Este es el producto que funciona contra el mal olor en las toallas
Conservarlas limpias, suaves y sin aromas desagradables es posible con un método muy sencillo y efectivo; cómo hacerlo sin ingredientes costosos ni ningún esfuerzo extra

Salir del baño con la sensación de frescura y limpieza es uno de los pequeños grandes placeres de la rutina diaria. Pero todo ese momento puede arruinarse en cuestión de segundos si, al alcanzar la toalla, nos invade un desagradable olor a humedad. Peor aún: ese olor se transfiere a la piel, lo que arruina el esfuerzo y tiempo dedicado en bañarse.
Aunque estén impecables a simple vista, las toallas pueden ser el hábitat perfecto para la proliferación de bacterias y hongos, especialmente cuando no se secan correctamente o se almacenan aún húmedas. A esto se suma el tipo de detergente utilizado, el exceso de suavizante o los lavados a bajas temperaturas, que no eliminan por completo los residuos. El resultado: ese clásico olor a encierro, a humedad persistente, que ni el mejor perfume logra disimular.
Más allá del fastidio que esto genera, también hay un aspecto importante a nivel de higiene personal. Las toallas con mal olor pueden estar cargadas de microorganismos que sobreviven en las fibras, y en personas con piel sensible, esto podría provocar irritaciones o incluso infecciones cutáneas, de acuerdo al centro dermatológico ZO Skin Center.
Como si fuera poco, no solo el olor es un problema. Con el uso frecuente y los lavados inadecuados, las toallas también pierden su suavidad natural. Se endurecen, se vuelven ásperas al tacto y, en vez de brindar confort, resultan incómodas. La causa es una acumulación de residuos de jabón, minerales del agua y suavizantes, que saturan las fibras y alteran su estructura original.
Esta textura áspera no solo es desagradable, sino que también impacta en el rendimiento de las toallas. Tardan más en secarse, retienen más olor y se deterioran más rápidamente. Por eso, mantenerlas suaves no es solo una cuestión de confort, sino también de durabilidad.
El truco infalible que arrasa en TikTok
Afortunadamente, existe una técnica casera, económica y muy efectiva que permite eliminar el mal olor y recuperar la suavidad perdida. Fue compartida por el especialista en temas hogareños @renovandoideas en TikTok, y se volvió viral por su simpleza y resultados sorprendentes.
Paso a paso:
1. Remojo desinfectante:
El primer paso consiste en colocar las toallas durante una hora en agua tibia (aproximadamente 5 litros) con una taza de vinagre blanco. Este remojo es clave para desinfectar las fibras y eliminar los residuos adheridos.
2. Lavado especial:
A continuación, se lleva a cabo el lavado en lavarropas. El secreto está en usar solo una cucharada de detergente (líquido o en polvo) y añadir 30 gramos de percarbonato de sodio. Es importante lavar a 40 grados para que los ingredientes actúen correctamente.
3. Secado ideal:
Para un secado óptimo, se recomienda secar al aire libre, pero a la sombra, y dar vuelta las toallas cada dos horas para lograr un secado parejo. Si se utiliza secadora, un truco adicional es sumar pelotas de tenis, que ayudan a esponjar las fibras y aceleran el proceso.
El poder de esta propuesta radica en cada ingrediente que cumple una función específica. El vinagre blanco actúa como desinfectante natural, al eliminar hongos, bacterias y restos de jabón que generan mal olor. El percarbonato de sodio, por su parte, libera oxígeno al contacto con el agua caliente, lo que potencia la limpieza, desodoriza y blanquea sin dañar los tejidos.
Y lo mejor es que esta técnica es apta para todo tipo de toallas: blancas o de color, de algodón o microfibra. Solo se recomienda hacer una prueba previa en aquellas que sean muy delicadas o tengan bordados. Para un mejor resultado, es preferible no mezclar las toallas con otras prendas durante el lavado y así evitar transferencias de color o residuos.
Otros consejos para mantener las toallas impecables
Más allá de aplicar este truco cada tanto, para el sitio Secret Linen, hay algunos hábitos simples que ayudan a prolongar la frescura y suavidad de las toallas:
- Evitar el exceso de suavizante: con el tiempo, satura las fibras.
- No sobrecargar el lavarropas: impide una limpieza profunda.
- Secar siempre las toallas completamente antes de guardarlas.
- Lavarlas con agua tibia, nunca muy fría.
- Airearlas entre usos, y colgarlas extendidas.
- No guardarlas en lugares cerrados sin ventilación.
- Usar vinagre blanco en lugar de suavizante una vez al mes.
- Renovarlas cuando estén muy gastadas o pierdan absorción.