Estos son los españoles del top 10 del MIR 2025, "el menos 'mírico' de los MIRES de los últimos años"
MIR rocio.rodriguez Dom, 23/03/2025 - 08:00 Historias del MIR El examen MIR de este año dejó varias sorpresas. Para empezar, fue más largo y difícil, con preguntas complicadas incluso para especialistas que llevan tiempo ejerciendo. Y todos coinciden en que esa dificultad ha hecho que las netas de este año sean más bajas que en ediciones anteriores (solo el número 1 y el número 2 superan las 160 netas). Además, entre los 10 primeros puestos hay cuatro extranjeros, dos chicos (el 1 y el 9) y dos chicas (la 4 y la 5, las dos únicas mujeres entre esos 10), algo que nunca había sucedido. También Sanidad publicó los resultados provisionales con mucha celeridad y ha ido aligerando todas las fases. Esta misma semana ha aprobado la vuelta a la elección presencial de plazas y se espera que en breve publique la resolución por la que se convoca la elección y adjudicación de plaza.Entre tanta atipicidad, sin embargo, los perfiles de los españoles del top 10 del MIR es bastante similar en muchos aspectos. El número 2, Francisco Reyes Lozano, de la Universidad de Sevilla, ha preferido no hablar con los medios. Pero este periódico contactó con los otros cinco españoles de ese top 10: David Carrillo (número 3), José María de Francisco Morón (número 6), Pedro Areal (número 7), Víctor Torrecillas (número 8) y José Vicente Ballester (número 10). Todos con 24 o 25 años recién cumplidos (por tanto, recién graduados y primera vez que hacían el MIR), ninguno esperaba estar entre los 10 primeros, aunque esperaban buenos resultados por los simulacros que habían hecho, y curiosamente casi ninguno tiene familiares en la Medicina (salvo uno).David Carrillo, de la Universidad de Barcelona, no durmió la noche anterior, y eso que tenía un expediente académico de 9,57 (el más alto en este top 10). "Mientras hacía el examen no terminaba de procesar la dificultad real, iba pregunta por pregunta y no tenía tiempo ni energía de pensar más, pero efectivamente fue difícil y largo". A pesar de los nervios, consiguió la tercera mejor nota de España. Se enteró cuando volvía a casa en metro de ver a sus abuelos por una notificación en un grupo de amigos en WhatsApp. "Me quedé un poco en shock y no respondí, cuando llegué a casa miré todo bien y ya todo el mundo saltando de alegría, muchos abrazos y llamadas de amigos y familiares".Debido a su excepcional expediente académico todas las academias de preparación del MIR le becaron, pero escogió CTO para prepararse. "Me gustaron sobre todo sus manuales, que ya los había usado durante la carrera. Además es la academia que presenta más gente, eso te da más seguridad". David empezó a estudiar en sexto, el último año de Medicina. "Me lo tomé en serio. Hay gente, y lo entiendo perfectamente porque no da tiempo, que no hace una primera vuelta al máximo. Yo intenté hacer a rajatabla todo lo que dijo la academia y los nueves meses del curso también fueron muy intensos, pero no al mismo nivel que a partir del verano, que ya fueron jornadas de 10-12 horas y conforme se acercaba el examen hasta 14 horas al día. Básicamente era levantarme y desayunar rápido, estudiar todo el día con breves pausas para las comidas y poco más".Los domingos son de descanso, recomendación de todas las academias, pero David reconoce que muchos no los respetó. A pesar de eso, en verano se fue tres veces de viaje: "Con la familia a Bélgica, a Valencia con unos amigos y a la costa con otros amigos. Unos días de descanso sí que me tomé, si todo hubiera sido como en verano hubiera sido maravilloso, pero a medida que se va acercando el examen te pones nervioso y tampoco tienes ni ganas de hacer ese tipo de cosas".Sus padres le cuentan siempre que cuando tenía cinco años David decía que quería ser psiquiatra. "Ya cuando era adolescente no lo decía, pero quería ser médico. Desde que en quinto hice las prácticas y vi la materia, me gustó mucho Dermatología. Me dio rabia porque ya desde entonces sabía que implicaba tener que hacer un MIR muy