Flotadores para un SNS que se hunde a lo Fonsi: despacito
Daniel Aparicio saradomingo Mié, 19/02/2025 - 10:14 Editorial El Sistema Nacional de Salud da empleo a 1,2 millones de personas en nuestro país. Y sólo el gasto sanitario público supone más de 90.000 millones de euros, casi el 7% del PIB. Y se hunde. Tan despacio que casi no lo notamos. Pero ahí va, milímetro a milímetro. Lo vemos en el acceso y en las listas de espera, en la incorporación de innovación, en el marco laboral, en el desarrollo del profesional y en lo que nos cuesta. En este marco he invitado a Javier Recuenco, especialista en resolver problemas complejos, y a Julio Mayol, especialista en agitar mentes, para ver cómo arreglamos el SNS. Aquí tienen la conversación. Pero en estas líneas les adelanto algunas ideas. La primera: si continuamos pagando a los médicos para que hagan TACs, pues harán muchos TACs. Luego les podremos reunir para contarles cómo de comprometidos estamos con la excelencia y montar grupos de trabajo para sacar la acreditación de no sé qué, pero a la salida de cada reunión lo primero que harán es más TACs. Porque lo de los resultados en salud y la medicina basada en valor a estas alturas de la película suena a cachondeo, qué quieren ustedes que les diga. Si a Avedis Donabedian le pagaran por hacer TACs, también haría muchos. Y que me perdonen en la fundación. Paguemos a los profesionales por hacer bien las cosas (resultados en salud) e igual nos llevamos una sorpresa. Una segunda idea: evolucionemos el Estatuto Marco. Cuando una persona tiene asegurada su plaza haga lo que haga, haga o no haga, corremos un riesgo terrible. La hipertrofia del aparato funcionarial la carga el diablo. Introduzcamos la responsabilidad, la medición de resultados y la rendición de cuentas. La conversación no es si un jefe de servicio debe tener exclusividad, sino si ese mismo jefe de servicio está obteniendo los resultados que debe obtener. Y si no lo está haciendo, ¿por qué sigue? De nuevo, igual nos llevamos todos una alegría. El SNS se hunde muy despacio, por eso pensamos que no es para tanto, Qué hacer ante la desafección de los sanitarios respecto al SNS, Qué SNS necesitamos y qué hay que hacer para lograrlo Y tercera idea: la transformación digital. Transformarse duele. Hacer PDFs no. Si la base de un proceso de transformación digital no cambia comportami Off Daniel Aparicio. Director de Diario Médico Off


El Sistema Nacional de Salud da empleo a 1,2 millones de personas en nuestro país. Y sólo el gasto sanitario público supone más de 90.000 millones de euros, casi el 7% del PIB. Y se hunde. Tan despacio que casi no lo notamos. Pero ahí va, milímetro a milímetro. Lo vemos en el acceso y en las listas de espera, en la incorporación de innovación, en el marco laboral, en el desarrollo del profesional y en lo que nos cuesta. En este marco he invitado a Javier Recuenco, especialista en resolver problemas complejos, y a Julio Mayol, especialista en agitar mentes, para ver cómo arreglamos el SNS. Aquí tienen la conversación.
Pero en estas líneas les adelanto algunas ideas. La primera: si continuamos pagando a los médicos para que hagan TACs, pues harán muchos TACs. Luego les podremos reunir para contarles cómo de comprometidos estamos con la excelencia y montar grupos de trabajo para sacar la acreditación de no sé qué, pero a la salida de cada reunión lo primero que harán es más TACs. Porque lo de los resultados en salud y la medicina basada en valor a estas alturas de la película suena a cachondeo, qué quieren ustedes que les diga. Si a Avedis Donabedian le pagaran por hacer TACs, también haría muchos. Y que me perdonen en la fundación. Paguemos a los profesionales por hacer bien las cosas (resultados en salud) e igual nos llevamos una sorpresa.
Una segunda idea: evolucionemos el Estatuto Marco. Cuando una persona tiene asegurada su plaza haga lo que haga, haga o no haga, corremos un riesgo terrible. La hipertrofia del aparato funcionarial la carga el diablo. Introduzcamos la responsabilidad, la medición de resultados y la rendición de cuentas. La conversación no es si un jefe de servicio debe tener exclusividad, sino si ese mismo jefe de servicio está obteniendo los resultados que debe obtener. Y si no lo está haciendo, ¿por qué sigue? De nuevo, igual nos llevamos todos una alegría.