Esta película de Christopher Nolan en Netflix tiene un final de los que dan ganas de volver a verla

Con el anuncio del increíble reparto que Christopher Nolan ha reunido para narrar su versión de La odisea y la primera imagen de Matt Damon como Ulises, no hemos podido evitar hacer un repaso a su filmografía y confirmar que el director siempre ha buscado trabajar con los mejores actores que ha podido encontrar, incluso en esas películas que otros éxitos como Batman, Origen u Oppenheimer han acabado eclipsando.

Fue en 2006, un año después de estrenar la primera entrega de su saga del hombre murciélago, que el cineasta volvió a contar con Christian Bale y Michael Caine -el intérprete con el que más ha trabajado, pues ha participado en ocho de las trece películas del director- para llevar a la pantalla su adaptación de la novela de Christopher Priest El prestigio.

Traducida al español como El truco final, la película contó también con Hugh Jackman y Scarlett Johansson como protagonistas y con el cantante David Bowie en un papel histórico y esencial para la trama. Puede verse actualmente en Movistar Plus+, Netflix y Filmin.

Enemistad entre genios

Esta claro que a Nolan le interesan mucho las historias con toques de ciencia ficción así que, cuando a principios de siglo Priest recibió la oferta de llevar su novela al cine, quiso proponerle al director de Following y Memento -películas de las que el escritor se declaraba fan- que se encargase de la película. Y este aceptó.

Ambientada en el Londres de finales del siglo XIX, narra la historia de cómo dos ilusionistas se proponen convertirse en los magos más admirados del mundo. Pero mientras que Robert Angier (Jackman) es lo que se denominaría un showman obsesionado con los aplausos y la fama, su compañero Alfred Borden (Bale) es incapaz de atraer la atención encima de un escenario, pero es, por otro lado, la mente creativa tras los trucos de magia.

Sin embargo, lo que empieza como una amistad acaba complicándose hasta que, por culpa de un truco, ambos ilusionistas se convierten en enemigos. A partir de entonces, a lo largo de sus vidas y espectáculo a espectáculo, ambos intentarán acabar con el otro y convertirse en el mejor ilusionista de todos.

Una historia ficticia en la que, entre medias, Nolan le reservó a Bowie la oportunidad de dar vida al científico austríaco Nikola Tesla (1856-1943), célebre por sus inventos y contribución al diseño del moderno suministro de electricidad de corriente alterna. Sin embrago, más allá de eso, contar en qué se basa su participación en esta enemistad entre genios sería hacer spoiler de la trama, así que te dejamos que descubras por ti mismo la clave que se esconde tras ese gran truco final.

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