bueno y con mucho esfuerzo porque es lo que se acaba primero. Pero al final mi esfuerzo ha tenido buen resultado y es mi primera opción y no me he tenido que plantear otras cosas".Dermatología al 99%, lo tiene claro, pero ¿dónde? "Prácticamente seguro Barcelona y mi primera opción, aunque voy a ir a jornadas de puertas abiertas, es el Hospital Clínic de Barcelona, que es donde he hecho las prácticas durante la carrera y lo conozco. Hice prácticas en el Servicio de Dermatología cuando estaba rotando y me gustó mucho". La tranquilidad de David es total, ya que el Clínic oferta cuatro plazas en Dermatología: aunque el número 1 y el número 2 del MIR quisieran hacer eso mismo en ese hospital, David seguiría teniendo su puesto asegurado.El que ha respetado al 100% los descansos es José Vicente Ballester, de la Universidad Miguel Hernández de Elche. "Creo que lo que más me ha ayudado durante la preparación, me lo he tomado súper en serio y creo que ha sido c
El examen MIR de este año dejó varias sorpresas. Para empezar, fue más largo y difícil, con preguntas complicadas incluso para especialistas que llevan tiempo ejerciendo. Y todos coinciden en que esa dificultad ha hecho que las netas de este año sean más bajas que en ediciones anteriores (solo el número 1 y el número 2 superan las 160 netas). Además, entre los 10 primeros puestos hay cuatro extranjeros, dos chicos (el 1 y el 9) y dos chicas (la 4 y la 5, las dos únicas mujeres entre esos 10), algo que nunca había sucedido. También Sanidad publicó los resultados provisionales con mucha celeridad y ha ido aligerando todas las fases. Esta misma semana ha aprobado la vuelta a la elección presencial de plazas y se espera que en breve publique la resolución por la que se convoca la elección y adjudicación de plaza.
Entre tanta atipicidad, sin embargo, los perfiles de los españoles del top 10 del MIR es bastante similar en muchos aspectos. El número 2, Francisco Reyes Lozano, de la Universidad de Sevilla, ha preferido no hablar con los medios. Pero este periódico contactó con los otros cinco españoles de ese top 10: David Carrillo (número 3), José María de Francisco Morón (número 6), Pedro Areal (número 7), Víctor Torrecillas (número 8) y José Vicente Ballester (número 10). Todos con 24 o 25 años recién cumplidos (por tanto, recién graduados y primera vez que hacían el MIR), ninguno esperaba estar entre los 10 primeros, aunque esperaban buenos resultados por los simulacros que habían hecho, y curiosamente casi ninguno tiene familiares en la Medicina (salvo uno).
David Carrillo, de la Universidad de Barcelona, no durmió la noche anterior, y eso que tenía un expediente académico de 9,57 (el más alto en este top 10). "Mientras hacía el examen no terminaba de procesar la dificultad real, iba pregunta por pregunta y no tenía tiempo ni energía de pensar más, pero efectivamente fue difícil y largo". A pesar de los nervios, consiguió la tercera mejor nota de España. Se enteró cuando volvía a casa en metro de ver a sus abuelos por una notificación en un grupo de amigos en WhatsApp. "Me quedé un poco en shock y no respondí, cuando llegué a casa miré todo bien y ya todo el mundo saltando de alegría, muchos abrazos y llamadas de amigos y familiares".
Debido a su excepcional expediente académico todas las academias de preparación del MIR le becaron, pero escogió CTO para prepararse. "Me gustaron sobre todo sus manuales, que ya los había usado durante la carrera. Además es la academia que presenta más gente, eso te da más seguridad". David empezó a estudiar en sexto, el último año de Medicina. "Me lo tomé en serio. Hay gente, y lo entiendo perfectamente porque no da tiempo, que no hace una primera vuelta al máximo. Yo intenté hacer a rajatabla todo lo que dijo la academia y los nueves meses del curso también fueron muy intensos, pero no al mismo nivel que a partir del verano, que ya fueron jornadas de 10-12 horas y conforme se acercaba el examen hasta 14 horas al día. Básicamente era levantarme y desayunar rápido, estudiar todo el día con breves pausas para las comidas y poco más".
