Funcas prevé que los aranceles de Trump resten al menos siete décimas a la economía española
Ha sido la primera organización en anunciar una rebaja de las previsiones económicas para España por el impacto de la guerra comercial, de modo que recorta el avance del PIB al 2,3% este año y al 1,6% el próximo

Primera revisión a la baja de las previsiones económicas para España a raíz de la crisis comercial desatada por Estados Unidos. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) calcula que los aranceles restarán tres décimas al crecimiento de este año, que sitúan en el 2,3%, y cuatro al del próximo ejercicio, cuando el avance del PIB rondaría el 1,6%. Estos cálculos están elaborados para un escenario de 'guerra' arancelaria relativamente optimista, en el que la presión de los mercados obliga a suavizar las medidas proteccionistas. Si se cumplen los pronósticos más pesimistas el impacto para la economía nacional podría ser de hasta 1,2 puntos porcentuales en el bienio.
"En un escenario menos benévolo, en el que la guerra comercial y la incertidumbre se prolongan en el tiempo, el impacto para la economía española podría ser de hasta 1,2 puntos porcentuales en el bienio, lo que dejaría tasas de crecimiento del 2% este año y del 1,4% el próximo", ha explicado el director general de Funcas, Carlos Ocaña. De momento, y en un escenario marcado por la incertidumbre, la política económica de la Casa Blanca ha neutralizado los vientos a favor que apuntaban a un avance mayor del PIB de lo que Funcas había contemplado en sus anteriores cálculos.
El mayor impacto negativo de los aranceles llegaría del frenazo de la economía norteamericana y de su impacto en el comercio internacional, sobre todo en los mercados europeos. En segundo lugar, el crecimiento se resentiría por el golpe directo de las nuevas tasas a las exportaciones nacionales. "La evolución de la economía europea y española depende en este momento más que nunca de una variable política externa a la economía", ha añadido Ocaña.
En su escenario central, Funcas da por hecho que Estados Unidos desistiría de aprobar finalmente el arancel recíproco del 20% a los productos que su país importe de la Unión Europea y prevé que, como aseguró el propio Trump la madrugada del miércoles, se suavicen los aranceles a China. Con todo, los primeros efectos de la guerra comercial serán palpables en el más corto plazo.
La economía española mantiene el pulso
En este contexto, "como la economía europea ya estaba estancada, este impacto la acerca más a la recesión. En el caso español, en cambio, ese impacto negativo no impediría seguir creciendo a tasas por encima del 2% este año”, ha añadido el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres.
El avance del PIB pasará a ser menos equilibrado, al depender de la demanda interna (consumo e inversión públicos y privados), que aportará 2,6 puntos a la actividad este año y 1,9 el próximo. En contra de lo que ha venido sucediendo desde la recuperación de la pandemia de Covid, el sector exterior restará tres décimas tanto en 2025 como en 2026, cuando en los últimos años más del 30% del crecimiento vino de este componente-.
Ante un entorno tan deteriorado a nivel global, la inversión productiva seguirá siendo la variable más débil. El consumo privado crecerá a un ritmo elevado, por el incremento de la renta disponible de los hogares y el desembolso de una parte del ahorro acumulado en los dos últimos años (la tasa de ahorro de los hogares se mantuvo elevada en 2024, el 13,6% de la renta disponible bruta). El consumo público también aumentará, aunque con menos vigor que en ejercicios anteriores por la prórroga presupuestaria y el sistema de entregas a cuenta a las administraciones territoriales.
Menos inflación... y menos paro
En lo que respecta a las exportaciones de servicios no turísticos perderán fuerza, en línea con la desaceleración de los mercados internacionales, al tiempo que el turismo crecerá menos, ante la saturación observada durante el verano. La inflación debería reducirse por la moderación de los precios de los productos importados con el fortalecimiento del euro, el abaratamiento de la energía y la mayor entrada de productos importados, en un contexto de creciente competencia por el cierre de facto del mercado norteamericano a las exportaciones asiáticas.
La media anual de la tasa de inflación general se situaría en el 2,3% este año y en el 1,9% en 2026. No obstante, las eventuales represalias de la UE podrían alterar esta senda. De momento, este escenario es coherente con un recorte de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), de modo que el Euribor a un año bajaría al 2% a final de año y al 1,75% en 2026.
El mercado laboral perderá algo de fuelle. Funcas espera la creación de 360.000 empleos netos anuales en su horizonte de proyección, frente a un promedio de 550.000 en los dos últimos años (en términos de EPA). La tasa de paro se reduciría hasta el 10% en 2026, seis décimas menos que en la anterior previsión -un cálculo más optimista que el que ha presentado esta misma semana el Fondo Monetario Internacional-.
El déficit público bajará hasta el 2,9% en 2025, y tres décimas menos sin contar los efectos de la DANA. Para 2026 la previsión es 2,8%. Ante la persistencia del desequilibrio y la desaceleración de la economía, la deuda pública aún rondará el 100% del PIB, "dejando poco margen de maniobra ante futuros shocks", advierten desde la fundación.