto, Estado eléctrico se transformaba en la película más cara en la historia de Netflix, superando a otros títulos como las dos entregas de Rebel Moon (de Zack Snyder), Alerta roja (de Rawson Marshall Thurber) o El irlandés (de Martin Scorsese).
A pesar de ello, las malas críticas no han dejado de apuntar hacia los hermanos Joe y Anthony Russo (Vengadores: Endgame), quienes han visto cómo la película se desinflaba y ha hecho que muchos se cuestionen si ha sido un fracaso realmente.
Los medios estadounidenses se hacían eco estos días de que Estado eléctrico debutaba en su primer fin de semana de estreno con 25,2 millones de visionados. El problema llegaba cuando se comparaba con otros títulos como Alerta Roja, Tyler Rake 2, Damsel, Equipaje de mano o Rebel Ridge, que superaban con creces esta cifra.
Esto supone un tropiezo para la película de los Russo, llamada a convertirse en una de las películas más vistas en la historia de Netflix, con el dinero que ha costado. Si bien, esto no significa que Estado eléctrico haya funcionado mal, puesto que se sitúa ahora mismo en el primer puesto del ranking de visualizaciones de todo el mundo, impactando en más de 90 países.
'Estado eléctrico' se hunde en las críticas
Donde sí que se ha hundido la película ha sido en sus críticas, con un 14% de la crítica profesional en Rotten Tomatoes, mientras que la cifra aumenta hasta el 72% en el caso de los espectadores, aunque curiosamente los comentarios negativos hacia ella están presentes en todas las redes sociales. Una visión mucho más cercana a la de otros portales como Metacritic, donde la película cuenta con una nota del público de un 3,9 sobre 10 y de un 29 sobre 100 de los profesionales del sector.
Los Russo ya sudaban la gota gorda con el estreno de su anterior película para Netflix, El agente invisible, con Ryan Gosling, Chris Evans y Ana de Armas. En esta ocasión, la película se estrenaba en cines inicialmente y obtenía una cifra irrisoria de 454.023 dólares para una película que había costado 200 millones de dólares.
En la plataforma su recorrido sería mucho mejor, pero, al igual que sucede ahora con Estado eléctrico, la película se quedaba fuera de la cima de las películas más taquilleras en la historia de Netflix, aunque alcanzaba la inestimable cifra de 299,5 millones de visualizaciones, alcanzando el séptimo puesto. ¿Podría Estado eléctrico ser de aquellas películas que arrastran al público progresivamente? Solo el tiempo dirá que sucede.
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