Los domingos son de descanso, recomendación de todas las academias, pero David reconoce que muchos no los respetó. A pesar de eso, en verano se fue tres veces de viaje: "Con la familia a Bélgica, a Valencia con unos amigos y a la costa con otros amigos. Unos días de descanso sí que me tomé, si todo hubiera sido como en verano hubiera sido maravilloso, pero a medida que se va acercando el examen te pones nervioso y tampoco tienes ni ganas de hacer ese tipo de cosas".
Sus padres le cuentan siempre que cuando tenía cinco años David decía que quería ser psiquiatra. "Ya cuando era adolescente no lo decía, pero quería ser médico. Desde que en quinto hice las prácticas y vi la materia, me gustó mucho Dermatología. Me dio rabia porque ya desde entonces sabía que implicaba tener que hacer un MIR muy bueno y con mucho esfuerzo porque es lo que se acaba primero. Pero al final mi esfuerzo ha tenido buen resultado y es mi primera opción y no me he tenido que plantear otras cosas".
Dermatología al 99%, lo tiene claro, pero ¿dónde? "Prácticamente seguro Barcelona y mi primera opción, aunque voy a ir a jornadas de puertas abiertas, es el Hospital Clínic de Barcelona, que es donde he hecho las prácticas durante la carrera y lo conozco. Hice prácticas en el Servicio de Dermatología cuando estaba rotando y me gustó mucho". La tranquilidad de David es total, ya que el Clínic oferta cuatro plazas en Dermatología: aunque el número 1 y el número 2 del MIR quisieran hacer eso mismo en ese hospital, David seguiría teniendo su puesto asegurado.
El que ha respetado al 100% los descansos es José Vicente Ballester, de la Universidad Miguel Hernández de Elche. "Creo que lo que más me ha ayudado durante la preparación, me lo he tomado súper en serio y creo que ha sido clave para el puesto al que he llegado, ha sido tomarme muy en serio los descansos. Hacer todo lo que me gustaba, no quitarme cosas porque eso me ha ayudado también a llegar a la fase final, en enero, todavía con batería para aguantar ese último mes, que sí fue bastante durillo".
"Mis amigos me han salvado el MIR"
"Soy un chaval bastante normal e, igual que a todos, me gusta salir de fiesta y continué saliendo los fines de semana. Cuando terminaba de estudiar a las 8, cerraba y me iba con mis amigos donde fuera, al 100 Montaditos, al TGB, donde estuviera la oferta de ese día, y no encerrarte en casa. El domingo, que era el día de descanso, salir por ahí a la playa, a la montaña, ir al gimnasio, lo que sea para un poco cansarte físicamente y descansar mentalmente, que era lo que se pretendía. A mí mantener un poco la perspectiva me ha permitido al final llegar y hacer un buen examen, a pesar de que haya sido tremendamente raro".
José Vicente insiste en reconocer y dar el mérito de su puesto también a sus amigos. "Me han salvado la vida este verano y me han salvado el MIR. Es superimportante rodearte de gente que te quiera y de tu familia". A ellos fue a los primeros que llamó cuando supo su nota. "Estaba solo en casa, medio en pijama y cuando lo vi di un grito de alegría. Me vestí y salí corriendo a la calle porque mi tía tiene una academia de estudios enfrente de mi casa y como mis padres no estaban en ese momento, fue a la primera que se lo dije. Pegó un grito y los alumnos de la academia también porque sabían que había estado con la preparación. Llamé a mis amigos y les dije que nos fuéramos a tomar una cerveza que yo invitaba para celebrarlo", cuenta recordando que estaba muy contento también porque a todos sus amigos les da la nota para hacer lo que quieren.
